Educacion
Enviado por francisco.12 • 17 de Marzo de 2015 • 2.654 Palabras (11 Páginas) • 164 Visitas
Educación
Toda sociedad, primitiva o civilizada de estructura imple o compleja, homogénea o diversificada en grupos culturales en proceso de cambio, muestra un conjunto de prácticas, hábitos, ideas y sentimientos, asociados a una escala de valores, que crean un determinado concepto de la vida, así como un ideal social y un tipo de hombre para realizarlo. Cada sociedad forma al hombre de acuerdo con las normas que la rigen.
En todos los grupos humanos el proceso educativo se determina por la cultura en todas sus manifestaciones; pero solo no es posible percibirlo claramente observando en su integridad funcional la diversidad de fuerzas e instituciones que concurren en una cultura; también podemos, por abstracción, aislarlo de los otros fenómenos sociales para referirnos separadamente a él, a sus métodos, a sus procedimientos o a sus objetivos.
En México los núcleos de población indígena son culturalmente muy diferentes del resto de la población, como puede observarse por los siguientes rasgos que les son característicos: en lo económico, emplean, para la satisfacción de sus necesidades básicas, métodos y prácticas que están ligados a una serie de conceptos religiosos, de los que depende la existencia del hombre y que crean un tipo de economía de subsistencia, en que la producción y el consumo funcionan desarticulados del engranaje económico del país.
La educación espontanea para los niños, en los núcleos de población indígena, se manifiesta: en su adiestramiento, por los mayores, en las prácticas concretas de su economía y en la observación atenta, por parte de los mismos niños, de la ejecución de las actividades que sólo los adultos pueden realizar, en la sanción a algunas violaciones de las normas de conducta familiar, y en otras instituciones, como las mayordomías y los grupos de danzantes.
Entre los siete u ocho años, el niño se inicia en el aprendizaje de las habilidades de carácter productivo, cooperando directamente con los adultos, en tales prácticas. Ayuda al padre en las actividades del campo recogiendo leña, cuidando lo animales domésticos, aprendiendo a pastorear, tomando parte en el proceso de la siembra, ayudando a la cosecha, llevando la comida a su padre, etc.
El proceso educativo de los grupos indígenas está restringido a las necesidades y aspiraciones de la localidad o región que observa los mismos patrones y su contenido no va más allá de los moldes de la cultura local. En términos generales, podemos decir que la educación en las comunidades indígenas tiene las siguientes metas: preparar a los niños para que desde muy pequeños participen en las actividades productivas del grupo; ejercitarlos para hacer de ellos campesinos honrados y trabajadores (con un sentido social del trabajo diferente del nuestro); capacitarlos para que, cuando sirvan en los cargos políticos o religiosos del pueblo, sean útiles a la comunidad; inculcarles sentimientos de dignidad para que puedan cumplir con los deberes que les impone su cultura y logren un alto nivel de prestigio en el grupo.
La educación informal que hemos descrito, espontanea de los grupos indígenas es completamente distinta de la educación nacional; ésta, además de contar con el procedimiento informal se halla reforzada por una institución la existencia de una conciencia nacional como fenómeno común a todos.
Además, el sistema educativo persigue otro fin: la unificación social y cultural del país para integrar la nacionalidad mexicana. Ninguna otra institución ha actuado con tan clara conciencia en la realización de este empeño como la educación; y el estado, al fin, se ha decidido llevar la escuela hasta las ayer inaccesibles comunidades indígenas, creando en forma meditada y permanente las distintas y sucesivas escuelas, que hemos visto fundarse siempre en busca de los mejores métodos para asimilar, a los grupos indígenas a la vida nacional: la escuela rural, las misiones culturales, los internados indígenas, los centros de cooperación económica y los centros de coordinación indígena; todo ello ha sido creado con vista a la realización de este anhelo de integrar la nacionalidad mexicana, cuyo núcleo formativo es el complejo de la cultura occidental del cual participa la población no indígena en mayor o menor grado.
Los funcionarios encargados de la educación, presionados por el anhelo de mejoramiento del pueblo que reclamaba, después de la lucha armada, tierras y escuelas, fueron creando una a una las instituciones educativas que a su juicio pensaron eran las indicadas para asimilar al indio a la vida nacional, en ocasiones lo hicieron plenamente convencidos de la bondad de sus métodos, en otras tratando solo de experimentar para buscar las técnicas adecuadas.
La escuela de instrucción rudimentaria, establecida por el presidente Francisco León de la Barra en 1911, que se proponía popularizar la instrucción elemental entre los grupos indígenas, fue el antecedente inmediato de la escuela rural, primera obra educativa del movimiento revolucionario de 1910.
En 1912, Alberto J. Pani Emprendió una encuesta pública para plantear el problema de la educación popular; entre las respuestas reunidas se encuentran, en germen, las ideas que han venido orientando la educación en el medio rural.
La revolución había concebido sus propias ideas educativas y era preciso que formaran parte de la Carta Magna de 1917. Reafirmando la enseñanza gratuita, laica y obligatoria, asentada en la constitución del 57.
Hacia noviembre de 1921, el Departamento d Educación y Cultura Indígena nombró a los maestros ambulantes que empezaron a operar en las comunidades indígenas con un plan cuidadosamente elaborado que se inició con el estudio de las condiciones culturales de los pueblos; llevaron el alfabeto, realizaron su trabajo en la comunidad tratando de interesar a los vecinos en nuevos cultivos de la tierra, en la cría y cuidado de los animales domésticos y en el desarrollo de las industrias regionales; emprendieron un programa de acción social que incluyó la formación de hábitos de ahorro y el impulso del teatro vernáculo, la danza y las canciones populares.
El 15 de abril de 1923, se aprobaron las bases para el establecimiento de las casas del pueblo que trataban de constituirse en el eje del mejoramiento de las comunidades indígenas.
La originalidad de la Escuela Rural Mexicana al considerar a la comunidad entera como objeto de su acción educativa, para combatir la miseria, la insalubridad, la desorganización cívica, el aislamiento y la ignorancia, es el producto de los anhelos de justicia del pueblo que había luchado en la Revolución; anhelos que fueron captados por las autoridades que dirigían el movimiento educativo del país, las que recibían, al mismo tiempo,
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