Superar El Estres
Enviado por Doryta • 11 de Noviembre de 2012 • 2.231 Palabras (9 Páginas) • 457 Visitas
Manual de Emergencia- Superar el ESTRES
• ÍNDICE Párrafo
Introducción 1-3
Identificación de los Síntomas de Estrés 4-15
Estrés Acumulativo
Estrés Traumático
Técnicas para combatir el Estrés 16-24
Prevenir y Reducir el Estrés Nocivo
Tratamiento de Incidentes Críticos (Estrés Traumático)
Introducción
1. El estrés es un rasgo distintivo de la vida que puede ser tan protector como dañino.
Desgraciadamente, el “estrés” se contempla demasiado a menudo en un contexto negativo cuando, de hecho, nos permite adaptarnos al cambio. El estrés protector es parte de un proceso natural –cuando el cuerpo se siente amenazado, reacciona siempre con los mismos mecanismos generales de adaptación–. Los síntomas físicos que se producen cuando sufrimos de estrés nos permiten “huir” o “luchar contra” la amenaza.
Esta respuesta es un mecanismo de protección básico en la vida que aumenta las defensas y la preparación física y mental –centra la atención y moviliza la energía y los recursos necesarios para poder adoptar la acción adecuada–. El estrés nos permite, por tanto, seguir siendo productivos incluso en situaciones de cambio y desafío. Las reacciones ante una situación de estrés dependen de nuestra personalidad, de nuestra experiencia profesional y de nuestro bienestar físico y emocional.
Las reacciones de estrés son normales en una situación de emergencia.
2. Sin embargo, cuando las circunstancias que provocan el estrés son excesivas, muy intensas o constantes durante un período de tiempo, el estrés puede afectar negativamente a la personalidad, la salud y la capacidad de funcionamiento de un individuo.
3. El estrés consume una enorme cantidad de energía. Estar en una situación estresante resulta física y mentalmente agotador. No obstante, una vez fuera del entorno de la crisis y con el debido tiempo para descansar, las personas suelen recuperar su equilibrio normal.
4. Comprender las reacciones normales en situaciones estresantes, saber cómo manejarlas y tratar los síntomas cuanto antes, puede acelerar la recuperación y evitar problemas a largo plazo.
Identificación de los síntomas de estrés
5. Dado que el personal de emergencia se expone a muchos tipos de estrés es preciso que este estrés corresponda al nivel “ideal”. Los niveles excesivamente bajos provocan aburrimiento, falta de estímulo y cansancio, mientras que si son demasiado altos nos dejan física y mentalmente agotados. El nombre que reciben los tipos de estrés nocivos para la salud son estrés acumulativo y estrés traumático.
Estrés Acumulativo
6. El estrés acumulativo (o crónico) se va formando lentamente como resultado de la magnitud y la cuantía de las exigencias, un largo horario laboral y las frustraciones y dificultades diarias de vida y de trabajo en una emergencia. Sabiendo que las reacciones de estrés evolucionan lenta e imperceptiblemente, resulta bastante difícil descubrirlas en uno mismo, siendo normalmente evidentes, no obstante, para los colegas más cercanos.
Una vez alejada de la situación estresante y con la posibilidad de descansar y relajarse, una persona suele recuperarse rápidamente y puede ser consciente de la diferencia que existe cuando se reacciona sin padecer estrés.
Las personas que trabajan en emergencias y que experimentan un alto grado de estrés no son los mejores jueces para evaluar su propia capacidad de aguante.
Los jefes de equipo deben observar especialmente las reacciones individuales durante una emergencia.
7. Los síntomas del estrés pueden ser físicos o psicológicos. Quizá se produzcan cambios en los modelos normales de conducta, por ejemplo en los hábitos alimentarios, una menor higiene personal, un alejamiento del resto de la gente y silencios prolongados. Los síntomas del estrés acumulativo son observables en cada faceta de nuestras vidas. La siguiente lista, sin ser exhaustiva, da una idea de algunos de los síntomas más típicos:
Síntomas físicos:
i. Gastrointestinales: Sequedad de boca, sensación de tener el corazón en la boca, náuseas, vómitos, sensación de abotargamiento, ardores de estómago, dolores abdominales, cambios de
apetito, diarrea, estreñimiento;
ii. Cardiovasculares: Alta presión sanguínea, latido acelerado del corazón, enrojecimiento, manos y pies fríos, sudores;
iii. Problemas respiratorios: Falta de aliento, jadeo, sensación de no poder respirar;
iv. Musculoesqueléticos: Calambres, dolores de espalda, temblores, tic nerviosos, muecas;
v. Neurológicos: Dolores de cabeza.
Síntomas psicológicos:
i. Emocionales: Ansiedad, angustia;
ii. Conductuales: Trastornos de sueño, abuso del tabaco, alcohol o drogas, modificación de la líbido;
iii. Intelectuales: Dificultades de concentración, pérdida de memoria, problemas de razonamiento y expresión verbal.
8. La aparición de varios de estos síntomas puede indicar que la capacidad de aguante de una persona está disminuyendo y que el rendimiento en su trabajo se está viendo afectado. No obstante, los síntomas y el grado de estrés que presenta una persona en una determinada situación variarán dependiendo del nivel de estrés que haya experimentado, de las experiencias emocionales previas y de la personalidad del individuo.
9. Si las causas cíclicas y los síntomas resultantes del estrés acumulativo no se atajan rápidamente, el agotamiento puede instalarse y la persona acaba “quemada”. Si esto llega a ocurrir, hará falta descanso y asesoramiento.
Estrés Traumático
10. El estrés traumático viene provocado por sucesos inesperados y de gran fuerza emocional (“incidentes críticos”) que superan la capacidad de aguante habitual de las personas. Los incidentes críticos pueden surgir en el contexto de una gran catástrofe o emergencia, pudiendo ser, por ejemplo, que un colega caiga herido o muera, que se produzca una toma de rehenes, la muerte de niños, la exposición a grandes riesgos personales, ser testigo impotente de la violencia o contemplar o estar asociado a un suceso trágico acompañado de una fuerte cobertura por parte de los medios de comunicación (especialmente si la información no es fidedigna).
11. El personal puede experimentar reacciones agudas durante un incidente crítico o una reacción de estrés retardada de minutos, horas o días después del acontecimiento. En ciertos casos más raros, las reacciones pueden producirse a los pocos meses o incluso años después.
12.
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