Discurso De Grado
Enviado por laum1569 • 9 de Diciembre de 2013 • 1.617 Palabras (7 Páginas) • 436 Visitas
DISCURSO DE GRADO
Buenas tardes Hermana Carolina Lourdes Fuentes Garrido, rectora de la Institución, señores y señoras integrantes del Comité Directivo, profesores, padres de familia, amigas de la generación 38.
Hoy recuerdo como si hubiera sido ayer, cuando hace 11 años estábamos en la entrada del colegio cerca de 70 pequeñitas, deseosas de conocer el lugar que iba a hacer nuestro segundo hogar; algunas temerosas porque ya no íbamos a estar con mami o con papi, otras en cambio, tranquilas pensaban en cuantas amigas iban a conocer y cosas nuevas por aprender; pero les dijo un secreto… quienes realmente estaban más asustados era nuestros papitos, ya que dejaban las niñas de sus ojos, esas pequeñas que hasta ahora estaban todo el día en casa, y ahora tenían que separarse para explorar nuevas cosas, en ese fabuloso mes de septiembre del año 2000 y allí fue donde comenzamos un largo camino, lleno de alegrías, sacrificios, triunfos, risas y tristezas pero sobre todo el principio de una maravillosa, perdurable, transparente y bella amistad.
En el colegio estaban la hermana Pilar, y las extraordinarias profesoras Nuby, Amparito y Hedí, quienes fueron las primeras personas que nos recibieron como pequeñas semillas e iniciaron una nueva parcela para sembrar en ellas los valores y principios de la gran familia Filipense; ellas con su espontaneidad, comprensión y ternura nos ayudaron en nuestros primeros pasos como Filipenses de Corazón, desde ese momento ya nos podíamos imaginar cuan grandioso iba a ser el paso por el Colegio.
Luego al pasar los años en la primaria, jugando y compartiendo con todas y todos, alcanzamos nuestro primer escalón, terminar quinto de primaria. Por una parte, ya éramos un poco más grandes, habíamos recorrido la mitad del camino y tuvimos una primera separación ya que debimos despedirnos de nuestros compañeritos, quienes seguirían su formación en otros establecimientos, inclusive en otras ciudades.
Al llegar al Bachillerato, había un cambio drástico en nosotras, por una parte dejábamos de ser las niñas que jugábamos con muñecas o los peluches, para convertirnos en unas pre adolescentes echadas para adelante y aventureras, por otra parte nuevas amigas llegaron a nuestras vidas, había una influencia por los peinados de moda, la ropa que usamos, la música que escuchábamos, pero nunca sin dejar nuestro espíritu filipense que nos ha caracterizado siempre.
En cada una de nosotras, el conformar la “GENERACION 38”, empezaba a sonar en nuestros corazones y nuestra mente, y cada día buscábamos demostrar que somos 100 % FILI 38, porque orgullosamente puedo mencionar que nuestra generación cuenta con talentos inimaginables como: misioneras, teatreras, cantantes, diseñadoras, investigadoras, filósofas, deportistas, y por otra parte tenemos a integrantes del grupo de porristas que se consagraron como campeonas nacionales de porrismo, es decir en conjunto somos un grupo de señoritas de ensueño, y en donde cada una de nosotras nos sentimos como verdaderas amigas triunfadoras, porque al colocar en práctica las enseñanzas de los docentes y sobre todo de las hermanas de la comunidad Filipense, hemos logrado dejar huella en esta maravillosa Familia y que realmente nos han marcado para la vida de cada una de nosotras.
Para citar un ejemplo, en el día de la Colegiala Filipense 2010 demostramos que el trabajo en equipo, la perseverancia, el esfuerzo, el cuidar de los detalles para que todo salga bien, fueron con creces bien recompensadas, y lo más importante es que logramos demostrar que las señoritas de la GENERACIÓN 38, cumplen con los retos que se comprometían y obviamente no podemos dejar de destacar la confianza que la Hermana Carolina depositó en nosotras y no la decepcionamos.
Posteriormente, cuando llegó una fecha memorable, ese siete (7) de Diciembre de 2010, en donde en una bella ceremonia cargada de espiritualidad y cristianismo recibimos La Luz, la cual no era solo una vela, sino que encerraba un verdadero significado, traducido en: responsabilidad, temor a Dios, amistad, sinceridad, lealtad, amistad y compromiso de mantener encendida siempre la llama filipense. Ese día dejamos de ser las estudiantes de décimo grado para convertirnos en LAS SEÑORITAS DE GRADO ONCE. Por otra parte, ese día fue también gratificante y victorioso, porque podíamos portar nuestra chaqueta distintiva de la Generación 38. En realidad fue verdaderamente un orgullo y a la vez un gran compromiso, porque nos distinguía como las más mayores y los modelos a imitar, a pesar de que no dejábamos de pensar que el tiempo corría y que los días pasaban para dejar terminar el año, no perdimos la oportunidad de disfrutar plena y sanamente todos los eventos que organizaba nuestro Colegio Filipense.
En esta particular e importante etapa, no pudimos estar mejor acompañadas que por la Hermana Carolina, Mabe y Costy, personas fabulosas, quienes fueron las encargadas de recibirnos para finalizar con éxito
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