Antologia De Lecturas
Enviado por dantesandoreve • 20 de Junio de 2014 • 4.258 Palabras (18 Páginas) • 208 Visitas
“Leer de a de verás es una tarea que ocupa
toda una vida; siempre es posible hacerse día con día un mejor lector”
PRESENTACIÓN.
La lectura es el instrumento esencial para la mayor parte de los aprendizajes que ofrecen la escuela y la vida. La lectura es la entrada a la cultura escrita, y sobre la cultura escrita se ha levantado nuestro mundo. Leyendo podemos aprender cualquier disciplina y abrirnos múltiples oportunidades de desarrollo, lo mismo personal que comunitario. Una población lectora es una población con mayores recursos para organizarse y ser productiva.
La aspiración es que nuestra escuela forme lectores que lean por voluntad propia; personas que descubran que la lectura es una parte importante de su vida y que, a través de la lectura, desarrollen el pensamiento abstracto, la actitud critica y la capacidad de imaginar lo que no existe. Personas capacitadas para ser mejores estudiantes, pues sabemos que, en general, el fracaso o el éxito escolares tienen una relación directa con las capacidades lectoras de cada alumno.
Por todo lo mencionado anteriormente en nuestra Escuela Secundaria Técnica No. 28, nos hemos dado a la tarea de elaborar la presente antología con la finalidad de que el maestro cuente con un texto para leer a sus alumnos cada día del ciclo escolar. Los textos recopilados se caracterizan por su variedad de temas y géneros, así como su atención a los valores. Así mismo reforzar el Programa Nacional de Lectura, para impulsar el desarrollo de las competencias comunicativas de los alumnos, de manera enfática en la lectura y escritura. Para ello se pretende emprender las siguientes acciones:
• Lectura de los maestros ante el grupo como primera actividad del día. En voz alta, para que sirva de modelo, que muestre al grupo cómo se lee, cómo se da sentido y significado a un texto.
• Veinte minutos de lectura individual tres días a la semana.
• Veinte minutos de escritura libre dos días a la semana.
Hace mucho tiempo, los únicos soldados que tenían uniforme eran los guardias de los palacios y los que escoltaban a personas importantes. Tal vez viste en alguna película cómo eran: de colores brillantes, con adornos dorados o plateados, con puntillas. El resto de los soldados, que eran muchos más, se ponían cualquier cosa. A medida que los ejércitos se fueron formando, los países comenzaron a fabricar la ropa para sus soldados. La idea de vestir a todos igual fue solo para simplificar las cosas: se compraban las telas, se las mandaban a cortar, coser y adornar y ¡listo el uniforme! Aunque estaban todos iguales, los trajes que usaban los soldados no tenían nada que permitiera reconocer de qué país eran. Por eso, a medida que pasó el tiempo, cada país les agregó a sus uniformes adornos y detalles especiales: los italianos se ponían unos cascos con plumas, los polacos usaban zapatos muy puntiagudos, y los escoceses vestían faldas (¡sí faldas!).
Obviamente, este decorado era carísimo y, por supuesto, tremendamente incómodo. ¿Te imaginas a un soldado huyendo del enemigo tratando de que no se le caiga el casco con plumas? ¿Te das una idea de lo que debe ser trepar una montaña con botitas con punta? ¿Y andar con faldita por la nieve? Hace unos cien años, los modistos militares empezaron a diseñar uniformes con una idea distinta: que fueran cómodos, prácticos, baratos y duraderos. Un tiempo después, cuando se desató una guerra terrible en la que pelearon un montón de países, a los franceses se les ocurrió algo más: vestirse con los colores de la tierra y de las plantas, para que sus enemigos no pudieran descubrirlos fácilmente. Y ocultaron sus armas y sus campamentos con plantas y telas de los mismos colores, para que no los vieran desde el aire.
En poco tiempo, todos los países copiaron el camuflaje de los franceses, y abandonaron definitivamente los uniformes vistosos y decorados. A propósito, ¿sabes por qué se llama camuflaje? Porque, en francés, Camoufler significa disfrazar.
¿Qué les parece? ¿Han visto cómo son ahora los uniformes que llevan los soldados? ¿Y los policías? ¿Quién se ha fijado? ¿Qué llevan? Las armas han cambiado mucho, y los uniformes también.
Cada generación tiene sus propios héroes, pero hay leyendas que superan el paso del tiempo. Entre los ídolos más reconocidos están Tarzán López, un maestro en el estilo clásico al ras de lona; el Murciélago Velásquez, un día escondió pequeños murciélagos bajo su capa y los soltó frente al público; Black Shadow, que a pesar de haber perdido su máscara tuvo siempre a la gente de su lado; Tonina Jackson hizo las delicias del público infantil en los años cincuenta; El Santo cambió de bando debido al cariño de los niños; Blue Demon siempre estuvo a la altura del plateado; el Cavernario Galindo ganó el nombre del rudo del milenio; Wolf Ruvinskis combinó el teatro con la lucha y produjo películas en las que interpretaba personajes complicados; Mil Máscaras, que además de triunfar en los Estados Unidos llevó su fama a América del Sur, al igual que el Huracán Ramírez; el Perro Aguayo cautivó también a las señoras y heredó sus botas y carisma a su hijo, Gori Guerrero, que junto a El Santo llevó el apodo de La Pareja Atómica; André el Gigante luchaba él solo contra tres contrincantes; El Solitario fue el orgullo de su natal Jalisco y se hizo llamar de estilo universal (ni rudo ni técnico); El Satánico, que encabezaba la escuela de Los Infernales; El electrizante Shocker, que de la máscara pasó al antifaz conservando su estilo; Brazo de Plata luego de perder su máscara ganó tantos kilos como para reinventar su personaje; Dr. Wagner Jr. lleva el nombre de su padre en lo alto y ha conquistado al público en Japón; Vampiro Canadiense muestra cómo se puede llegar a querer a un extranjero en nuestra tierra; el Hijo del Santo reafirma que una leyenda puede continuarse por méritos propios y Blue Demon Jr. demuestra que siempre estará para poner en su sitio al Heredero de Plata; L.A. Park por su vestuario y estilo alcanzó fama en los Estados Unidos, y aquí en México cada vez es más popular. La lucha es infinita y su historia se escribe cada vez que las luces se encienden sobre el ring.
Todos los pueblos de la antigüedad le dieron nombres a los astros
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