Trastornos del habla o problemas de habla: Dislalia
monsezamanoTesina15 de Enero de 2013
3.934 Palabras (16 Páginas)681 Visitas
Dislalia: es el trastorno de algún o algunos fonemas, ya sea por ausencia o alteración de algunos sonidos concretos del habla, o por la sustitución de éstos por otros, de una manera inadecuada, improcedente, en personas que no muestran patologías comprometidas con el Sistema Nervioso Central, ni en los órganos fonoarticulatorios a nivel anatómico.
En las dislalias suele haber dificultades de percepción y organización espacio-temporal y también una insuficiente diferenciación acústica, sin llegar a ser un diagnostico de Hipoacusia.
Si se suman un número importante de dislalias, el mensaje puede llegar a ser ininteligible.
Para denominar los distintos errores que se dan en la dislalia, se utilizan las terminaciones del nombre griego del fonema afectado, con la terminación "tismo" o "cismo", por ejemplo: del fonema /s/ (sigmatismo), del fonema /d/ (deltacismo), etc.
Existen factores que predisponen la dislalia, como son, por ejemplo: trastornos de carácter afectivo (falta de cariño, exceso de estimulación por parte de los padres, familias conflictivas, etc. Generalmente, los niños/as suelen ser tímidos o agresivos, distraídos, poco motivados, con bajo rendimiento escolar, etc.
La intervención de las dislalias se deberá hacer lo más pronto posible.
Referencias
Bustos, I. Discriminación auditiva y logopedia. Ed. Cepe. Madrid, España. 1984.
Pascual, P. La dislalia. Ed. Cepe. Madrid, España. 1988.
Valles, A. Prueba de articulación de fonemas. Ed. Cepe. Madrid, España. 1990.
Peña Casanova, J. Manual de logopedia. Ed. Masson. Barcelona, España. 1990.
TRASTORNOS EN LA ARTICULACIÓN
1-Definición: alteración permanente en la producción de determinados sonidos debido fundamentalmente a dificultades motrices, sin causa orgánica afecta generalmente a aquellos sonidos que se adquieren más tardíamente en la evolución normal.
• El término dislalias se utiliza para denominar los retrasos o trastornos del habla en los que se manifiesta dificultades en la producción.
• Si es solamente un fonema el afectado hablaremos de dislalias simple. Si son más los fonemas alterados, denominaremos este cuadro dislalias múltiples.
• Se trata de la demanda más frecuente de los maestros ante el logopeda. Es importante la intervención de las dislalias lo más pronto posible.
• Por otro lado, al comenzar el aprendizaje de la lectoescritura el niño/adislálico presenta una serie de problemas que difícilmente podrán ser solucionados sin una intervención logopédica que corrija sus errores articulatorios.
Introducción
Hemos encontrado, con mucha frecuencia, niños presentando diversas dificultades con respecto al desenvolvimiento del lenguaje.
Tales dificultades caracterizan los llamados atrasos o retardos de asimilación del lenguaje. También hemos conocido un gran número de niños cuyos problemas, en términos comunicativos, están más concentrados en el habla, caracterizando los disturbios del habla o de la articulación. Por otro lado, ha sido igualmente posible encontrar niños que presentan dificultades más generales que afectan tanto el lenguaje como el habla, o sea, disturbios del lenguaje acompañados de alteraciones del habla.
Aunque sea posible clasificar ciertos disturbios como alteraciones del habla y otros como alteraciones del lenguaje, esa distinción no parece ser tan simple. Para muchos fonoaudiólogos, ni siempre está claro el tipo de dificultad que el niño puede realmente tener. Ha sido frecuente observar niños que presentan retardos, muchas veces severos, en la asimilación del lenguaje, siendo tratados como si tuviesen un disturbio articulatorio, a través de ejercicios de motricidad oral. Si procedemos así, estamos reduciendo el proceso de desenvolvimiento del lenguaje a una simple capacidad de producir sonidos o de mover los órganos articuladores. Por otro lado, también hemos presenciado situaciones en las cuales los disturbios articulatorios han sido tratados como problemas de “lenguaje”, estimulándose al niño en términos de habilidades lingüísticas generales, como si esto, automáticamente, garantizase el aprendizaje de los fonemas que el niño, hasta entonces, no conseguía adquirir.
En realidad, se tiene la impresión de que la confusión con respecto al problema que puede estar ocurriendo proviene de la falta de una mayor claridad en lo que se refiere a lo que el lenguaje es, a lo que es el habla, a cuáles las relaciones entre habla y lenguaje y lo que pueden significar para el desarrollo de las capacidades comunicativas del niño. Y ésta es una diferencia fundamental, una vez que confusiones de este tipo pueden conducir a terapias también confusas y a resultados poco favorables.
