El Estres. Bases Biologicas
Enviado por dianitait.31 • 19 de Noviembre de 2014 • 1.179 Palabras (5 Páginas) • 814 Visitas
El estrés:
11
¿cómoves?
Sobreactivación biológica
Desde un punto de vista biológico el estrés
es considerado como un estado general de
sobreactivación en varios niveles: autonómico,
endocrino e inmunitario. Es decir,
es un proceso en el que participan las vías
neurales del sistema nervioso autónomo,
las vías humorales bioquímicas del sistema
endocrino y las vías vasculares sanguíneas
del sistema inmunológico. Sin
embargo, no se puede establecer una separación
tajante entre los tres tipos de activación,
puesto que están estrechamente
entrelazados, al grado de que gran parte
del proceso de estrés puede ser caracterizado
como neuroendocrino, esto es, donde
el sistema nervioso y la respuesta
hormonal desempeñan un papel central.
En la sobreactivación biológica hay
que destacar los impulsos vegetativos que
se transmiten a través de dos sistemas
complementarios: el simpático (encargado
de movilizar las reservas de energía en
los estados de emergencia) y el parasimpático
(que tiende a conservar y almacenar
dichas reservas).
La sobreactivación biológica que se
produce durante el estrés predispone al organismo
al consumo de energía, necesario
para enfrentar un peligro inminente.
Es en este momento cuando las hormonas
desempeñan su crucial papel; la adrenalina,
por ejemplo, aumenta el ritmo
cardiaco y el respiratorio, preparando al
cuerpo para la acción, mientras que la
hidrocortisona lo ayuda a movilizar sus
reservas energéticas. Ésta es la clase de
respuestas que permiten al cuerpo realizar
acciones que sorprenden por su
magnitud, eficacia y oportunidad en
situaciones de emergencia.
Cada respuesta contribuye
con una función específica. El
aumento en los latidos cardíacos
permite irrigar más sangre
al cerebro y los músculos, para
pensar y moverse más rápido;
la contracción de los
vasos sanguíneos disminuye
el tiempo
de coagulación,
para cerrar más
rápido las posibles
heridas;
la respiración
rápida y profunda
proporciona
más oxígeno; la no secreción de saliva
y mucosidades aumenta el tamaño de
los conductos de aire a los pulmones; el
incremento de la transpiración hace que
el cuerpo se enfríe más rápidamente; la
dilatación de las pupilas vuelve a los ojos
más sensibles, y el rompimiento de grasa
y glicógeno permite su utilización inmediata
como “combustible”. A esto habría
que agregar que el hígado libera azúcar
para que la consuman los músculos, los
cuales se ponen rígidos preparándose para
movimientos rápidos y vigorosos y que,
por otra parte, se producen más glóbulos
blancos para ayudar a combatir alguna infección.
El consumo extra de energía que experimenta
el cuerpo produce un desgaste
fisiológico que hace necesaria la intervención
del sistema parasimpático para restaurar
y almacenar las reservas de energía;
un ejemplo de ello es el proceso de digestión,
el cual se detiene durante la acción
del sistema simpático con el fin de que la
sangre que normalmente irriga el estómago
se reparta por los músculos. Por tal
motivo muchos especialistas han llamado
la atención sobre los riesgos de los
agentes estresores prolongados o repetitivos,
pues no permiten al organismo
reponerse y lo mantienen en un estado
constante de sobreactivación. Entre estos
especialistas podemos mencionar al
austriaco-canadiense Hans Selye, considerado
el padre del estrés, ya que fue el
creador de este término y desde la década
de 1930 describió las fases por las que
atraviesa el organismo cuando se enfrenta
a situaciones en las que la presencia del
agente agresor dura mucho tiempo o es
muy frecuente: 1. Alarma, el organismo
se prepara para hacer frente a la agresión;
hay descarga de adrenalina y otras hormonas;
2. Resistencia, se hace frente a la
agresión mediante modificaciones del organismo
en la sangre, el plasma, el
miocardio, la mucosa gástrica y la corteza
suprarrenal, lográndose la adaptación,
y 3. Agotamiento, se pierde la capacidad
inicial para mantener la adaptación, dando
lugar a la vulnerabilidad del organismo,
principalmente a las enfermedades.
Desde la psicología
Las investigaciones de la psicología han
puesto de relieve que las respuestas de los
individuos ante las situaciones estresantes
van mucho más allá que la simple sobreactivación
biológica del organismo, y que
son muy variados los mecanismos que se
emplean para tratar de manejar el estrés.
Esta particularidad humana se aprecia
en el hecho de que, por ejemplo, una misma
situación laboral puede generar una
serie de reacciones distintas en personas
que comparten características similares
(misma jerarquía, antigüedad y edad),
dando por resultado que para algunos el
ambiente laboral sea insoportable, mientras
que otros lo encuentren normal
...