Sistemas Eticos
Enviado por focano • 31 de Enero de 2014 • 1.598 Palabras (7 Páginas) • 365 Visitas
EL EUDEMONISMO. ARISTÓTELES
Aristóteles nació en al año 384 a.C. en Estagira, una colonia de Grecia que además era puerto marítimo. Su padre Nicómaco era médico del Rey Amintas de Macedonia
Cuando era aún niño su padre falleció. A la edad de 17 fue enviado por su tutor Proxenus hacia Atenas, centro intelectual del mundo, para completar su educación. Una vez allí se unió a 'la Academia', lugar donde siguió las lecciones de Platón por el transcurso de veinte años. Durante los últimos años de su relación con Platón y la Academia comenzó a dar clases por su propia cuenta, especialmente sobre retórica.
Al morir Platón, en el año 347 a.C, la destacable habilidad de Aristóteles parecía designarlo para liderar la Academia, pero su divergencia con respecto a las enseñanzas de su maestro eran demasiado grandes como para que esto fuera posible. Por esta razón el elegido fue el sobrino de Platón: Espeusipo.
Ante la invitación de su amigo Hermias, gobernante de Atarnea y Assos en Asia Menor, Aristóteles partió hacia su corte real y permaneció allí por tres años. Durante este período se casó con Pitias, la sobrina del Rey. En la época tardía de su vida contraería matrimonio con una mujer llamada Herpylis con quien tuvo un hijo llamado Nicómaco.
Aristóteles estableció su propia escuela llamada 'el Liceo'. Cuando enseñaba en el Liceo, Aristóteles acostumbraba caminar mientras disertaba. Es por eso que sus seguidores fueron conocidos posteriormente como los peripatéticos, por la palabra griega que significaba 'pasear' (peripatein).
Durante los trece años que siguieron Aristóteles dedicó sus energías a sus enseñanzas y a la composición de sus tratados filosóficos. Se dice que daba dos tipos de conferencias: discusiones detalladas, por la mañana, para un selecto grupo de estudiantes avanzados, y discursos populares, por la tarde, para un público de amantes del conocimiento en general.
Si bien este fue el fin de la vida de Aristóteles, la colosal influencia que sus ideas ejercerían sobre el pensamiento de la humanidad recién estaba comenzando
En Aristóteles, discípulo de Platón la ética aparece como disciplina filosófica y constituye, juntamente con la política, una ciencia que tiene por objeto las acciones humanas no productivas.
Según Aristóteles, el hombre es actividad permanente, dirigida a conseguir múltiples fines. Pero por encima de todos ellos, la acción humana aspira a un fin último que, en cuanto tal, unifica a todos los demás y respecto del cual todos los demás no son otra cosa que fines particulares o medios para alcanzar aquel fin último, que unifica, organiza y jerarquiza a todos los demás.
Si preguntamos por su nombre, todos estarán de acuerdo, cultos e ignorantes, en determinarlo felicidad (eudaimonia). A conseguirla se encaminan todos los esfuerzos y acciones humanas, porque es el bien propio de la naturaleza humana.
Con el fin último, la felicidad tiene estas tres características:
-autarquía: es decir, se basta así misma.
-perfección, en el sentido de acabado: no cabe añadirle nada.
-excelencia: constituye la actividad más elevada y propia del ser humano y en la que éste encuentra su realización plena.
Ahora bien, ponerse de acuerdo en el hombre no loe s todo; se necesita concretar en qué consiste y cómo se alcanza la felicidad. Aristóteles afirma que no es el placer ni la riqueza, aunque muchos dicen que la felicidad y la fortuna son una misma cosa, si tiene relación con el vivir bien, pero entendido en el sentido de vivir de acuerdo con la función que le sea más propia al ser humano, a la manera como un buen flautista es quien realiza bien la actividad de tocar la flauta o un escultor, la de esculpir la estatua.
La función que es más propia y característica del ser humano es la que deriva de la razón. El hombre es un ser que tiene logos y su actividad más propia y característica es el ejercicio de esa capacidad, que Aristóteles llama la vida teórica o contemplación. Pero a esta actividad no se llega de forma inmediata sino por consecución y el ejercicio de las virtudes.
La virtud viene determinada por la razón y por la consideración práctica de lo que haría un hombre prudente, en tales circunstancias, y consiste en un medio entre dos vicios. Por ejemplo, el valor es un término medio entre la cobardía y la temeridad; la afabilidad, entre la indolencia y la irascibilidad; la generosidad, entre la avaricia y la ostentación.
Alcanzar la felicidad requiere también de algunas condiciones externas, como la salud, una cierta fortuna, fama o poder que no son necesarios “en gran número y calidad”, ya que hacen al hombre feliz aunque lo ayuden.
En Aristóteles, la ética y la política van unidades; no cabe un bien particular aislado
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