Cuando hablamos de lenguaje verbal nos referimos al uso convencional de palabras habladas o escritas teniendo por objetivo la comunicación interpersonal. Ese uso envuelve la asimilación o el dominio de una serie de aspectos lingüístico-comunicativos, entre los cuales está incluido el habla. Más específicamente, el lenguaje dice respecto a factores pragmáticos, formales o semánticos, estos últimos ligados al contenido.
Aspectos del lenguaje
En términos generales, este esquema nos hace pensar en los aspectos o factores lingüísticos que el niño que está desenvolviendo el lenguaje precisa dominar.
1. Aspectos pragmáticos
El niño precisa tener una razón o motivación para comunicarse, o sea, debe tener una intención. Estamos hablando de los aspectos pragmáticos del lenguaje, o sea, de la función de la comunicación, del porqué de comunicarse, de las intenciones que se están exponiendo. Las principales funciones que pueden atribuirse a la comunicación del niño son:
•Función reguladora: la comunicación que tiene por objetivo obtener alguna cosa o satisfacer una necesidad. El niño se comunica porque desea manifestar algún deseo, que puede ser, por ejemplo, un objeto o una acción.
•Función social: la comunicación tiene por objetivo llamar la atención de las personas o seguir llamando la atención, por ejemplo, cuando el niño saluda a las personas, pide permiso para hacer algo o quiere, simplemente, atraer la atención sobre sí mismo.
•Función de mantener la atención conjunta: la comunicación, en estos casos, tiene por objetivo llamar y prender la atención de las otras personas para garantizar una experiencia compartida. Es lo que sucede cuando el niño atrae la atención del adulto para algo que está pasando, cuando hace comentarios sobre las cosas, o cuando quiere hacer algo junto con el otro. También presentan estas funciones las preguntas que los niños hacen con respecto a las cosas en general, sea para saber el nombre, para comprender cómo funciona o apenas para obtener informaciones como, por ejemplo, el lugar donde está el juguete.
Para que podamos tener una idea, con relación a la patología del lenguaje, los disturbios que pueden afectar la función pragmática tenderán a traer, como consecuencia, alteraciones de los usos y de las funciones del lenguaje, o de la comunicación en general. Ése es el caso de los niños que presentan cuadros psicóticos, en particular el autismo, en el cual se observa una carencia grande de intencionalidad comunicativa, principalmente de las funciones sociales y de atención conjunta. Tenemos la impresión de que faltan motivos para que el niño busque y mantenga la comunicación, por eso este tipo de disturbio adquiere aspectos emocionales, comportamentales y sociales, caracterizándose como una gran dificultad para la interacción social.
2. Aspectos semánticos, relativos al contenido
No basta que haya un deseo de comunicarse, es necesario que exista también algo para ser comunicado, o sea, un contenido.
Nosotros tenemos ideas, sentimientos, conceptos, deseos y emociones, y es exactamente de eso que hablamos: de nuestras cosas, de nuestras experiencias, ideas, deseos, etc. Éste es el contenido que el lenguaje expresa a través de las relaciones semánticas o de los significados que poseen las palabras. Buscamos las palabras que pueden expresar todo lo que pasa en nuestra vida mental, y esto debe ocurrir de una forma significativa, o sea, de modo que sea comunicable, que tenga sentido para nuestro interlocutor.
Estamos hablando de sentido, de significados, los que, obviamente, no dependen únicamente de habilidades lingüísticas.
Somos capaces de hablar sobre lo que comprendemos, sobre lo que sentimos y, sobre todo, sobre lo que se torna consciente para nosotros. Vemos, de esta forma, que este aspecto del lenguaje está ligado también a factores cognitivos, envolviendo la propia elaboración del pensamiento, más específicamente, la formulación de ideas a través de palabras.
En términos de patología del lenguaje, este aspecto del contenido puede estar afectado en las afasias, evidenciándose en las alteraciones de naturaleza semántica y en las dificultades generales de formulación verbal. Se puede encontrar aún con perjuicios en los casos de enfermedades neurológicas degenerativas, o hasta lesiónales, que afectan la capacidad cognitiva.
Podemos observar también alteraciones ligadas al contenido en los disturbios psiquiátricos cuya manifestación verbal, revelando una ruptura con la realidad, puede darse en términos de pérdida del sentido o de la coherencia del discurso, como sucede en los cuadros esquizofrénicos.
Este aspecto del lenguaje puede estar perjudicado también en las
...