Historia CULTURAL
Enviado por rodrigo_ra80 • 24 de Abril de 2013 • 9.590 Palabras (39 Páginas) • 544 Visitas
Nació en el puerto de Veracruz el 9 de septiembre de 1731.
A las cuatro de la tarde del 2 de abril de 1787, murió Clavijero allá en Italia, lejos de su patria. Para fortuna nuestra sus restos descansan en suelo mexicano.
Fue el tercer hijo del matrimonio formado por Blas Clavijero y Ma. Isabel Echegeray.
Continuó sus estudios en Puebla: gramática en el Colegio de San Jerónimo y filosofía en el de San Ignacio.
Desde su temprana juventud mostró interés en las lenguas europeas y americanas, en las matemáticas, en las letras griegas, latinas y españolas, en la música y en los conocimientos prácticos de los artesanos.
Clavijero pertenecía a una familia distinguida, tanto por los antecedentes de su padre como por los de su madre. Don Blas Clavijero, de origen español, había recibido una esmerada educación y se desempeñaba en un alto puesto de la administración pública aquí, en la Nueva España.
- Grupo social al que perteneció.
Sacerdote católico, Jesuita de nacionalidad Novohispana, fue además historiador, ensayista y filósofo. Viajaba constantemente con su familia de un poblado a otro debido que su padre trabajaba para la Colonia Española, por lo regular a regiones con alta presencia indígena, lo cual le permitió aprender la lengua náhuatl desde niño, más tarde se convertiría en maestro misionero e historiador. Vivió con su familia en Tezuitlan, Puebla y posteriormente en la región Mixteca del estado de Oaxaca. Desde pequeño tuvo la oportunidad de tratar íntimamente con indígenas, conociendo a fondo sus costumbres y naturaleza, se dio a la tarea de investigar con suma atención cuan especial es lo que produce aquella tierra, llámense plantas, animales o minerales. Por su parte, los indígenas siempre intentaban mantenerlo contento puesto que no había lugar alguno al que no llevaran al niño para agradarlo.
- Influencias ideológicas presentes en su formación política, militar y académica.
Realizo sus primeros estudios en Puebla, en el colegio de San Jerónimo, donde estudió Gramática y en el centro Jesuita de San Ignacio Filosofía, latín y Teología. Al termino de sus estudios su vocación por el sacerdocio lo llevo a ingresar al seminario de Puebla, donde fue corta su estancia, ya que decidio convertirse en Jesuita y en febrero de 1748 ingreso al noviciado de la orden de Tepotzotlan, donde perfeccionó su latín y además aprendió diversos idiomas tales como italiano, alemán, entre otros.
Sus estudios superiores los realizó en Puebla y en México; y al ordenarse como sacerdote, solicitó expresamente enseñar en el Colegio de San Gregorio, situado en la ciudad de México. Allí permaneció cinco años. Su labor fue doble: inició con admirable paciencia a los indios en el cristianismo, para lo cual aprendió la lengua mexicana. las horas que ocupaba en la docencia las usaba para leer infatigablemente todos los códices que existían en la biblioteca del Colegio.
Es muy probable que de ahí provengan los materiales de su famosa Historia antigua de México. A mediados del siglo XVIII, mientras se preparaba el joven clavijero, la vida intelectual de Europa experimentaba cambios de enorme importancia. Después del Renacimiento, de la reforma religiosa y del triunfo del pensamiento de Descartes, los hombres del siglo XVIII se dispusieron a examinar todas las cuestiones sin reserva alguna: se discutieron los principios de las ciencias y las bases de la religión revelada, los poblemas del gusto en las artes, el fundamento tanto de la moral como de la política. Aquellos hombres compartían una creencia en la unidad y en el carácter invariable con la razón: que ésta, es la misma para todos los sujetos con capacidad de pensar, para todas las naciones, para todas las épocas y para todas las culturas.
Sin perder de vista las condiciones de la Nueva España, Clavijero favoreció la renovación de la enseñanza, haciéndose eco de lo que pasaba en el viejo mundo. Dejó testimonio de su espíritu emprendedor en Morelia, Guadalajara y México.
Allá en Guadalajara, donde se desempeñó como prefecto de la Congregación Mariana, Clavijero recibió la orden de abandonar el territorio mexicano. Hablamos de 1767, año en que Carlos III, rey de España, decretó la expulsión de los jesuitas de todos los territorios de la Corona. El padre Clavijero, como todos sus correligionarios, se fue a residir a Italia.
Veinte largos años pasó en el destierro. Mientras trabajaba afanosamente en la composición de su Historia Antigua de México, comenzó a circular en Italia un libro escrito por Cornielle de Paw. Este era su título: "Investigaciones filosóficas sobre los americanos". Allí se ofende y se denigra a los americanos, suponiendo que Europa es el continente modelo y América un continente inferior. El libro había aparecido en Berlín, en 1768.
Javier Clavijero, por el amor entrañable que sentía hacia su patria, creyó un deber darle una respuesta enérgica al autor alemán. Ese hecho lo alentó a intensificar sus investigaciones, base de su Historia Antigua de México. Por fin, en 1780 apareció la obra, escrita originalmente en italiano. Pronto se tradujo al francés y al alemán, por el éxito que alcanzó. Sin darse descanso, Clavijero redactó también sus Disertaciones para echar abajo los juicios de De Paw, mostrando que partía de datos falsos, que los mexicanos eran hombres con la misma capacidad intelectual que los europeos, como lo demostraba el desarrollo asombroso de las culturas prehispánicas.
Su Historia Antigua de México la dedica a la Universidad Pontificia de la Nueva España y le reclama que no hubiera establecido una cátedra de la historia de méxico, con énfasis en la etapa anterior a la conquista. Ahí se encuentra la raíz de México.
La Universidad Pontificia, donde se había formado Javier, recibió la obra y, en sesión de maestros y autoridades, se acordó enviarle un documento en que se reconocen sus méritos por los que la Universidad se siente honrada por haberlo contado entre sus discípulos.
Nació en el puerto de Veracruz el 9 de septiembre de 1731.
A las cuatro de la tarde del 2 de abril de 1787, murió Clavijero allá en Italia, lejos de su patria. Para fortuna nuestra sus restos descansan en suelo mexicano.
Fue el tercer hijo del matrimonio formado por Blas Clavijero y Ma. Isabel Echegeray.
Continuó sus estudios en Puebla: gramática en el Colegio de San Jerónimo y filosofía en el de San Ignacio.
Desde su temprana juventud mostró interés en las lenguas europeas y americanas, en las matemáticas, en las letras griegas, latinas y españolas, en la música y en los conocimientos prácticos de los artesanos.
Clavijero pertenecía a una familia distinguida, tanto por los antecedentes
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