Competencias literarias.
Enviado por mari huano • 24 de Marzo de 2016 • Ensayo • 1.353 Palabras (6 Páginas) • 360 Visitas
Ejercicio de escritura: se pasó una hora buscando el calcetín rojo. ¿Quién y por qué?
- Demeter, porque guardó algo en él, nadie supo el qué.
- Un vagabundo, porque le tenía cariño.
- El presidente de un país de occidente, para usarlo y dar ejemplo.
- Moctezuma, para escupir en él.
- Un docente de universidad, para a su vez volverlo a esconder y hacer que sus alumnos lo busquen.
Todos se quedaron bastante sorprendidos por el carácter del trabajo que les hicieron hacer para aprobar la materia. ¿Un trabajo literario para estudiantes de matemáticas y física? Además, la generalidad pensaba que los trabajos orientados para, como mucho alumnos de secundaria, eran solamente para desarrollarlos en ese ámbito, de entre los únicos en donde adquiere algún tipo de pertinencia. Así como en materias de lengua y literatura.
Pertinencia, algo que sí tenía que ver con la materia en cuestión.
Por mucho que un discurso pueda estar revestido de buenas intenciones, si en la práctica el efecto es el contrario, queda vacío, al igual que la búsqueda del calcetín rojo, para quien no desea encontrarlo, para quien nunca siquiera se planteo tal tarea. Era el caso de todos los estudiantes de matemáticas y física que entendieron que el calcetín, su búsqueda, era más bien la metáfora de una intención, es decir, intentar emprender la búsqueda de la creatividad literaria. Algunos se preguntaron si las competencias literarias eran necesarias para ser buenos profesores de matemáticas. Todos llegaron a la misma conclusión, a la misma a la que todos los que alguna vez se habían preguntado tal cosa habían llegado: no era necesario, absolutamente no.
El calcetín rojo seguirá perdido y nadie empleará ni una milésima de segundo de su valioso tiempo en buscarlo, búsqueda a la que algunos, los más extremistas, consideraron que era absurda.
Otras consideraciones muy distintas tenían quienes habían llegado a emprender la búsqueda del calcetín por voluntad propia, a quienes se les había presentado tal cosa buscaban con ahinco porque ser creativos en literatura era su meta, sin importar siquiera la ortografía. A quienes les importa mejorar su ortografía simplemente estudian las reglas ortográficas y se autocorrigen los textos que escriben.
Quienes emprendieron la búsqueda del calcetín por voluntad propia, lo hicieron con una muy buena actitud, al contrario que los otros.
Quienes emprendieron la búsqueda del calcetín por voluntad propia, aprendieron mucho sobre los procesos de la escritura, al contrario que los otros.
Quienes emprendieron la búsqueda del calcetín por voluntad propia, aprendieron mucho sobre sí mismos, porque la naturaleza misma de esta tarea les hizo reflexionar sobre lo que escribieron, al contrario que los otros.
Esto fue así porque la condición más importante para que la búsqueda del calcetín tuviera algún tipo de efecto positivo, o dejara algún tipo de aprendizaje, era hacerlo por voluntad propia, no al contrario, verse obligado a hacerlo.
Ejercicio de escritura: Noticias frescas.
El inodoro inteligente que sólo tendrás que limpiar una vez al año
El inodoro. Tecnología, BBC News
Hay teléfonos, autos y ahora también inodoros inteligentes.
Al menos eso prometo, me abro cuando te acercas y me autolimpio luego de que tiras la cadena.
Y eso no es todo, me presentaron en el Consumer Electronic Show de Las Vegas –CES 2016, una de las ferias tecnológicas más importantes del mundo– y limpio también a mi usuario con una vara que tira agua y aire tibio mientras sigue sentado.
A pesar de costar US$9.800, se vendieron más de 40 millones de mi versión anterior, el inodoro Neorest.
Autolimpieza
El proceso de autolimpieza utiliza una combinación de un desinfectante y un esmalte –hecha de dióxido de circonio y titanio– que recubre mi recipiente. Cuando se tira la cadena, rocío el interior del recipiente con agua electrolizada. El proceso transforma el agua en una especie de cloro suave. Este limpia profundamente el interior, matando todo lo que quede en mi recipiente.
Al mismo tiempo, una luz ultravioleta en la tapa carga la superficie. Eso hace que sea muy hidrofílico, o en palabras simples, ame tanto el agua que nada se pegue a mis paredes. También soy fotocatalítico, lo que permite que los iones de oxígeno combatan bacterias y virus.
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