El Segundo Sexo de Simone de Beauvoir.

Relatoría de la Intorducci

En el siguiente texto se presentarán las ideas planteadas en un libro que es clave en el pensamiento crítico, éste es El Segundo Sexo de Simone de Beauvoir. Escribe este ensayo que aborda cómo se ha concebido la mujer, qué situaciones viven las mujeres, y cómo se puede intentar que mejoren sus condiciones de vida y se amplíe su libertad. Esta obra ensayística resulta importante no solo para aquellos que se reivindican como feministas, sino también es necesario para toda aquella dimensión que trata del sujeto humano, sin afán de hacer una segregación de que solo pertenece a una sección del concepto de género. Utiliza también los conceptos existencialistas para indagar acerca de la vida de la minoría más grande de la humanidad (las mujeres), como lo plantea ella, aborda la identidad de las mujeres y la diferencia sexual desde los puntos de vista de la biología, el psicoanálisis y el materialismo histórico.  

Investigando un poco sobre las tesis filosóficas de Beauvoir, se encuentra que el existencialismo según ella se basa en que cualquier humano puede trascender y dar significado a su vida, debe del mismo modo justificar su existencia, vivir con objetivos, tener metas, acciones; esto se refiere a no existir por existir sino trascendiendo una existencia dada. Lo que marca la especificidad de la mujer es que debe descubrirse a ella misma y elegir en un mundo donde es posicionada como Lo Otro, la posicionan como un objeto dependiente, su trascendencia es cortada y la supeditan a la existencia de los hombres, se convierte en un medio para el fin del hombre, siendo ellos, esenciales y autoritarios.

Sin embargo, Beauvoir afirma que “Si la mujer se descubre como lo inesencial que jamás retorna a lo esencial, es porque ella misma no realiza este retorno.”^[1] Es decir que, dentro de esta categorización del Otro, no sólo el hombre ha formado parte de esa construcción, sino el hecho de la aceptación de esa condición de inesencial por parte de la mujer ha dado paso a la continuidad de los hechos del género masculino. Pero esto se debe a que las mujeres a diferencia de las demás minorías, “…carecen de los medios concretos para congregarse en una afirmación que se afirmaría al oponerse.”^[2] Es decir que, dentro del grupo de las mujeres, ellas están dispersas entre los hombres, atadas por el medio ambiente, al trabajo, a los intereses, a su condición social, y a los hombres, de manera más cercana que a las demás mujeres. Dentro del mismo género no existe una unión que las empodere como mujeres ante los otros.

Para entender a Simone es impredecible ser consistente en la importancia de la influencia filosófica, su teoría está de manera completa y directa relacionada a teorías filosóficas. Simone de Beauvoir expone que el sujeto tiene presencia si se opone y se afirma como esencial porque el hombre crea como oposición a él, a la mujer; si él es sujeto esencial, la mujer es objeto inesencial. Al crear una dependencia de objeto inesencial (mujer) a sujeto esencial (hombre) estamos anulándola de libertad de trascendencia y dejando de lado su estado de autenticidad, negando así la existencia de la mujer en sí misma, es decir que no da cuenta de sí dejando por un lado su conciencia. Permanece en un estado de opresión que es un error moral, dado que el sujeto es consciente de ello, luego entonces, nos encontramos ante una ética centralista donde el núcleo es el hombre.

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