El Segundo Sexo
Enviado por andiie3009 • 5 de Agosto de 2013 • 533 Palabras (3 Páginas) • 507 Visitas
El Segundo Sexo es a la vez una interpretación crítica de la condición femenina, desactivando la referencia naturalista y determinista en favor de la referencia cultural e histórica, y una especie de rechazo de la realidad misma de la mujer en lo que ella implica de irreductible (al tiempo que se le escapa como tal). Pues Simone de Beauvoir, aunque rechaza la biología como destino de la mujer, para destacar el rol preponderante de la historia y la cultura, le otorga un peso ontológico a lo que su ser biológico implica para la mujer.
La Cultura es a la vez lo que oprime (al interpretar los datos de una forma contraria a la mujer) y lo que libera, puesto que es en lo cultural en donde la mujer puede afirmar su transcendencia. En cuanto a la Naturaleza, no es el destino (todo depende de la forma como la Cultura la interpreta), pero lo es de todas formas, porque es por su mayor sumisión a las necesidades de la especie que la mujer sufre de un estar amarrada a la inmanencia contra lo cual debe luchar para liberarse.
Beauvoir nos dice, que ha estado siempre oprimida; jamás, incluso en las épocas que han celebrado lo femenino, la mujer no ha cesado de ser la vasalla del hombre:
“... siempre ha habido mujeres, éstas lo son por su estructura fisiológica; por lejano que sea el tiempo histórico al cual nos remontamos, han estado siempre subordinadas al hombre: su dependencia no es consecuencia de un acontecimiento, o de un devenir, no es algo que ha llegado. La alteridad aparece aquí como un absoluto, porque escapa en parte al carácter accidental del hecho histórico. Una situación que se ha creado a través del tiempo puede deshacerse en un tiempo posterior (...). En cambio, parece que una condición natural desafía al cambio. En verdad, la naturaleza no es un dato inmutable, del mismo modo que no lo es la realidad histórica. Si la mujer se descubre como lo inescencial que nunca vuelve a lo esencial es porque ella misma no opera esa vuelta. En este fragmento, encontramos ya lo que va a ser una constante en El Segundo Sexo y que lo marca con el sello de la contradicción: hay un ir y venir entre la posición culturalista, y evidentemente existencialista, que afirma que la mujer ha devenido tal y una cierta e incluso fuerte aceptación de lo que es natural, inevitable.
Como podemos ver, a lo largo de la primera parte de esta sección de El Segundo Sexo intitulada “Historia”, la visión que Beauvoir tiene de la mujer primitiva es totalmente negativa e incluso las actividades que realizaba en su medio no contribuyen a otorgarle a sus ojos ningún prestigio. Pareciera que encontrase placer en representar a las mujeres primitivas como seres improductivos, aplastados bajo el peso de la maternidad, constituyendo una carga para el conjunto de su clan. Ella no ve allí lo que su posición tiene de absurdo e incluso su extremismo naturalista, puesto que no se interesa mucho en las actividades que las mujeres
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