Persona y humanismo resumen

Persona y humanismo

“El ser humano no es un objeto más entre los objetos, las cosas se determinan unas de otras, pero el hombre, en última instancia, es su propio determinante”

Víctor Frank

A través de los años han surgido diferentes corrientes, ideologías y movimientos; y una de ellas es el humanismo. Este movimiento intelectual desarrollado en Europa durante el siglo XIV y XV hace referencia al valor y dignidad que el ser humano posee. Ciertamente con un significado tan amplio, la palabra da lugar a diferentes interpretaciones y en consecuencia, confusiones y malentendidos. Por esta razón, por medio de este escrito plasmo los conceptos claves que, según en mi opinión, dan un mejor entender de lo que realmente significa “persona y humanismo”.

  Es cierto que el término “ser” incluye todo aquello que existe pero es importante aclarar que el ser humano, a pesar de incluir esta palabra de tres símbolos, es diferente a todo lo que lo rodea: las plantas o los animales. Nosotros, los seres humanos, nos caracterizamos por tener impulsos, deseos, sueños y necesidades pero la principal que nos diferencia de los demás seres es que somos seres racionales y pensantes.  Además del raciocinio y el pensamiento, los humanos se distinguen por tener inteligencia, o ese deseo de conocer y aprender, y voluntad que desde que somos pequeños las vamos adquiriendo y transformando a nuestra forma.

En infinitas ocasiones se ha escuchado o se nos ha dicho que la escuela, las personas que conocemos a lo largo de nuestras vidas y nuestros padres nos forman como personas. Y claramente no está lejos de la verdad. La manera que nos comportamos va muy influida por todas esas personas que desde que somos unos pequeños hemos observado por incluso unos breves minutos. Observamos todo aquello que puedo llegar a comprender y por medio de comprensión y práctica lo convertimos en una intelección infalible, es decir, parte de nosotros; y por esta razón es que los padres llegan a decir: ¿en dónde aprendiste eso? No cabe duda de que las relaciones humanas, por más pequeña y simple sea, nos define como seres humanos. Y de aquí parte lo que el tener una personalidad. 

Todo lo que se nos enseña, y que en algún momento seguimos, es subjetivo. Es decir, nuestra personalidad es definida por nuestro propio criterio. Es cierto que hay filósofos como Marx que exponen que el impacto que tenemos con la sociedad, la cultura y la religión dan al desarrollo de nuestra personalidad. Otros postulan que la personalidad se desarrolla durante nuestras experiencias de vida, como es el caso de Freud. A mi parecer son ambas debido a que no podemos experimentar cosas sin tener contacto con la sociedad, la cultura y la religión; las dos teorías conviven una con la otra. Un ejemplo es cuando creemos que algo está mal solo porque en nuestro entorno es visto de esa manera y seguimos esa ideología: como es el caso de la homosexualidad. Cabe mencionar que se ha visto el cambio de generación en generación con respecto a este tema pero aun así sigue esta forma de aprendizaje y de diferenciar lo que está “bien” o está “mal”.

Es muy fácil caer en estos prejuicios o creencias que se tiene en la sociedad por lo que una forma de generar nuestro propio punto de vista es por medio del conocimiento. No por nada se dice que “el conocimiento es poder” y es que esta poderosa fuente nos da la posibilidad de tener libertad en elegir y crear nuestro propio juicio de las cosas que nos rodea y al mismo tiempo nuestra mera conciencia.

Desde aquí podemos observar como una sola persona puede tener un impacto enorme en los demás y es por ello por lo que nuestra libertad no debe sobrepasar al bienestar del tercero. En otras palabras, al tener libertad de elegir y expresarnos no debe de imponerse a la libertad de las demás personas. Se debe de tener una precaución con esa aclamada libertad. Al fin y al cabo, a mayor libertad mayor responsabilidad.

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