Psoriasis Y Nutrición
Enviado por liccielorey • 19 de Abril de 2013 • 836 Palabras (4 Páginas) • 408 Visitas
PILAR NUTRICIONAL EN EL TRATAMIENTO DE LA PSORIASIS
Pocos estudios han analizado el papel de los hábitos alimentarios en el tratamiento y desarrollo de la psoriasis. Si bien hay una predisposición genética a la enfermedad, está asociada a factores ambientales como el tabaco, el alcohol, las infecciones y el stress. Varios de los estudios realizados en todo el mundo muestran que algunos factores dietarios producen resultados beneficiosos para el paciente y otros agravan los síntomas por sí mismos o al interactuar con las drogas utilizadas en el tratamiento de la enfermedad. Incluso algunos autores sugieren que la dieta puede jugar un rol determinante en lo que se conoce como la etiopatogenia u origen de la enfermedad pero esto requiere de más y mejores análisis.
Teniendo en cuenta la importancia de la alimentación en ésta como en muchas otras enfermedades, existen estrategias nutricionales que un especialista puede implementar para disminuir o hasta hacer desaparecer los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes con psoriasis. Así, la Nutrición se posiciona como uno de los pilares del tratamiento en el que es fundamental su aporte como parte de un equipo interdisciplinario que debe estar conformado además por un Médico Dermatólogo y un Licenciado en Psicología.
El tratamiento nutricional que se sugiere tiene su fundamento en la consideración de los factores dietarios que se detallan a continuación, que han sido estudiados y reconocidos por diferentes especialistas y que básicamente son: el contenido calórico de la dieta y algunos macro y micronutrientes.
Con respecto al valor calórico, se recomienda que el plan sea hipocalórico, siempre teniendo en cuenta las particularidades del paciente y la presencia de otras enfermedades, ya que existen estudios que demuestran que una dieta baja en calorías mejora significativamente los síntomas cutáneos de la psoriasis.
En cuanto a los macronutrientes, se puede afirmar que los ácidos grasos esenciales pueden beneficiar a los pacientes con esta enfermedad debido a que tienen un rol fundamental en la respuesta a la inflamación y el sistema inmune. Estos ácidos son los tan conocidos ácidos grasos omega 6 y omega 3. Los ácidos grasos W-6-omega estimulan y modulan la cascada de los eicosanoides que son mediadores de la inflamación (suprimen la respuesta inflamatoria) y de la respuesta inmune. Los ácidos grasos W-3-omega intervienen en la eficiencia del sistema inmunitario. Dentro de las fuentes de estos ácidos grasos, algunos pescados como caballa, sardina, salmón y arenque fueron probados como benéficos.
Además, en los casos severos hay pérdida de proteínas por descamación o exudado de fluidos en las fisuras, así como también de folatos y hierro con lo cual, el plan de alimentación tendrá en cuenta la reposición de estos nutrientes.
En relación a los micronutrientes,
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