Principio del cambio.
Enviado por Anne Nuñez • 15 de Agosto de 2016 • Ensayo • 1.922 Palabras (8 Páginas) • 333 Visitas
Universidad Politécnica de Nicaragua
“Sirviendo a la Comunidad”
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Curso de Honor
Tema: Principio del cambio
Carrera. Contabilidad pública y finanzas.
Año. II año
Turno. Matutino
Estudiante. Ana Priscila Núñez Gutiérrez.
Viernes 15 de abril del 2016
Tema general:
Camino a la excelencia
Tema delimitado:
Principio del cambio
Tesis:
Si suprimimos el cambio en nuestras vidas, estaremos suprimiendo nuestras oportunidades de crecimiento, desarrollo, madurez y hasta nuestra vida misma.
Principio del cambio
El viernes pasado sentí que en vez de estar en una conferencia, estaba en un tipode “10 formas de familiarizarte con tu la realidad y cómo enfrentarte a ella”. Los temas iban desde la situación económica de nuestro país en comparación con los demás países; hasta nuestra retención al cambio y nuestra actitud conformista.
Cuando el Señor Osorio empezó hablar sobre el principio de cambio, dos palabras vinieron a mi cabeza: felicidad y temor. Felicidad porque, de acuerdo con mi memoria, cuando alguien habla de cambio, lo hace de forma positiva; siempre en busca de la felicidad o estabilidad, ya sea emocional o económica. Pero, también recuerdo que del total de personas que se prometían o prometían a alguien, cambiar; solo pocas personas lo hacían.
La pregunta del millón es ¿Por qué hablamos de cambio y al final del día no lo hay? Digo, es como si crearamos nubes en nuestras cabezas acerca de lo que queremos ser y tener; pero no pensamos sobre el cómo conseguirlo y si lo hacemos, la ejecución de esos planes son aplazados con excusas y pretextos. Como que entramos en una etapa de autocompasión y es tal y como si huyesen del cambio, y es allí donde entra la segunda palabra: el temor.
El temor sería la razón primordial de la resistencia al cambio. Este nacen de la falta de confianza hacia nuestra persona, de la creencia de que el cambio representa un riesgo a nuestra estabilidad, del miedo a la falla personal, del posible rechazo que recibirán nuestras ideas, etc. Todo esto trae como consecuencia un estilo de vida aferrado a nuestra zona de confort y una errónea percepción del cambio, es decir, miramos al cambio como algún tipo pesadilla la cual solo los valientes o “los suertudos” son capaces de enfrentar, y es allí donde inicia el dilema: No nos sentimos capaces de generar un cambio en nuestra vida; pero, en algún punto del día, queremos uno.
¿O será la realidad otra y queremos despertar con la vida realizada o queriendo la vida de alguien más donde todas nuestras necesidades son saciadas?
Si es esta la verdad, debemos de prepararnos para la realidad que básicamente funciona a como dice el dicho: “El que quiere celeste, que le cueste”. Si uno le pregunta a algún pintor reconocido cómo uno puede hacer para llegar a pintar de esa manera, este le dice “práctica de día, práctica de noche, práctica en tu tiempo libre”; si uno le pregunta a un escritor cómo uno puede llegar a escribir un libro, este dice “lee, estudia, observa tu alrededor, conoce tu mente, escribe sobre x o y tema, escribe al menos media hoja un dia y al día siguiente escribe la hoja completa”. Si vemos, ambos recomiendan el camino del esfuerzo. No existe tal cosa como una fórmula mágica que nos puede hacer las cosas realidad, y si existiese ¿cuál sería el punto? El objetivo es llegar al final del día, acostarse en la cama, cerrar los ojos y sentirse orgulloso por alcanzar algo que costó chimones y espinas obtener.
Como personas, debemos de superar esos obstáculos puestos por nosotros mismo, dejar atrás las excusas y los pretextos. Tomar como lema: La excelencia está en hacer las cosas, no buscar razones para demostrar que no se puede hacer.
Si suprimimos el cambio en nuestras vidas, estaremos suprimiendo nuestras oportunidades de crecimiento, desarrollo, madurez y hasta nuestra vida misma ¿Por qué? El mundo cambia constantemente y las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio [Charles Darwin]
Durante la conferencia, el Señor Osorio dijo algo así: “Si un ingeniero en Computación se gradúa y no se actualiza en los siguientes años. Dentro de cinco años, será como si no hubiese estudiado del todo”.
Vivimos en mundo que cambia constantemente, por ejemplo, en la contabilidad, un día se usaron hojas columnarias kilométricas para registrar todas las operaciones; ahora tenemos Excel; por lo tanto, si uno quiere ejercer la carrera en el mundo laboral, en nuestra hoja de vida tiene que ir por ley “Manejo del Excel, nivel Financiero”, sino le dicen a uno: “Lo vamos a llamar”. Y no solo eso, se tiene que estar al pendiente de las reformas de Ley, de las Normas Internacionales, de los boletines del Banco Central, los boletines de la Escuela de Contadores, de las conferencias que vaya a hacer DGI y un sinnúmero de cosas más. Si uno no se mantiene informado de lo que ocurre a su alrededor, uno no cumple con las exigencias de las empresas. Nos quedamos atrás.
En el mundo donde vivimos, el futuro pertenece a los que siguen aprendiendo. Como seres cambiantes, no nos es permitido quedarnos en el pasado. El pasado es pasado, el presente pronto lo será y lo que nos queda es ver hacia el futuro. El futuro va en carrera en bajada y uno tiene que seguirles los pasos lo más próximo posible. Caso contrario, quedamos estancados en un mundo que ya pasó.
Recalcando lo esencial que es el cambio para el ser humano, se debe resaltar uno de los errores que el humano comúnmente comete: Desea cambiar pero todavía sigue los mismo pasos de antes. Si una persona decide cambiar, debe empezar por su mente; tener la mentalidad de “Quiero cambiar y para hacerlo, debo seguir una rutina diferente para obtener resultados distintos”.
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