Relatoría de El segundo sexo.

Relatoría El segundo sexo,

Cap I, Los datos de la biología

Presentación

Previamente se analizó con profundidad la introducción del Segundo sexo, en la cual se dio un abrebocas a todo el tema a tratar, en el texto presente se analizará el capítulo que trata la biología, en este caso, se verá dicha ciencia enfocada en la mujer, en sus placeres y dolores, en lo que es y lo que no es.

Beauvoir comienza preguntándose, ¿Qué es la mujer?, según los incautos, sería una matriz, la hembra de la especie humana. Menciona que, en palabras del hombre, el término hembra suena como un insulto, dado que la encajona en su sexo, mientras que, en el caso del macho, este se jacta de su hombría. ¿Qué representa la hembra en el reino animal?  Las fieras tales como leonas, pateras y tigras se ven subordinadas bajo “el abrazo imperial” del macho.

Argumentos

En la primera parte, capítulo I, "los datos de la Biología", Simone De Beauvoir pregunta acerca de la definición de las mujeres y responde con una definición clásica masculina: ". . . ella es una matriz, un ovario: ella es una mujer”^[1]. El autor señala que, desde un punto de vista masculino, la palabra "mujer" es un insulto, y se muestra que esta reacción limita a una mujer a una definición puramente sexual. Un hombre tiende a mirar a la biología para una justificación para esta definición. El autor ejemplifica estos sentimientos que nos muestran que el mundo "hembra" se refiere a las imágenes de un óvulo, monstruosa castración de un espermatozoide, una abeja reina en el que el macho muere o, como en el caso de la mantis religiosa, tragado por la hembra.

El autor analiza dos preguntas: "¿Qué significa la denotar hembras en el reino animal?" Y  "¿qué clase particular del sexo femenino se manifiesta en la mujer?". Ella afirma que la división de una especie en dos sexos, con el objetivo de reproducción, no es muy claro, y señala que en la naturaleza muchos otros animales utilizan diferentes sistemas de reproducción, tales como la multiplicación (división celular, y la subdivisión) como una manera de reproducir. Otros animales se reproducen por schizogenesis, que es la unión o la segmentación de un individuo que crea una nueva o por blastogénesis, que es la creación de una nueva base de organismo en una sección del cuerpo de los padres. En el caso de la parthogenesis la hembra no necesita la fertilización masculina. La autora señala que algunos científicos propusieron que incluso en estas especies la fertilización masculina era necesaria para fortalecer la especie, pero la autora demuestra que esta hipótesis se dio a conocer como incorrecta por una investigación reciente que demuestra que este sistema de reproducción asexual puede llevarse a cabo, sin haber degeneración de las especias que muestra la no necesidad de la masculina.

El autor señala que la existencia de dos gametos- como la esperma y el óvulo - no indica necesariamente la existencia de dos sexos. Estos dos gametos pueden ser producidos por el mismo ser como en una especie hermafrodita. Sin embargo, algunos biólogos definen la existencia de los dos sexos como una respuesta de la evolución, otros debaten acerca de la superioridad del otro sistema. El autor señala la importancia de ambos sistemas para satisfacer las preocupaciones de supervivencia de las diferentes especies.

La definición de macho y hembras depende de los gametos cada uno de los individuos producen, y estos dos gametos se desarrollan a partir de células equivalentes. Se desarrolla en esperma o del óvulo, y cada una de ellas contiene un número similar de cromosomas. El esperma contiene cromosomas X e Y, mientras tanto el óvulo contiene cromosomas X y X. Durante la fertilización del huevo contiene dos juegos de cromosomas, lo que determinará el sexo del nuevo individuo - los 46 cromosomas humanos en forma posterior.

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