Trabajo De Parto
Enviado por fabiolalopez • 31 de Marzo de 2014 • 1.754 Palabras (8 Páginas) • 278 Visitas
Pérdida del tapón mucoso
El tapón mucoso es una secreción gelatinosa teñida de sangre, colocada en el cuello del útero, que sirve de barrera entre la cavidad uterina y la vagina. La pérdida del tapón mucoso supone una primera manifestación de la dilatación del cuello uterino, pero no constituye una señal de parto inequívoca, ya que el parto, si bien suele producirse pasadas solamente unas horas, también puede retrasarse hasta algunos días después de la pérdida del tapón mucoso.
Rotura de aguas
Se caracteriza por la salida a través de la vagina de líquido templado, sin tener necesariamente contracciones. El líquido perdido es el amnios, el mismo en el que el niño ha crecido durante los nueve meses de embarazo. Se trata de una de las señales más evidentes del inicio del parto.
Contracciones
La contracción es debida a un endurecimiento del útero. Se inicia en su parte más alta (el fondo del útero) para extenderse después a todo el órgano. Las fibras musculares uterinas, que están dispuestas de forma longitudinal, pueden compararse con una goma, debido a su capacidad de alargarse y de contraerse.
Cuando se contraen, hacen que también se contraiga el cuello del útero, que comienza a modificarse al estar sometido a continuados y rítmicos estiramientos y contracciones.
Cada contracción se inicia, aumenta y alcanza su ápice, para después disminuir hasta desaparecer por completo. Durante el mes anterior al parto, la madre puede tener algunas contracciones, que son como un ensayo general del cuello del útero, en vistas a la dilatación necesaria para que el niño pueda pasar a través de él (unos 10 centímetros).
Características de las contracciones de parto
Las contracciones de parto se presentan a intervalos regulares. Al principio, cada veinte minutos, después, cada cuarto de hora y, al final, cada 10 y 5 minutos. Sin embargo, sólo se deberá acudir a la clínica o al hospital cuando sean muy frecuentes.
Son intensas y dolorosas. Cuando se presentan estos dos aspectos, conviene tener un reloj al alcance de la mano. Algunas veces, las contracciones dejan de sentirse al cabo de poco tiempo y sólo se trata de una falsa alarma. Por ello, sólo cuando hace dos horas que se repiten a intervalos de cinco-diez minutos y con una duración de 40 segundos, ha llegado el momento de ir a la clínica o al hospital.
• Se presentan a intervalos regulares. Al principio, cada 20 minutos, después, cada cuarto de hora y, al final, cada 10 y 5 minutos. Sin embargo, sólo se deberá acudir a la clínica o al hospital cuando sean muy frecuentes.
• Son intensas y dolorosas. Los picos de dolor se alternan con pausas de ausencia de sufrimiento y el organismo de la madre produce endorfinas y encefalinas, sustancias que inhiben el dolor y permiten soportarlo con más fuerza y coraje.
Otras señales de parto
Existe otra serie de mecanismos generales, que son los responsables de iniciar el parto. Por ejemplo, las modificaciones hormonales en la madre y el niño, como la liberación de determinadas sustancias (entre las cuales se encuentran las prostaglandinas), que provocan síntomas parecidos a los del síndrome premenstrual: variaciones de humor, hinchazón del vientre y calambres, hinchazón y tensión en el pecho.
Otro síntoma que puede indicar el parto inminente es la somnolencia o variación en los ritmos de sueño durante el embarazo y vigilia. Por último, "el abdomen duro"o la sensación de tener el vientre tenso como una piedra. Si pasados cinco minutos desde el momento en que se ha manifestado este síntoma, se siente un dolor agudo, aunque sólo sea poniendo la mano encima del vientre, deberá acudirse rápidamente a la clínica o al hospital.
El dolor de parto
La percepción del dolor del parto es muy subjetiva y, no en vano, cada mujer describe de forma distinta el sufrimiento que ha experimentado al dar a luz a su pequeño.
• ¿Qué distingue al dolor del parto de otros tipos de dolor? En primer lugar, su ritmo, puesto que está caracterizado por continuas contracciones y expansiones, malestar y bienestar, aceleraciones y ralentizaciones. Este ritmo tiene la función de favorecer la adaptación gradual de la mamá y del niño al trabajo del parto y, por lo tanto, a la intensificación del dolor.
• Los picos de dolor se alternan con pausas de ausencia de sufrimiento y el organismo de la madre produce endorfinas y encefalinas, sustancias que inhiben el dolor y permiten soportarlo con más fuerza y coraje.
• En el origen del dolor del trabajo se encuentra el estiramiento del cuello del útero, que se encoge y se dilata para favorecer el paso del feto, creando así el denominado canal del parto.
• Los ligamentos del útero sufren un estiramiento, mientras que las articulaciones de la pelvis y las raíces nerviosas de la zona lumbo-sacra se comprimen.
• En el período de expulsión, en cambio, el dolor se debe a la dilatación, al estiramiento y a la distensión del periné y de la vulva, y su intensidad es proporcional a la contractura de estas partes.
Segundo embarazo: parto natural
Recurrir al parto natural permite llenar el sentimiento de "vacío" que, a menudo, produce la experiencia de la anestesia de la cesárea. También, evita sufrir un segundo corte en el útero, lo que contribuye a preservar su elasticidad, sobre todo en vistas a nuevos
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