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Semiótica Cultura Y Comunicación Eco - Iuri


Enviado por   •  22 de Marzo de 2013  •  2.406 Palabras (10 Páginas)  •  636 Visitas

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del P.P. para la Educación S.

Universidad Bolivariana de Venezuela

U.B.V.

P.F.G: Comunicación Social

Maturín Edo. Monagas

Semiótica, Cultura y Comunicación de Umberto Eco e Iuri Lotman

Enero 2013

SEMIÓTICA, CULTURA Y COMUNICACIÓN

DE UMBERTO ECO E IURI M. LOTMAN

La propuesta que realizó Umberto Eco en los años sesenta está basada en la idea de que la cultura por entero es un fenómeno de significación y de comunicación, lo que tiene como principal consecuencia que humanidad y sociedad existan sólo cuando se establecen relaciones de significación y procesos de comunicación, es decir, la semiótica cubre todo el ámbito cultural, por lo tanto, el conjunto de la vida social puede verse como un proceso semiótico o como un sistema de sistemas semióticos. Estas primeras consideraciones le van a permitir plantear las tres hipótesis referidas, a saber, las cuales son según Eco, 2000:

a) La cultura por entero debe estudiarse como fenómeno semiótico; b) todos los aspectos de la cultura pueden estudiarse como contenidos de una actividad semiótica y c) la cultura es sólo comunicación y la cultura no es otra cosa que un sistema de significaciones estructuradas. (p. 44).

De estas se desprende que la primera hipótesis (a) convierte a la semiótica en una teoría general de la cultura y, en un momento dado, en un sustituto de la antropología cultural. Sin embargo, el reducir toda la cultura a comunicación no significa reducir la vida material a una serie de acontecimientos mentales puros, es decir, no quiere decir que la cultura sólo sea comunicación sino que ésta puede comprenderse mejor si se estudia e investiga desde el punto de vista de la comunicación.

Por su parte, la segunda hipótesis (b) implica tan sólo una posibilidad,

una forma de aproximación al fenómeno de la cultura; y por último, la tercera hipótesis es la más seria, dado que implica a la semiótica no como forma de aproximación sino como forma de estructuración, como elemento de organización y configuración de la cultura. Aunque Eco reconoce esta tercera hipótesis como la más radical, su desarrollo posterior parece transitar en este sentido, es decir, más que en el análisis, en la construcción de un modelo semiótico de la cultura. De esta forma, lo que emerge al final es, implícitamente, una forma especial de comunicación.

Hablar del desarrollo posterior de la semiótica de Eco es hablar de su teoría de los códigos y de la producción de los signos, propuesta que se convierte, junto a la propuesta de Lotman, en un intento por sintetizar y superar dos programas sumamente diferentes, el de Peirce y el de Saussure, lo cual se hace evidente en su consideración de sistemas codiciales y de producción sígnica. Para Eco, el código asocia un vehículo del signo con algo llamado su significado o su sentido, es decir, un signo es cualquier cosa que determina que otra diferente se refiera a un objeto al que ella misma se refiere en el mismo sentido, de forma que el interpretante, se convierte a su vez en un signo y así sucesivamente hasta el infinito. Eco, (1973) expresa: “En este continuo movimiento, la semiosis transforma en signo cualquier cosa con la que se topa. Comunicarse es usar el mundo entero como un aparato semiótico” (p. 90).

Como se puede observar, desde un comienzo aparece en el horizonte constructivo el elemento comunicativo. En sus primeros bosquejos, Eco había retomado parte del programa saussureano para la explicación de su punto de vista sobre lo comunicativo y lo cultural, expandiendo así el modelo lingüístico inicial hacia otro tipo de materialidades, lo que trajo evidentemente algunas complicaciones.

Si bien, Eco reconoce la complejidad y diacronicidad del mundo fenoménico (en su caso concreto de la cultura), su modelo aún conserva reminiscencias de la búsqueda de las leyes últimas de la organización semiótica, de la organización de la cultura sobre la base de la comunicación. Sin embargo, la advertencia que hacía Eco en los años sesenta no parece haber sido tomada muy en serio. Recuperando lo ya dicho, para Eco todos los procesos culturales pueden (y deben) ser estudiados como procesos comunicativos, procesos que a su vez subsisten sólo porque debajo de ellos existen procesos de significación que los hacen posibles.

Según Eco (2000), aunque todas las relaciones de significación representan convenciones culturales, aún así podrían existir procesos de comunicación en que parezca ausente toda convención significante, casos en el que se produzca un mero paso de estímulos o señales como en el paso de la información entre aparatos mecánicos. Por lo tanto, la ausencia de convención significante sugiere la presencia de un proceso informativo y la presencia de ella un proceso comunicativo. Por su parte, el proceso de significación sólo puede aparecer bajo un contexto cultural, con la presencia de una convención significante y un sujeto o agente que actualice la convención social, es decir, que sea capaz de atribuirle un significado a la información percibida, que sea capaz de interpretar el código del sistema semiótico.

Lo anterior convierte a la cultura en un elemento de configuración, a la comunicación en un proceso de semiotización del mundo fenoménico y a la significación en la cualidad distintiva de todo proceso semiótico. Como se puede observar, la cultura y la comunicación en la propuesta de Eco tienen una configuración particular que implica procesos de significación, sistemas codiciales y un sujeto observador, un sujeto para quien el mundo fenoménico se segmenta en rasgos semióticos pertinentes, en signos o textos semióticos.

Aunado a esto, lo que sigue a continuación es la exploración de una posición diferente, una que va a transformar a la comunicación y la cultura de la que habla Eco a través de una configuración sistémica. Es la propuesta de Iuri M. Lotman, donde se establece que una de las bases de su sistema conceptual es su crítica a la centralidad del signo en Peirce y a la centralidad de la dicotomía lengua/habla en Saussure, al argumentar que la genealogía periceana tomó como base del análisis el signo aislado, por lo que todos los fenómenos semióticos siguientes fueron considerados como secuencias de signos. Por su parte, en la genealogía saussureana observó una tendencia a considerar el acto comunicacional aislado como el elemento primario y el modelo de todo acto semiótico,

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