CAMBRIDGE
Enviado por charliekapp • 14 de Abril de 2015 • Informe • 1.025 Palabras (5 Páginas) • 197 Visitas
CAMBRIDGE – El próximo año será el cien aniversario del nacimiento de Milton Friedman. Friedman fue uno de los principales economistas del siglo XX, galardonado con el Premio Nobel que hizo notables contribuciones a la política monetaria y a la teoría del consumo. Sin embargo, será recordado sobre todo como el visionario que ofreció el motor intelectual a los entusiastas del libre mercado durante la segunda mitad del siglo, y como la eminencia gris detrás del cambio espectacular en las políticas económicas emprendidas después de 1980.
En un momento en que el escepticismo en los mercados es galopante, Friedman explicó en un lenguaje claro y accesible que la empresa privada es el fundamento de la prosperidad económica. Todas las economías exitosas están basadas en el ahorro, el trabajo duro y la iniciativa individual. Se oponía a la regulación gubernamental que obstaculizaba la iniciativa empresarial y limitaba los mercados. Lo que Adam Smith fue para el siglo XVIII, Milton Friedman lo fue para el siglo XX.
Mientras se transmitía la histórica serie televisiva de Friedman “Free to Choose” en 1980, la economía mundial atravesaba una singular transformación. Inspirados por las ideas de Friedman, Ronald Reagan, Margaret Thatcher y muchos otros dirigentes gubernamentales empezaron a eliminar las restricciones y regulaciones del gobierno que se habían establecido a lo largo de las décadas precedentes.
China se apartó de la planificación centralizada y permitió que florecieran los mercados –primero de los productos agrícolas y, finalmente, de los productos industriales. América Latina redujo drásticamente sus barreras comerciales y privatizó sus empresas estatales. Cuando cayó el Muro de Berlín en 1990, no había ninguna duda de que dirección tomarían las antiguas economías controladas: la del libre mercado.
Sin embargo, Friedman también dejo un legado menos feliz. En su entusiasmo por promover el poder de los mercados, trazó una línea muy clara entre el mercado y el Estado. En efecto, presentó al gobierno como el enemigo del mercado. Por consiguiente, nos impidió ver la clara realidad de que las economías exitosas son, de hecho, mixtas. Por desgracia, esa ceguera sigue afectando a la economía mundial en el periodo posterior a una crisis financiera que se originó, en gran parte, porque se permitió que los mercados financieros funcionaran libremente.
La visión de Friedman subestima en gran medida los requisitos institucionales de los mercados. Simplemente dejemos que el gobierno haga cumplir los derechos de propiedad y los contratos y ¡presto!, los mercados pueden operar su magia. De hecho, el tipo de mercados que necesitan las economías modernas no se crean, regulan, estabilizan y legitiman a sí mismos. Los gobiernos deben invertir en redes de comunicación y transportes; contrarrestar la asimetría de la información, las externalidades, y un poder de negociación desigual; moderar los pánicos financieros y las recesiones; y dar respuesta a las demandas populares de redes de seguridad y prestaciones sociales.
Los mercados son la esencia de la economía de mercado en el mismo sentido que los limones son la base de la limonada. El jugo de limón solo no se puede beber. Para hacer una buena limonada se necesita mezclarlo con agua y azúcar. Por supuesto, se si pone mucha agua en la preparación
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