Ensayo sobre el conflicto humano de la existencia de un ser supremo

Ensayo sobre el conflicto humano de la existencia de un ser supremo

Antes que nada, es preciso aclarar que este ensayo es un intento de reflexión humana para pensar sobre la existencia de un ser supremo y sobre argumentos racionales que niegan o afirman su existencia.

Primero, es fundamental expresar que no es posible vivir una vida completamente racional ni completamente de fe. Lógicamente es imposible, dado que desde pequeños aprendemos a confiar en pequeñas y grandes cosas que nos han llevado a crearnos un criterio propio, si primero es la fe o la razón está a debate. Pero yo me baso en el ciclo hermenéutico de la fe, en la cual se les da la misma importancia. Cabe resaltar que este tipo de fe no esta lindada a una religión en particular, sino también a la experiencia y conocimiento.

Ahora, analizando la posibilidad de la existencia de un ser supremo, comúnmente llamado Dios, nos encontramos con diversos argumentos racionales que se contraponen. Primero recalcaré los argumentos filosóficos a favor de la existencia de Dios, con la cual muchos grandes científicos han estado de acuerdo. Estos argumentos son:

1. Primera vía del movimiento

2. Primera causa

3. Posibilidad y necesidad

4. Jerarquías de perfección

5. Cosas que no tienen inteligencia, pero funcionan de manera inteligente

Estos son los principales argumentos filosóficos que favorecen a la existencia de Dios, que contraponen los argumentos que niegan dicha existencia.

Después, pasando de una perspectiva filosófica pasaremos a analizar otros criterios.

Por ejemplo, muchas personas dicen que todo puede funcionar en sus vidas sin necesidad de la creencia en un ser supremo. Sin embargo como bien dice Carl Sagan en su libro El cerebro de Broca : “Un ateo es aquel que tiene la seguridad de que Dios no existe, alguien que dispone de pruebas convincentes en contra de la existencia de Dios. Yo no conozco esas pruebas convincentes. Dado que Dios puede relegarse a tiempos y lugares remotos y a las ultimas causas, tendríamos que saber mucho más acerca del universo de lo que hoy sabemos para estar seguros de que no existe ese Dios. Estar seguros de la existencia de Dios, y estar seguros de la inexistencia de Dios me parecen los extremos definitivos de un tema tan repleto de dudas e incertidumbres, que inspira poca confianza pensar en nada definitivo.

Ante esto, también hay un gran tema que podemos sacar, y es la capacidad de la imaginación humana, que ha demostrado transcender sin importar la generación de las personas.

Un criterio común para negar la existencia de Dios es su famosa atemporalidad que parece estar presente, de acuerdo a nuestras percepciones, ideas e impresiones, tal cual las define David Hume en Un tratado sobre la naturaleza humana. Sin embargo, pensar o decir que Dios es injusto según los criterios humanos es impreciso, así como negar su intervención en

el universo. Una cuestión particular de imaginar esto, es pensar que, si hay algo superior a nosotros, probablemente no intervendría de la forma que la mayoría imaginamos, criticarlo o ponerle calificativos como injusto sería adecuado en una perspectiva humana y divina siempre y cuando conozcamos la percepción divina. ¿Y acaso es así? La realidad es que muchas religiones lo que hacen es interpretar la supuesta palabra de Dios. Sin embargo, qué certeza tenemos nosotros de esa interpretación divina, si los humanos no estamos a ese nivel, es contradictorio. Las posibilidades se hacen infinitas si lo que percibimos nosotros como correcto o adecuado, Dios lo interpreta de la misma manera. Posiblemente no o sí. He aquí la pregunta, ¿Si existe un Dios o dioses supremo(s) a la raza humana, somos capaces de definir con certeza según nuestros conocimientos, y ciencia, el pensamiento de Dios, como para decir que es acertado o equívoco?

Vivir una vida negando la existencia

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