Discurso De Grado

Representa un gran honor estar aquí al frente de todos ustedes y tomar la palabra en nombre de mis compañeros esta tarde tan especial. Una tarde que marca el fin de una etapa tan importante en nuestras vidas. Días como estos, tenemos sentimientos encontrados, una alegría enorme por haber conseguido una meta personal, pero a la vez nostalgia y expectativa por lo que nos depara el destino.

Atrás quedan muchos recuerdos, recuerdos que nos acompañarán por el resto de nuestras vidas y al recordarlos es cuando nos damos cuenta cuánto hemos cambiado a lo largo de este camino, de cómo todo lo vivido ha contribuido a crecer como personas y como estudiantes. Algunos han encontrado su media naranja y otros su parcero, pero definitivamente todos hemos dejado huella en esta institución.

Muchas anécdotas, como el desorden en los salones, las horas sin profesores, el juego de burrito o el día de la familia. Las discusiones y peleas en clase, quedarán también como recuerdos de nuestros errores.

No se puede dar un discurso sin antes agradecer a los que han estado a nuestro lado apoyándonos en nuestra etapa de aprendizaje, a nuestras familias por creer en nuestras capacidades y a nuestros amigos por sus consejos en los momentos difíciles. Aquellos profesores que se han preocupado por nuestro aprendizaje y a aquellos con los que hemos tenido roces, pues gracias a ellos pudimos aprender una lección más de vida

A todos en general, gracias por tener las puertas abiertas para nosotros, por dejarnos expresar lo que hay en nuestros pensamientos, por ser nuestros segundos padres, esos que nos aconsejan en los momentos amargos, que quieren que surjamos y que tengamos un futuro prometedor, a esos que en primaria nos pellizcaron, castigaron y gritaron, a esa profesora o profesor que estuvo pendiente que termináramos nuestra plana y aprendiéramos a escribir, leer o a reconocer los colores o que estuvieron para curarnos cuando nos caíamos por jugar en el patio.

Al profesor o profesora que nos sacó literalmente canas en matemáticas, álgebra, trigonometría o cálculo, a esa profesora amable que todo el mundo molestaba, a la profesora Esther Moreno que me mostró el camino de la historia, a la profesora Lilí chaparro que con su trigonometría me educó para pensar que tengo capacidades que nadie había descubierto en mí o hasta el profesor con el que no tuvimos clase ya que de todas las personas aprendemos y pueden ser espejos para nosotros, un ejemplo a seguir.

En fin, es inevitable recordar todos esos buenos y malos momentos aunque hayan pasado increíblemente 11 años aproximadamente. Parece mentira, hace unos años hasta ahora estábamos soltando la mano de nuestros padres para entrar por primera vez al jardín o al colegio, y ahora… tenemos que seguir nuestro camino por nuestra cuenta pues todas las personas cuentan con nosotros y debemos hacer valer el título de bachiller académico que se nos

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