La narracion Oral y la literatura

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1. Considero que la lectura y la literatura incide en las personas.

La lectura y la literatura nos posibilitan abrir nuevas fuentes de conocimiento, inciden en el desarrollo del vocabulario, la compresión de conceptos; el conocimiento de cómo funciona el lenguaje escrito y la motivación para querer leer. Los textos literarios enseñan  pensar solo con palabras, permiten elaborar un modelo mental del más rico y un vocabulario con el cual hablar sobre ello. Eso no puede ser sustituido en la formación del ser humano ni en sus relaciones, porque es esencial para el desarrollo, para la plenitud,  porque los seres humanos lo necesitamos para poder conservar nuestra condición de humanos.

La lectura ayuda al desarrollo  perfeccionamiento del lenguaje. Mejora la expresión oral y escrita.

1. La Narración oral es aquel arte milenario que consiste en relatar o contar cuentos, historias, leyendas.

La narración oral es un acto de sabiduría, renueva el conocimiento milenario que vibra en cada cuento. Tiene un fin y un valor en si mismo y no podemos dejar de reconocer que es además una herramienta indispensable en la formación de los niños.

Cuando contamos un cuento, comprobaremos que se produce un acto de comunicación profunda, en el que juegan muchos elementos: la voz en el espacio contactando la sensibilidad, la mirada provocando un nexo intimo, el gesto y la palabra complotados para emocionar. Y esa comunicación, ligada al placer y al afecto, se vuelve imborrable.

1. La narración oral es un arte  como todo arte tiene una finalidad en si misma. Algunos de los objetivos que se cumplen cuando contamos:

• Se estimula y desarrolla la escucha.
• Se enriquece el vocabulario.
• Se desollara la imaginación.
• Se mejora la expresión oral y escrita.
• Se propicia el acercamiento a los libros.

Además se cumplen otros objetivos:

• Se desarrolla la sensibilidad.
• Se movilizan emociones profundas .
• Se establecen lazos afectivos.
• Se provocan interacciones grupales.

Y también la narración contribuye a que:

• Se resuelvan conflictos y angustias.
• Se eliminan temores.
• Se anticipen situaciones.
• Se estimule el pensamiento filosófico.
• Se desarrolle la comprensión de la realidad.

El contar cuentos a los niños cubre necesidades profundas que tienen que ver con la formación integral del ser humano y que repercuten en su psiquis, en sus emociones, en sus conocimientos, en su afectividad y en sus vínculos interpersonales.

1. No es lo mismo contar que leer. Muchas veces, se cree que estos términos se refieren a la misma práctica, de mostrar a los niños el mundo de los libros.

Leer y contar un cuento, son términos que están relacionados, pero tienen características totalmente diferentes. Ni la dramatización de un cuento, ni la lectura del mismo tienen el mismo recibimiento, por parte de los chicos, que escuchar un cuento bien narrado.

El público siente que la narración oral es un hecho vivo, que llega con la fuerza de lo real.  No obstante, es sabido que por distintas causas, el docente muchas veces recurre a la lectura de un cuento en lugar de narrarlo oralmente. Esto es valido, pero no debemos olvidarnos de dos cosas importantes.

• Si optamos por leer el cuento, deberá hacerse a través de una lectura expresiva, similar a la narración. Manejar sugerencias de voces, tonos, intencionalidades del lenguaje, pausas de expectación.
• No debemos olvidar que el narrar oralmente es un hecho irrepetible, necesario e indispensable  que debemos realizarlo con frecuencia, además de las lecturas que decidamos hacer.

1. Características y Recursos del Narrador

Un narrador deberá ser capaz de imaginar, de “ver” lo que cuenta, de tenerlo dentro de si, para poder transmitirlo con precisión.

Las características básicas de un buen narrador serian:

• La capacidad para visualizar lo que cuente.
• La precisión y certeza con la que relate.
• La habilidad para manejar la voz.
• La destreza para manejar el cuerpo.
• El genio para transmitir apasionadamente un relato.
• La capacidad de manejar la mirada.
• La inteligencia de saber escoger las palabras propias.
• La destreza de hilvanarlas con los gestos.

En el acto de narrar se ponen en juego todos los recursos expresivos y comunicativos del narrador, pero también cabe mencionar que algunos narradores utilizan recursos externos o complementarios para enriquecer los relatos.

Los recursos propios del narrador pueden dividirse en:

Códigos verbales: La voz: respiración correcta, volumen y articulación. Intencionalidad y matices. Ritmo: velocidad, duración, pausa.

Códigos no verbales: Posturas y movimientos corporales. Uso de gestos y ademanes. La mirada. La energía, la emoción, la pasión.

1.  Mucho se discute acerca del concepto de “literatura infantil”  de la clasificación de la misma. Para aclarar un poco este concepto, se reproducen a continuación las opiniones de algunos autores:

“Establecer un genero literario de acuerdo al tipo de receptor a quien se destina no resulta un procedimiento apropiado dentro de una verdadera teoría de la literatura.”

“Lo especifico de la literatura infantil no es alimentar al niño con una versión del mundo a su nivel. Lo que la caracteriza es haber convertido en rasgo estilístico la forma singularmente creativa que tienen los chicos de mirar, relacionarse con el mundo y expresarlo. Todo esto interpretado, contado y organizado por un adulto especializado en  estéticos trajines con el lenguaje. Un adulto que, si es un autentico creador, no vacilara en singular su discurso volcando en el toda su vida de sus ilusiones a sus terrores para configurar una obra única y personal para nada inferior a la de quienes escriben para adultos, pero que, estilísticamente, será reconocible como parte del universo estético infantil”.

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