Arquetipos
Enviado por julioperalta2007 • 23 de Enero de 2014 • 4.948 Palabras (20 Páginas) • 269 Visitas
Arquetipo junguiano
El regreso de Perséfone, por Frederic Leighton (1891). Hermes ayuda a Perséfonea volver con su madre Deméter tras forzarZeus a Hades para que la devolviera.
Arquetipo remite a un constructo propuesto por Carl Gustav Jung para explicar las «imágenes arquetípicas», es decir, todas aquellas imágenes oníricas y fantasías que correlacionan con especial similitud motivos universales pertenecientes a religiones, mitos, leyendas, etc. Se tratarían de aquellas imágenes ancestrales autónomas constituyentes básicos de lo inconsciente colectivo.1
Índice
[ocultar]
• 1 Concepto
• 2 Véase también
• 3 Referencias
• 4 Bibliografía
Concepto[editar • editar código]
A fin de diferenciar y no confundir qué es y no es un arquetipo, Jung deja claro que «No se trata, pues, de representaciones heredadas, sino deposibilidades heredadas de representaciones. Tampoco son herencias individuales, sino, en lo esencial, generales, como se puede comprobar por ser los arquetipos un fenómeno universal».2
De la amplia gama de arquetipos existentes, como pueden ser el nacimiento, la muerte, el puer aeternus, dios, el viejo sabio, cuaternidad, mándala,trickster, padre, madre, héroe, etc., así como otras imágenes presentes en sueños y fantasías con un fuerte significado emocional: grupos numéricos, una montaña, un reloj, un padre dominante, un amigo traicionero, etc., cinco son los que han alcanzado un desarrollo superior al de cualquier otro:1ánima, ánimus, sombra, persona, sí-mismo.
Los arquetipos se manifiestan a nivel personal (a través de los complejos) y a nivel colectivo (como características de todas las culturas). Jung pensaba que la tarea de cada generación es comprender en forma diferente su contenido y efectos.3
Como última elaboración del concepto Jung habla de «una tendencia innata a generar imágenes con intensa carga emocional que expresan la primacía relacional de la vida humana».
Arquetipos
"Los arquetipos son sistemas de aptitud para la acción y, al mismo tiempo, imágenes y emociones (...) Por un lado, representan un conservatismo instintivo muy fuerte, y por otro, constituyen el medio más eficaz concebible para la adaptación instintiva. Así que son, esencialmente, la parte infernal de la psique (...), aquella parte a través de la cual la psique se une a la naturaleza".
Jung quiere decir que lo arquetípico es el fundamento libidinal de la psique. Los arquetipos son los motivadores últimos de la conducta, de los sentimientos y los pensamientos humanos. Por este carácter basal en la dinámica psíquica Jung los considera infernales, en el sentido de daimones, "demonios", potencias instigadoras de la vida psíquica mucho más allá de nuestra voluntad, a la que están supraordinados, y también porque su identidad instintiva los relaciona con nuestros impulsos animales tanto como con nuestras tendencias artísticas y espirituales. En este sentido, estamos tentados de decir que su influencia no se detiene en ser egregios emisarios de la pulsión biológica, ni en la intromisión psicosomática, sino que embarga la regulación del sustrato fisiológico general. Sin arriesgar nada, podemos decir, en definitiva, que los arquetipos son los constituyentes esenciales de todo el espectro de aquello que concebimos como naturaleza humana, desde lo animal al espíritu.
"Psicológicamente (...) el arquetipo como imagen del instinto es una meta espiritual buscada por toda la naturaleza del hombre; es el mar hacia el cual se encaminan todos los ríos, el premio que el héroe extrae de su lucha con el dragón".
Si el Arquetipo es la causa última del ser y el obrar, averiguar su esencia y desvelar su verdadero sentido significan descubrir realmente nuestra auténtica identidad y nuestro destino. Recordemos que la conciencia otorga una amplia variabilidad en el concebir y el obrar, una amplia versatilidad moral, pero sólo se concibe a sí misma, aislada de sus propios fundamentos. Se siente como un cochero solitario en el pescante, que recibe muy mal las indicaciones del amo, oculto dentro de la carroza, y siempre anda temiendo desviarse de la ruta o dar contraproducentes rodeos.
"La imagen primigenia es, pues, una expresión que abarca el entero proceso vital. A las percepciones sensoriales y a las percepciones espirituales internas que al principio aparecen de un modo desordenado e inconexo, la imagen primigenia les da un sentido ordenador y vinculador y con ello libera la energía psíquica de la vinculación a la mera e incomprendida percepción. Pero la imagen primigenia vincula también las energías desencadenadas por la percepción de los estímulos a un determinado sentido, el cual encamina el obrar por las sendas correspondientes al sentido. Libera energía inutilizable, estancada, remitiendo el espíritu a la naturaleza y llevando el mero impulso natural a formas espirituales".
Antes que nada, es preciso aclarar que en esta declaración de Jung existe una confusión semántica entre los conceptos imagen primigenia y arquetipo. Es una definición temprana, aparecida en su obra Tipos Psicológicos, y aún no se había ocupado profundamente, como hizo después, de otras manifestaciones arquetípicas allende la imaginería simbólica (onírica, visionaria, artística o arqueológica). Así que se toma la licencia de hablar indistintamente de una y otro, porque aún para él la imagen primigenia es prácticamente el único modo que tiene de aprehender lo arquetípico, y lo percibe así como una relación unívoca por biyectiva. Nosotros tenemos que tener presente que la imagen es el símbolo, la metáfora, el significante, y el arquetipo es el significado, la realidad misteriosa y oscura aludida. Él mismo aclaraba en otro lugar que el arquetipo es un factor psicoide, trascendente incluso a lo psíquico, que pertenece, en su esencia, a un extremo invisible, inaprensible desde nuestras facultades cognoscitivas. En ese mismo sentido expresó también esta sentencia: "Los arquetipos no pueden ser representados en sí mismos, pero sus efectos son discernibles en imágenes y motivos arquetípicos". Podríamos entenderlos como algo semejante a la energía, que inferimos desde manifestaciones materiales. La imagen primigenia no es una manifestación material, pero sí lo es psíquica. Hecha esta aclaración, comentamos que Jung quiere hablar aquí de los arquetipos como categorías y formas kantianas, a priori, de aprehensión y conocimiento. Gracias a ellos, la psique diferencia objetos, distingue espacio de tiempo, abstrae y ordena cualidades, y no se ahoga en un caos de sensaciones. Lo mismo se aplica a la información recibida por vía estrictamente psíquica, refiriéndose aquí al aparato cognoscitivo
...