“MANUAL DE BUENAS PRÁCTICAS”

“MANUAL DE BUENAS PRÁCTICAS”.

 Introducción.

Tomando como base la información relativa a los objetivos, se planteó como objetivo particular, el diseño de un manual para el desarrollo de proceder frente al acoso sexual,  se consideró que disponer de dicha información, sobre aquello que constituyen buenas prácticas, y de orientaciones sobre los aspectos fundamentales que han de incluirse en un protocolo de actuación, frente al acoso sexual podía ser de gran ayuda para desarrollar esta tarea. Por ello el objetivo particular de nuestro proyecto se redactó en los términos siguientes: “Elaboración de un manual de Buenas Prácticas”.

Consideramos que es importante ofrecer información básica (en forma de acciones de sensibilización y preventivas) sobre acoso sexual a toda la comunidad universitaria, puesto que esta, constituye en sí misma una importante acción preventiva. Esta formación puede ayudar a la persona potencialmente acosada a discriminar aquellos comportamientos que son aceptables, de aquellos que no lo son y facilitarle la toma de decisiones y, en su caso, la búsqueda de ayuda. Por otra parte, la formación sobre lo que es el acoso sexual pero también sobre su calidad de delito y conducta punible, puede constituir un freno para la persona potencialmente acosadora.

Si la universidad no puede aplicar mecanismos sancionadores directos, sí puede desarrollar medidas protectoras indirectas, por ejemplo, se puede optar por incorporar en los pliegos de contratación, la existencia de planes de igualdad y/o de protocolos para prevenir y combatir el acoso, como requisitos previos para la selección de personal para su participación, en los concursos que se convoquen.

En la mayoría de las escuelas del país no se ha trabajado en la confección normativa específica orientada a la prevención, atención y sanción de este tipo de conductas, por lo que ante la falta de conocimiento social son las y los acosados y hostigados quienes sufren por dichas carencias. Aunque la Universidad cuente  con un Protocolo, la mayoría desconoce que existe.

Se sugiere la introducción de protocolos escolares para la prevención, investigación, gestión, mitigación, rechazo y sanción del acoso sexual y del hostigamiento sexual.

  A lo que consideramos, que deberían ponerse en práctica las siguientes acciones:

• Elaborar una declaración de principios o documento explícito en el que la institución universitaria señala su compromiso por el derecho a la dignidad de todos los/as miembros/as de la comunidad universitaria y se posiciona a favor de la erradicación del acoso sexual, y hacerse pública de modo visible (en los medios de comunicación, en la página web de la institución, etc.), puede reiterarse periódicamente con el objeto de mantenerlo activo y visibilizarlo.
• Incorporar al código ético de la institución el compromiso formal y explícito de no admitir casos de acoso sexual (ni de otras formas de violencia contra las mujeres).
• Elaborar, aprobar e implementar el Protocolo de actuación frente al acoso sexual en el ámbito de la universidad.
• Elaborar una Guía con información básica sobre acoso sexual, que incluya criterios para identificar, de modo claro qué es acoso sexual, ejemplos de acoso, así como alguna herramienta sencilla de autodiagnóstico, que permita identificar posibles situaciones de acoso que haya vivido o pueda vivir, información precisa y necesaria sobre cómo actuar y dónde acudir en caso de que ocurra.
• Realizar campañas de sensibilización dirigidas a toda la comunidad universitaria. Estas campañas pueden consistir en distribuciones de carteles, folletos o documentos, exposiciones, charlas, conferencias, etc. y deben ser llevadas a cabo por personas debidamente formadas en la materia.
• Determinar quién se hará cargo de ayudar con  las quejas o denuncias relativas a acoso sexual, que puedan producirse, es fundamental que la institución cuente con personas, debidamente formadas en políticas de igualdad y prevención de la violencia de género, para atender los posibles casos de acoso sexual que puedan producirse.
• Delimitar qué sector o grupo de la universidad se hará cargo de investigar / instruir los casos, de acoso sexual que puedan producirse.
• Fijar el comité o comisión responsable de establecer medidas sancionadoras, para actuar, ante los casos de acoso que sean detectados y el tipo de medidas a adoptar según, los casos, dándoles el mismo tipo de trato.
• Se valorará el beneficio de crear una figura específica (Consejera de confianza, mediadora,…) en temas de acoso sexual, que pueda servir de enlace entre la persona que padece el acoso, la institución y otros organismos implicados.
• Elaborar informes periódicos sobre las actividades de sensibilización y prevención que se han realizado, durante el semestre o ciclo escolar.

Muchas de estas medidas, o buenas prácticas para afrontar el acoso sexual, están elaboradas, pensando que sean fáciles  de implementar  y aportar, nuevos elementos novedosos, sin embargo, constituye en nuestra opinión, una herramienta que puede ser útil, para dar el seguimiento y la erradicación de esta problemática.

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