Los Sistemas Eticos
Enviado por Cindycm96 • 1 de Junio de 2014 • 1.709 Palabras (7 Páginas) • 329 Visitas
INTRODUCCION
En este ensayo conoceremos dos tipos de sistemas éticos, veremos cuando aparecieron, cuáles son sus principales ideas, y sus rasgos biográficos.
DESARROLLO
Dos sistemas éticos materiales que cambiarían el mundo: Utilitarismo y Eudemonismo.
La felicidad se encuentra en hacer felices a los demás
A esta teoría ética se le llama Utilitarismo. Fue una teoría desarrollada durante los siglos XVIII y XIX en Inglaterra. El momento histórico hacía referencia sobre todo a un hecho importantísimo a nivel económico, político y social como fue la Revolución Industrial, que ya se hacía notar hacia 1780 en este país y sobre todo también en Bélgica. También se estaba luchando en todo el mundo por la erradicación del antiguo régimen como consecuencia de las ideas políticas y económicas de la Ilustración, destacando la teoría de la soberanía nacional de Rousseau, la teoría de la División de Poderes de Montesquieu y las teorías de Quesnay y Adam Smith en cuanto a Fisiocracia y Liberalismo económico. El principio fundamental del sistema es “Alcanzar la mayor felicidad para el mayor número de personas”, entendiendo por felicidad “El placer y la ausencia de dolor”. La principal diferencia entre el Utilitarismo y el Hedonismo es su carácter social. Prima sobre todo la utilidad o el interés como fin último de la actividad ética, es decir, que la característica principal de la teoría es el Altruismo, procurar el bien de los demás aun a costa del propio. En este campo han destacado dos importantes filósofos ingleses, los cuales han dado lugar a diferentes concepciones del Utilitarismo. Jeremy Bentham (1748 - 1832) pensó que la utilidad era la propiedad de cualquier objeto de producir placer, beneficio o simplemente felicidad. Hay que procurar el interés general para poder tener placer personal, para eso hay que procurar la mayor felicidad posible al mayor número de personas posibles. Las acciones se determinan como beneficiosas o defectuosas en medida de cuanta felicidad provoque a la colectividad. Formuló como primera ley de la ética el llamado Principio de Interés, según el cual el hombre actúa siempre movido a costa de sus propios intereses, que se basan en la búsqueda del placer y el abandono del dolor que nos provoca la mente y el cuerpo. El dolor y el placer son “los dos señores soberanos” que la naturaleza nos ha impuesto a todos los seres humanos. Pero si esta búsqueda de placer y huida del dolor se convierten en simples normas individuales, actuaríamos egoístamente. Por ello, él pensó que era necesario que en la sociedad estuviese vigente un Principio de Felicidad, para evitar esto. Equivalentemente al Principio de Interés, el Principio de Felicidad debe asegurar la mayor cantidad posible de felicidad para el mayor número de individuos. La moral es una aritmética de placeres que hay que ordenar para que la balanza de la vida se incline hacia lo bueno, y no hacia lo malo. Sin embargo, John Stuart Mill (1806 - 1873) pensó que el utilitarismo merecía un carácter más social, porque hay que procurar el bien por su valor como útil, el valor de lo bueno en sí mismo, y no por las ventajas que pueda dar a nuestra persona, puesto que así seríamos un tanto egoístas. El objetivo final de esto es la felicidad de la humanidad. Él defiende la prioridad de los aspectos cualitativos ante los cuantitativos, es decir, se prefiere que la felicidad sea muy buena una vez, a que sea pequeña felicidad muchas veces. Esto no contradice para nada el Principio de Utilidad, ya que es verdad que hay placeres más deseados y valiosos que otros, por ley de vida. Defiende la superioridad de los placeres intelectuales frente a los sensoriales, y por este cúmulo de causas, se distancia mucho de su predecesor Bentham, al crear otra corriente filosófica dentro de la misma teoría ética. Mill alude a que la humanidad tiene unas calamidades como son la pobreza, la ignorancia y la enfermedad, las cuales se curan con legislación, educación y medicina. Esta teoría ética ha tenido gran influencia en la contemporaneidad, sobre todo en las economías del bienestar, a las que aspiran las democracias modernas, entre las que se sitúa en un lugar destacado la Unión Europea, diferente de la CEE desde el tratado de Maastricht.
Jeremy Bentham John Stuart Mill
La felicidad se encuentra en intentar conseguir la perfección de nuestra naturaleza
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