Candido O El Optimismo
Enviado por candeluqui • 20 de Febrero de 2014 • 1.771 Palabras (8 Páginas) • 378 Visitas
Vida y obra del autor: Voltaire fue un escritor francés. Fue la figura intelectual dominante de su siglo. Ha dejado una obra literaria heterogénea y desigual, de la que resaltan sus relatos y libros de polémica ideológica. Como filósofo, Voltaire fue un genial divulgador, y su credo laico y anticlerical orientó a los teóricos de la Revolución Francesa. Su obra más escandalosa fue Cartas filosóficas o Cartas inglesas (1734), en las que Voltaire convierte un brillante reportaje sobre Gran Bretaña en una acerba crítica del régimen francés. Después de una violenta ruptura con Federico II, Voltaire se instaló cerca de Ginebra, donde chocó con la rígida mentalidad calvinista: sus aficiones teatrales y el capítulo dedicado a Servet en su Ensayo sobre las costumbres (1756) escandalizaron a los ginebrinos, mientras se enajenaba la amistad de Rousseau. Su irrespetuoso poema sobre Juana de Arco, La doncella (1755), y su colaboración en la Enciclopedia chocaron con el partido «devoto» de los católicos. Frutos de su crisis de pesimismo fueron el Poema sobre el desastre de Lisboa (1756) y la novela corta Cándido (1759), una de sus obras maestras, la cual voy a tratar en este trabajo y además Voltaire nunca admitió abiertamente ser el autor de la controvertida novela, la cual está firmada con un seudónimo. Se instaló en la propiedad de Ferney, donde Voltaire vivió durante dieciocho años, convertido en el patriarca europeo de las letras y del nuevo espíritu crítico; allí recibió a la elite de los principales países de Europa, representó sus tragedias, mantuvo una copiosa correspondencia y multiplicó los escritos polémicos y subversivos, con el objetivo de «aplastar al infame», es decir, el fanatismo clerical. Sus obras mayores de este período son el Tratado de la tolerancia (1763) y el Diccionario filosófico (1764). Denunció con vehemencia los fallos y las injusticias de las sentencias judiciales (casos de Calas, Sirven, La Barre, etc.). Liberó de la gabela a sus vasallos, que, gracias a Voltaire, pudieron dedicarse a la agricultura y la relojería. Poco antes de morir (1778), se le hizo un recibimiento triunfal en París. En 1791, sus restos fueron trasladados al Panteón. Además Voltaire nunca admitió abiertamente ser el autor de la controvertida novela de la cual trata este trabajo, la cual está firmada con un seudónimo.
Obra: Su obra “Cándido” es una novela de aprendizaje, y su héroe un optimista que ha asimilado las teorías del providencialismo leibniziano: cree que el mundo es un paraíso, a pesar de que, desde la primera línea, la realidad se encarga de negarlo. La estructura tiene un hilo conductor claro: el viaje, los vientos de la vida llevan de aquí para allá a Cándido, convertido en un juguete del destino que recorre un mundo estragado por catástrofes naturales, por designios humanos y, sobre todo, por las religiones. Voltaire ataca, con ironía y sarcasmo, la intolerancia, el fanatismo, los abusos de la colonización europea en América, los engaños y artificios sociales, y las matanzas de las guerras. La estructura de la obra está dividida en tres fases: introducción desarrollo (de dos obras) y un desenlace. También hace una crítica de la religión y a la sociedad de entonces. Tiene un final ilógico, porque no te lo esperas, pero desde el punto de vista del autor el final es claramente lógico porque la vida no se cuenta como es, sino como se ve.
Resumen: Vivía en Westfalia, en el castillo del señor barón de Thunder-ten-tronckh, un mancebo a quien la naturaleza había dotado de la índole más apacible. Su fisonomía anunciaba su alma; tenía un juicio bastante recto y un espíritu muy simple; por eso, creo, lo llamaban Cándido. Los antiguos criados de la casa sospechaban que era hijo de la hermana del señor barón y de un bondadoso y honrado hidalgo de la vecindad, con quien jamás consintió en casarse la doncella porque él no podía probar arriba de setenta y un cuarteles, debido a que la injuria de los tiempos había acabado con el resto de su árbol genealógico. El señor barón era uno de los caballeros más poderosos de Westfalia, la señora baronesa tenía una hija, Cunegunda, doncella de diecisiete años. El preceptor Pangloss era el oráculo de la casa, y el pequeño Cándido escuchaba sus lecciones con la docilidad propia de su edad y su carácter. Pangloss enseñaba metafísico-teólogo-cosmólogo-nigología. Probaba admirablemente que no hay efecto sin causa, y que, en el mejor de los mundos posibles, el castillo de monseñor el barón era el más hermoso de los castillos, y que la señora baronesa era la mejor de las baronesas posibles. Demostrado está, decía Pangloss, que no pueden ser las cosas de otro modo, porque habiéndose hecho todo con un fin, éste no puede ser menos que el mejor de los fines. Cándido escuchaba atentamente y creía inocentemente, porque la señorita Cunegunda le parecía muy hermosa, aunque nunca se había atrevido a decírselo. Deducía que después de la felicidad de haber nacido barón de Thunder-ten-tronckh, el segundo grado de felicidad era ser la señorita Cunegunda; el tercero, verla cada día; y el cuarto, oír al maestro Pangloss, el filósofo más ilustre de la provincia, y, por consiguiente, de todo el orbe.
Comentario personal:
En la figura de Pangloss, alrededor de él y de sus principios
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