Filosofia De La Educacion
Enviado por 777ppp • 24 de Enero de 2014 • 3.231 Palabras (13 Páginas) • 312 Visitas
COLEGIO DE ESTUDIOS DE POSGRADO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
LICENCIATURA: CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
MATERIA: PRÁCTICA DOCENTE 2
ALUMNA: MAYRA GUADALUPE HERNÁNDEZ RIVERA
DOCENTE: Daniel Hernández Zúñiga
Reporte de lectura
“FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN”
GRUPO: 42LE-A
La educación es el arte filosófico por excelencia, es por eso que filosofía y educación están vinculadas, siendo que la filosofía es el amor a la sabiduría y la educación es el proceso de socialización de los individuos .
La pedagogía como ciencia depende de la filosofía práctica y de la psicología, interviniendo la axiología pedagógica pues es a la que le corresponde inquirir sobre el proyecto de formación humana, que a título de conciencia de intencionalidad, se ve cumplido a la dignidad que concreta su realización.
La expresión pedagogía cultural o pedagogía de los valores es la tentativa de una justificación de la pedagogía, como consecuencia natural, lógica, de la filosofía, entendida como teoría de la cultura; por un afán por explicar ese mecanismo de que el hombre se apropia de la cultura. La pedagogía cultural es un correlato necesario a esta interpretación de la filosofía. La pedagogía de los valores trata de explicar el sentido valioso de la formación humana, así como la finalidad que se persigue a través de esta formación.
La educación es reconocida como una realidad pero una realidad que constituye un proceso, es decir, una realidad funcional, dinámica. Es la asimilación de la cultura por cada uno, pero también la capacitación de los hombres para crearla, participando en el progreso cultural. El sentido de la educación humana consiste en que el individuo incorpora a su naturaleza todo lo que proviene de la cultura y con ello mejora, supera su individualidad.
La educación integral consiste en un proceso formativo que se proyecta por igual a todos los hombres, en ofrecer una posibilidad cultural semejante para todos, pero cada individuo asimila esta acción educativa en el sentido y en el grado que le es posible. El método sintético o mejor la actitud sintetizadora, consiste no en una simple reunión de elementos para integrar un todo, sino en la comprensión del todo ya integrado por una diversidad de hechos, estructural o funcionalmente vinculados. La educación como hecho integrado se traduce en cumplimiento funcional de objetivos, de finalidades, sin atender a los elementos que intervienen al proceso que se sigue.
La educación es la más humana de todas las actividades en ello reside su esencia, toda educación lleva en si la intención de mejorar al hombre, de formarlo como sentido de elevación. La filosofía pretende indagar a dónde va la educación como se propone formar al hombre. Las funciones educativas no se conciben como simples actividades, sino más bien con el encauzamiento de una energía, cuyo rendimiento equivale a la formación valiosa y digna del hombre, como fuerzas modeladoras de la persona. Los fines que la educación cumple en cada individuo son pequeños casi imperceptibles, pero siempre constitutivos de uno mayor, totalizante que es la integración de la persona.
La acción educativa que se ejerce sobre cada individuo tiene una finalidad concreta precisa que es la formación del individuo. Las metas parciales de la educación encaminadas a integrar la personalidad de cada individuo son la vitalización, la socialización y la profesionalización. La vitalización es el primer esfuerzo que la educación realiza en bien del educando, pues significa hacer del educando, el motivo de una infinidad de acciones y reacciones que tienen como meta común el aseguramiento de su vida biológica; la socialización no significa solamente conectarlo con los demás, sino hacerlo miembro de la sociedad, la cual implica, además de ser un número dentro de ella participar en ella; y la profesionalización es la capacitación para actuar ante la cultura, profesionalizar al individuo no equivale tan sólo a volverlo erudito, emotivo, artista, moral, significa hacerlo productor de la cultura para aumentarla, como también hacerlo experto en uno de sus campos para administrarla a los demás.
La proyección extrapersonal de la educación reconoce en la educación dos caracteres esenciales, como son su funcionalidad y su proyectividad, la historia y la educación ofrecen una efectiva vinculación pues se pretende hacer una conciliación tan artificial como estéril de esta diversidad de significados, por dos caminos: uno el de la educación histórica que ha desembocado en el parcial sentido de la llamada formación humanística y el otro de la dimensión histórica de la educación que ha llevado a los historiadores a la aplicación metódica y exitosa de la investigación histórica en el campo educativo.
El ideal educativo consiste en lograr en el hombre todas y cada una de las perfecciones lo cual explica que sea un fin tan alejado, lograr la perfección completa en el campo de la ciencia. El ideal es infinito, pero la realidad muy corta, los factores limitativos son las fronteras de la educación.
Hablar de territorios culturales, es hablar de series de hechos y creaciones humanas, llamados bienes culturales, caracterizados por una homogeneidad en su procedencia, según la forma que toma la energía espiritual que le da origen. Si la educación constituye un territorio cultural por cuanto que se reconozca en ella la existencia de creaciones educativas concretas.
La naturaleza social de la educación no debe significar solamente una educación para el educando que lo coloca en forma adecuada para relacionarse con los demás, es preciso que ponga en juego la intencionalidad de los sujetos que participan en ella , proyectándola en el sentido de la sociabilidad, no ya como hecho sino como significación; así hombre, sociedad y cultura tienen un significado coincidente y suponen una recíproca acción.
Considerando los bienes educativos como una particularización de la cultura respecto de la personalidad mediante la acción educativa, se advierte que es la educación la que realiza tal selección de bienes, con la mira de llevar al individuo, precisamente aquellos que beneficiarán su integración personal. Son dos razones explicativas de esta selección de bienes que hace la educación, por una parte la magnitud de la cultura que llega a formar a los hombres no en una proporción mínima, sino en un campo diferenciado, por otra la posibilidad de asimilación del individuo, que no le permite, ni en tiempo ni en hondura, asimilar todo el acervo cultural.
La actitud del hombre que se educa, la funcionalidad de la educación que se realiza, se resumen en esa vinculación, el hombre entra en posesión de los bienes culturales
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