Educacion
Enviado por monsesitarol • 18 de Febrero de 2013 • 842 Palabras (4 Páginas) • 221 Visitas
EL TRIBUTO DE LA CORTE OBSCURA
Una chica de apenas 16 años de edad llamada Kaye, paseaba junto con su Janet, el aire de la noche la embriagaba, la hacía arder como la luna incandescente. Se percibía un olor húmedo y salvaje, como el que suele preceder a las tormentas, y Kaye deseaba correr, ágil y entusiasta, más allá de los confines de su vista; invito a su amiga a nadar en el mar decía que se pueden encontrar demonios con más facilidad nadando al desnudo en el océano Atlántico. Y una semana antes de Halloween, mucho mejor que en cualquier otra ocasión. La vieja barraca del tiovivo llevaba años prácticamente abandonada llegaron allí, después de conversar con unos chicos Kaye subió las escaleras y encontró un caballo destrozado le faltaban las patas, Kaye imaginó que el blanco corcel se elevaba, inestable, sobre las patas traseras. Los largos rizos de sus crines de oro se notaban frescos al tacto, y sentía el tronco del animal, cálido y real. Entrelazó los dedos entre las crines y se sujetó con fuerza, ligeramente alerta por una sensación de hormigueo que le recorría las piernas. El caballo relinchó suavemente, listo para saltar a las aguas frías y negras. Kaye echó la cabeza hacia atrás. Una voz suave interrumpió su fantasía, Kenny estaba de pie cerca de las escaleras y la miraba con ojos inexpresivos. Por unos instantes más, Kaye mantuvo su actitud arrebatada. Entonces, notó que las mejillas le ardían. También tendría que convencerse de que Spike, Lutie y Gristle sólo habían sido, efectivamente, producto de su imaginación. Llevaba en casa dos semanas y no había recibido señal alguna de ellos, a pesar de que los había llamado innumerables veces, les había dejado cuencos de leche a la puerta de la casa y había bajado una y otra vez al riachuelo.
De noche camino a su casa después de haber salido corriendo cuando Kenny la vio en el blanco corcel en la carretera por el bosque escucho un quejido; al entrar en el bosque y no ver nada salió y se encontró con un hombre herido con una rama de un árbol que le pidió ayuda para que le sacara la rama que casi estaba cerca del corazón le dijo que se llamaba Roiben y después de darle confianza la mando al riachuelo con una hoja seca que llevaba su sangre para que dijera estas palabras al dejar caer la hoja sobre el agua, di que Roiben de la Corte Oscura solicita ayuda; después de ese acto Kaye se sorprendió al ver salir a un caballo negro del agua que se llevo en sus lomos al caballero herido. Al volver a su casa desconcertada por lo que paso salió con su amiga Janet y cuando tomaba un café al platicar lo que había sucedido la noche anterior se quedó mirando el interior de la taza, y le pareció estar viendo el agua oscura e inmóvil del arroyo. De repente, sin motivo alguno, su corazón empezó a latir desbocado. Roiben, el ser fantástico más hermoso, sorprendente y peligroso jamás soñado, le había
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