Sexo. Estudios descriptivos de conducta reproductora

SEXO

INTRODUCCION

El sexo aporta variedad a la vida. Existen por su puesto, diferencias en la apariencia y conducta de mujeres y hombres y en las conductas específicas implicadas en cortejo, nacimiento y cuidado parental. También hay notables diferencias que se producen durante el desarrollo y que se relacionan con cambios en el estado reproductor y con la asunción de la identidad sexual. La gran diversidad de personas también se debe a la reproducción sexual. La reproducción sexual proporciona permutaciones genéticas que no son posibles en la reproducción asexual, que se da en muchas plantas y en algunos animales. En la reproducción sexual cada parte proporciona la mitad de la herencia genética de nuevo individuo particular es una agrupación al azar de genes alternativos. Hay tantas posibilidades que no hay dos seres humanos que posean exactamente la misma herencia. Empezaremos nuestra investigación describiendo algunos aspectos básicos de la conducta reproductora y de otras conductas ligadas al sexo. Abordaremos luego la evolución de esas conductas y su desarrollo durante el tiempo de vida de un individuo. Finalmente, revisaremos lo que se sabe y lo que se supone sobre los mecanismos neurales y hormonales que median las conductas sexuales.

Estudios descriptivos de conducta reproductora.

Iniciaremos nuestro examen señalando los estadios sucesivos de la conducta reproductora y los tipos de interacción que se producen entre los compañeros sexuales. Veremos después lo que han mostrado los estudios descriptivos sobre la conducta reproductora de tres tipos de animales usados en muchos experimentos en este campo. Mencionaremos también estudios descriptivos de la conducta sexual humana. En secciones posteriores relacionaremos muchos aspectos de estas conductas con procesos y eventos neuronales y hormonales.

Fases y relaciones reciprocas en el apareamiento.

La conducta de apareamiento de la mayoría de animales presenta cuatro estadios sucesivos y cada estadio implica interacción entre dos individuos. La adecuada consecución del patrón requiere intercambio de estimulación entre los compañeros. El primer estadio, la atracción sexual, se requiere para acercar al macho y a la hembra, y en muchas especies este encuentro se produce solo cuando ambos están en estado reproductor. El atractivo de los animales hembras puede cuantificarse valorando las respuestas de los machos a ellas en condiciones estandarizadas; medidas típicas incluyen intensidad y rapidez de la aproximación y  de la producción de eyaculación seminal durante el apareamiento. El segundo estadio, la conducta apetitiva; en relación con el apareamiento, se define como la conducta que ayuda a establecer, mantener o promover la interacción sexual. El término preceptivo significa búsqueda activa y promoción de la conducta de apareamiento. El tercer estadio es, la conducta copulatoria, comprende un patrón-especifico-especie altamente estereotipado en la mayoría de las especies. Algunas especies muestran un cuarto estadio, una conducta post-copulatoria específica. Esta conducta puede implicar respuestas como la reacción posterior de enrollarse y acicalarse. También hay cambios en la rapidez con que se produce un nuevo apareamiento.

Conducta reproductora de la paloma torcaz

La paloma torcaz es un pequeño pariente de la paloma domestica; presenta un semicírculo negro en la parte posterior de cuello. El macho y la hembra poseen una apariencia idéntica y solo pueden ser distinguidos examinando los órganos reproductores internos mediante un procedimiento quirúrgico. En el laboratorio la paloma torcaz cría durante la mayor parte del año si la longitud del día y la temperatura son adecuadas. Los pájaros maduran sexualmente alrededor de los cinco meses de edad. Cuando una hembra y un macho con experiencia previa de cría son colocados en una jaula conteniendo un recipiente de cristal vacío y material para hacer el nido, las aves inician su ciclo conductual normal, descrito en detalle por los psicólogos. El macho es el primero en mostrar atracción sexual, comienza rápidamente el cortejo. Contoneándose alrededor de la hembra haciendo reverencias y arrullándola y persiguiéndola. Solo el macho presenta la conducta de arrullo-de-cortejo. Un día o dos después de haberse iniciado por parte del macho el cortejo de la hembra, esta empieza a mostrar respuestas características, batiendo las alas de modo especial y aproximándose al macho. La vista de la conducta de cortejo del macho y el sonido de su arrullo son claramente atractivos para la hembra. Incluso si las aves están separadas mediante un cristal, estos estímulos avocan claras respuestas neuroendocrinas.

Conducta reproductora de los roedores.

Los roedores son variados y notablemente eficaces en la reproducción, prácticamente sin tener en cuenta su hábitat. Al contrario de las aves, los roedores no realizan un lento cortejo, y los compañeros no suelen permanecer juntos durante periodos prolongados. La atracción se produce principalmente a partir del olor. Las especies de roedores difieren en gran medida en algunos aspectos de su conducta reproductora, y en el curso de esta descripción mencionaremos algunos ejemplos de esta diversidad. Durante la copula el macho monta a la hembra por detrás, agarrando sus flancos con las patas delanteras. Si la hembra es receptiva permanece así adopta una postura que facilita la intromisión; en esta postura femenina se elevan los cuartos traseros y se mueve la cola hacia un lado.

Conducta reproductora de la mosca de la fruta.

El estudio de la mosca de la fruta, genero Drosophila, ha sido extremadamente importante para el avance de la genética; se ha estudiado extensamente la herencia tanto características anatómicas como conductuales, y conocemos con gran detalle el cortejo y la conducta copulatoria de varios subgéneros y especies de Drosophila. Además de proporcionarnos información genética sobre los patrones de apareamiento, las descripciones de esta conducta en la Drosophila nos proporcionan un ejemplo de conducta compleja, relativamente estereotipada en un animal y muestran una conducta de apareamiento mediada en parte por quimiorreceptores.

Conducta reproductora humana

En la mayoría de las especies de mamíferos, incluyendo los primates no humanos, el macho monta a la hembra desde atrás, pero entre los humanos son más comunes las posturas cara a cara. Ha sido descrita una gran variedad de posturas coitales, particularmente en oriente. Muchas parejas varían sus posturas en cada sesión o incluso en el transcurso de una relación. La variedad de la conducta reproductora, inter e intraindividuos, es una característica que diferencia a los humanos de otras especias. Ambos sexos presentan cuatro fases: aumento de la excitación, meseta o plataforma orgásmica, orgasmo y resolución. Pese a esa similitud básica entre la respuesta femenina y la masculina, existen algunas diferencias típicas. Una diferencia importante es la gran variedad de secuencias comúnmente observada en la mujer. Mientras los hombres presentan un solo patrón masculino básico, las mujeres tienen tres patrones típicos. La segunda gran diferencia entre los sexos es que la mayoría de hombres, pero no las mujeres, presentan una fase refractaria absoluta tras el orgasmo. La mayoría de los hombres son incapaces de conseguir una erección completa y otro orgasmo hasta que ha transcurrido cierto tiempo; el intervalo varía desde algunos minutos hasta horas, dependiendo de diferencias individuales y de otros factores. Muchas mujeres pueden tener orgasmos múltiples en rápida sucesión.

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