Las 30 Reglas Del Instructor

LAS 30 REGLAS DEL INSTRUCTOR

Consideramos que todo Instructor que conozca éstas reglas, las estudie y trate de dominarlas lo mejor posible, pues va a tener en su poder una arma poderosa para defenderse ante el público; ya que nuestra misión como INSTRUCTORES GNOSTICOS es llevar la enseñanza a todos los campos: la escuela, el liceo, la universidad, la radio, la televisión, la prensa, el lugar de trabajo, un viaje, etc., etc., etc.

En las zonas rurales y campesinas se necesita de una apología especial que nos permita ganar la auto-confianza de esas personas.

Consideramos que las presentes reglas que vamos a señalar constituyen una valiosa herramienta de trabajo. De antemano, es muy difícil que una persona mantenga a flote las 30 reglas fundamentales para un instructor.

Si logramos comprender y ejecutar estas reglas, entonces estaremos mucho mejor de lo que nos encontramos actualmente, donde a duras penas tenemos algunas ideas sobre lo que vamos hacer.

Estas normas las daremos en forma ordenada, como secuencia lógica en su funcionalismo.

Explicaremos el aspecto deductivo de cada regla. Es claro que podemos obtener la deducción por persona. Una persona puede deducir porque ha hecho uso de los requisitos deseables para un Instructor.

Por otra parte, la inducción es fundamental. De una inducción viene la deducción. Si una persona no utiliza la inducción para el estudio, entonces deduce mal y el resultado de la deducción no sirve.

1° Regla: AUTO-CONFIANZA:

La auto-confianza es una esperanza firme en una persona o cosa. Esta es la denominación castiza de la auto-confianza. Para tener esperanza firme se necesita Seguridad, porque el que no tiene seguridad, ¿Qué puede esperar?

Para tener esa seguridad en sí mismo, lógicamente hay bases fundamentales que nos van a permitir desarrollar, mantener en alto y utilizar esa esperanza firme.

Lógicamente la Enseñanza Gnóstica nos dice que para estar seguro de sí, hay que tener: conocimiento de la causa a través de la práctica. Entonces la auto-confianza de un Instructor Gnóstico no es nada viciado, ni es nada al azar o al acaso, es un algo que él ha establecido en sí mismo.

Cuando la auto-confianza se manifiesta, hay seguridad. Ejemplo: estamos en misión pública, lo hacemos con una seguridad sino extraordinaria, sí muy firme y notamos que el público se siente satisfecho de esa autoridad, de esa seguridad de sí mismo que tiene el Instructor, porque un instructor que lo encontramos diciendo con voz tenue y apagada: “Yo creo que sí, no porque…”, es porque necesita tener auto-confianza ya que va a dirigir una disertación sobre la enseñanza.

El Instructor para ser un verdadero dirigente, tiene que asimilar la regla antes mencionada. Si no tiene auto-confianza, Que va dirigir?, no vamos a decir que es un incapaz, pero es una persona desordenada, no tiene medios ni principios básicos para confiar en sí mismo.

¿Por qué no tiene confianza en sí mismo?, ¿Por qué es temeroso?, ¿Por qué es inseguro?, ¿Por qué tiene miedo? Es indudable que esa persona no trabaja con los tres factores de la Revolución de la Conciencia. Una persona miedosa que trabaje con el MORIR, acaba con el yo del miedo y aparece en él el valor, ya no es temeroso, ya puede salir en público.

2° Regla: CAPACIDAD PARA DIRIGIR:

La capacidad de dirección es la propiedad que tiene cada instructor de contener o admitir cierta cantidad de cosas; es decir: que el dirigente tiene en su mente una cavidad suficiente para admitir lo nuevo, promover lo que tiene, analizar, estudiar principios, fundamentos, cosas y darles la aplicación necesaria. Esa persona para poder dirigir, necesita Inteligencia. Nosotros sabemos que la inteligencia no es la memoria, no es el pensamiento, no es la habilidad.

La inteligencia es un Don Superior que está al alcance de nosotros a través de los tres factores de la Revolución de la Conciencia: MORIR, NACER y SACRIFICIO. La inteligencia pertenece a REAL SER porque es el único Ser inteligente y para nosotros hacernos acreedores de la inteligencia, necesitamos que se manifieste el REAL SER.

Nosotros podemos comprobar que si es factible, necesario y práctico poder dilucidar a toda la humanidad, cualquier clase de enseñanza a través de los tres factores.

Esa persona necesita de una preparación intelectiva para poder dirigir. Podemos notar que aún los más grandes Maestros, con toda y la gran capacidad esotérica que tienen, siempre propagan el equilibrio entre el espíritu y la materia, entre el Ser y el intelecto, entre el Saber y el Ser.

Esa una regla que entregó el V. M. SAMAEL para todos los Gnósticos: respetar y llevar el equilibrio.

Una persona de cierta preparación intelectiva no tiene necesidad de identificarse demasiado con la parte intelectiva y olvidarse del SER.

Equilibrarse es practicar una regla intelectiva, estudiar, analizar, meditar en ella. Por Ejemplo: ¿Qué es nacer?, esa persona va a estudiar que es nacer, pero el intelecto tiene su límite, su tope y no llega a comprender lo que es nacer.

Entonces debe sentarse cómodamente con una Asana, se concentra, se relaja y por la deducción del estudio y la reflexión entra en el terreno de la meditación aparece aquello que se llama Fe Consciente, la Fe Solar; es decir ya la persona vivenció a través de la meditación, la información íntima de lo que es nacer.

Cuando alguien se lo niegue, así lo demuestre con aparatos, maquinas o lo que sea, esa persona tiene Fe consciente de cómo se nace interiormente.

Este es el equilibrio entre el Intelecto y Espíritu que debe cultivar el dirigente equilibrado y todo el que haya hecho un estudio equilibrado, sobre todo el que va a dirigir.

Para dirigir se requiere Talento. El talento es algo que va sopesando las cosas, las va colocando en su lugar dentro del ritmo de la equidad. Todo a dé ser equitativo; lo equitativo es justo; lo justo es lo que está amparado por la Ley, lo demás no es justo.

3° Regla: COMPRENDER:

Comprender es penetrar una cosa; no se puede comprender algo que no se conoce. Comprender es entender, llegar al fondo, intuir las cosas unas entre otras. Ejemplo: podemos incluir una porción de agua salada entre otras dulce, hay una sola variante, pero ellas comulgan las dos porque ambas son del mismo género: son aguas.

Pero si incluimos una porción de aceite en una porción de agua nos destartaremos, perderemos fuerzas, energía y paciencia batiéndolo y agitándolo y ellas no comulgan. Este mismo sentido práctico hay que aplicarlo en los grupos. Nosotros no podríamos sin darle ningún curso, ninguna preparación por la ley del acaso traer a una persona Neófita, de afuera, fornicario,

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