La Transformación En El IO

LA TRANSFORMACIÓN EN EL IO

Buena parte de tradiciones y Leyendas Iniciáticas nos relatan la manera en que el hombre entierra su personalidad, egoísmos, angustias y temores, resurgiendo un ser dignificado, glorioso, sublimado y sin nombre. Veamos entonces, la real importancia que adquiere la connotación Sublimación, al significarnos que gramaticalmente es sinónimo de exaltar, engrandecer y lo más importante, pasar del estado sólido al vapor, ignorando el estado líquido. Lo que quiere decir, un cambio fundamental de esencia, donde lo material, lo mundano e intrascendente, se purifica y se transmuta en una suerte de purificación espiritual.

La despersonalización que sufre el Iniciado, hace que pierda su identidad y su nombre y cuando una persona pierde su nombre y le preguntamos quien es, su única respuesta es "Yo Soy" (IO). La palabra que se perdió es ésta, no hay otra. "Yo Soy" es el auténtico ser, él es un inquilino del cuerpo físico quien por degeneración, adquiere personalidad y produce una ilusión que pretende confundir al verdadero "Yo" desplazándolo y sustituyéndolo. El "Si mismo" es el legítimo "Yo Soy" que hay que conocer y rescatar su protagonismo.

LA OPERACIÓN DEL SOL

La Alquimia fue la gran excusa para cifrar y encliptar el proceso de desensamblar y desarticular el avance que había logrado alcanzar ese otro yo, manifestado en personalismos, individualismos todos ellos resumidos en el gran enemigo del "Yo Soy": el egoísmo. Hoy no tengo la menor duda que es nuestro enemigo a vencer. La dificultad mayor, está en identificar la diversidad de modalidades y apariencias que asume. A todas ellas las llamamos " metales viles" o vicios.

La Gran Obra que pretendió realizar la Alquimia, se circunscribió a alcanzar la Luz, la Iluminación, representadas por el Sol o el Oro alquímico. El "lenguaje de los pájaros" como se llamó a ese intrincado cliptograma argótico que custodiaba esas verdades fundamentales, nos señalaba que la verdadera etimología de la expresión Alquimia, devenía de la expresión en hebreo Chemesh que significa Sol. en la "Tabla Esmeraldina", atribuida al legendario Hermes Trimegisto, la Gran Obra es calificada como la operación del Sol. Ello quiere decir, la manera en que opera la transformación del hombre mediatizado en el Hombre Iluminado.

EL PROCESO Y LA TRANSFORMACIÓN

Al proceso se le llamó Sublimación y que sucintamente explicamos en párrafos anteriores y al cambio final se le denominó Transmutación o conversión al estado de iluminación desde la materia amorfa, pútrida y corrompida.

Debemos distinguir entre los alquimistas y los “fuelleros”. Es un error pensar que la química deviene de la Alquimia. Los procesos alquímicos, se realizaban en el Atanor de la conciencia y del espíritu operado por verdaderos Maestros en el arte de transmutar la oscuridad en Luz. En tanto los operarios que no entendían la Obra, se diluían en el matráz de la materialidad alimentado por un fuego que se extingue o que se atiza con el aliento del fuelle, tratando de alcanzar un Dorado que nunca existió. Durante sus experimentos y ejercicios con la materia, lograron algunos de ellos, conseguir substancias, elementos y combinaciones que dio origen más tarde a la Química. La Alquimia es en cambio "químicamente pura" y desde esa perspectiva son alquimistas, todos aquellos "Filósofos Avisados" que procuran pertinaz y conscientemente el descubrimiento de su "Yo".

METALES VILES Y EL ORO ALQUÍMICO

No podemos hablar de Alquimia sin señalar las fundamentales contribuciones realizadas por Basile Valentín quién vivió hacia el año 1415, de estado eclesiástico ( monje benedictino de la abadía de Erfurt) y el doble nombre simbólico ( derivado del griego y que significa etimológicamente "poderoso rey") establece en su obra magna " El Carro Triunfal del Antimonio" el sentido auténtico de la transmutación de los efectos perversos del "yo" falso y engañoso por la majestad y esplendor del "Yo Soy". Como todos sabemos, Basile Valentín fue el creador del anagrama V.I.T.R.I.O.L. que en su acepción de fórmula, tiene dos connotaciones, la primera: "Visita Interiore Terrae Rectificando Invenies Occultum Lapidem" (Visita el interior de la tierra y rectificando encontrarás la piedra oculta) y la segunda acepción con igual interpretación: "Visita Interiore Terrae Rectificando Operae Lapidem" (Visita el interior de la tierra y rectificando encontrarás la piedra de la obra". Ahora bien, el anagrama está circunscrito dentro y en las seis puntas del Sello de Salomón, o Exagrama de la siguiente manera y significado:

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