FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN
Enviado por ordesp49 • 12 de Marzo de 2014 • 6.830 Palabras (28 Páginas) • 215 Visitas
FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN
PROFR. ENRIQUE ESPINOZA ORDÓÑEZ
DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN ACADÉMICA Y ACCIONES ESCOLARES DE MULTIVERSIDAD LATINIAMERICANA Y SISTEMA EDUCATIVO VALLADOLID
PRESENTACIÓN
La educación es un acto social que desde el inicio de la humanidad ha servido para transformar la convivencia y el medio en que viven las personas.
Cada momento de la historia de la humanidad ha experimentado un fin educativo específico: los primeros grupos humanos al organizarse en tribus y convertirse en sedentarios, iniciaron la formación de cazadores, recolectores, guías, y en convivencia con las mujeres de la tribu aseguraron la alimentación y el vestido, estas acciones eran el fin de la “educación” que los adultos proporcionaban a los niños y jóvenes, es decir, asegurar la supervivencia era el motivo primordial.
Al crecer las poblaciones fue necesario cambiar las expectativas de formación y educación y en cada momento de la historia de cada sociedad ha ido cambiando, tanto la forma como el fin que se persigue.
Por lo que la filosofía de la educación se ocupa de la determinación del fin que la motiva, ¿Qué enseñar?, ¿por qué? Y ¿para qué enseñar?, de esta manera cada época se ha caracterizado por lo fines que se persiguen.
Como resulta evidente, la necesidad de una Filosofía de la educación se basa en la existencia del problema individual y social de cómo debemos ser educados, a través de cuál método pedagógico y con base en qué criterio valorativo.
En la historia de México, tenemos diferentes etapas que al ser analizadas nos muestran la imagen de la transformación de la sociedad mexicana.
En este trabajo se pretenden analizar de manera muy concreta las diferentes etapas de la historia de México y los aspectos fundamentales de los principios filosóficos que fueron creando una sociedad diferente en cada momento de la historia.
DEFINICIÓN
A) La filosofía de la educación.
Para comprender la utilidad del concepto de filosofía de la educación, es necesario analizar primero y por partes los conceptos que integran a este término.
En la filosofía se maneja la noción de conocimiento, de las causas de las cosas y que es una ciencia que engloba todas las demás ciencias.
La educación como segundo término del concepto, es donde se mencionan las teorías como un proceso de transmisión de la cultura, sin olvidar las jerarquías educador – educando, donde uno es la persona madura y el otro es el que está en proceso de aprendizaje.
(Villapando 1998). Define: “educación es la influencia deliberada y sistemática ejercida por la persona madura sobre la inmadura por medio de la instrucción, disciplina, y el desarrollo armónico de todas las facultades...”
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Considero que la educación requiere de todo aquello que garantice una formación moral, ética, de respeto a la convivencia social, la transformación responsable del entorno, el compromiso con la cultura, la difusión y aceptación de las artes como valores que enriquecen la convivencia humana y finalmente lograr que las nuevas generaciones logren una formación que les permita adaptarse y aprovechar todos los recursos y valores que la sociedad les ofrece, creando sujetos productivos, creadores y responsables de una convivencia social armónica.
B) La filosofía de la educación antes de la conquista.
El mundo mexica se caracterizaba por el cuidado que ponían los gobernantes en el buen funcionamiento de su sistema educativo.
Las escuelas de Tenochtitlan atendían a los jóvenes de acuerdo con su extracción social: los hijos de los nobles acudían al Calmécac, institución que se hallaba dentro del recinto ceremonial, mientras que los vástagos de los demás pobladores, conocidos como macehualtin, asistían a las escuelas de jóvenes llamadas Telpochcallis que había en cada barrio.
Las familias de Tenochtitlan consideraban a sus hijos como un regalo de los dioses; los hijos darían continuidad al linaje, colaborarían en las actividades productivas de la familia y aprenderían a respetar a sus mayores y a venerar a las deidades. Algún día celebrarían su matrimonio, conformando así un nuevo pilar en la organización social del Calpulli.
Podría decirse que en la educación se combinaban los discursos solemnes y las muestras de amor y cariño de padres e hijos, con castigos y reprimendas sumamente rigurosos.
De los tres o cuatro años en adelante. Los niños debían ejecutar tareas sencillas con gran comedimiento y obediencia; conforme pasaban los años el trabajo se hacía más complejo las labores más pesadas; así aprendían los niños, los oficios del padre, mientras que las jovencitas, todas las labores domésticas: asear la casa, preparar la comida, elaborar las prendas de vestir de la familia, etcétera.
Al cumplir lo quince años, los varones entraban al Calmécac o al Telpochcalli, mientras que las jovencitas continuaban instruyéndose en casa junto a sus madres, en las labores ancestrales que las capacitarían llegado el momento, para ser buenas esposas.
En el Calmécac, los hijos de los pipiltin aprendían los relatos históricos contenidos en los amatl o libros pintados (códices), que eran leídos en interminables discursos por los viejos sacerdotes.
Los jóvenes con habilidad para la pintura en su momento se convertirían en tlacuilos y se encargarían de la historia en dichos libros utilizando la complicada escritura pictográfica.
Los hijos de los sacerdotes seguirían sus pasos aprendiendo los relatos mitológicos y el complejo funcionamiento del ceremonial que se llevaba a efecto en los diversos templos y santuarios.
Todos los alumnos del Calmécac debían dominar los giros literarios más elegantes de su lengua, el náhuatl, y conocer las grandes creaciones poéticas de los antiguos bardos, así como saber declamar con donaire y distinción. Aprendería además el difícil manejo de la administración pública y en el futuro serían maestros, jueces e inclusive gobernadores, para lo cual debían conocer los códigos legales que regulaban la vida en comunidad.
En el Telpochcalli la vida era dura, ya no había dulces palabras; las órdenes eran ahora más estrictas y desde la madrugada comenzaban las extenuantes actividades. Iniciaban con baño helado en la laguna, seguido de una comida frugal y muy controlada. Los jóvenes debían realizar numerosos encargos, entre los que se encontraba el cultivo de las tierras de la escuela; recibían rudimentos de cultura y especialmente se buscaba su resistencia al dolor mediante prácticas de autosacrificio; muy importante era el aprendizaje de uso de las armas
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