SER NIÑO
Enviado por salmajacqueline • 1 de Septiembre de 2014 • Síntesis • 552 Palabras (3 Páginas) • 143 Visitas
Ser niño es maravilloso lo escucho a diario y creo ver su representación práctica en cualquier lugar. La cuestión es, dentro de sí esas pequeñas palabras guardan algo profundo y significativo. Al pensar en uno mismos como niños, llega esa oleada de sentimentalismo y nos cae encima un torrente de recuerdos, un sentimiento de añoranza y de alusión de esos “buenos tiempos”. Es importante darse cuenta cómo es que una persona adulta como ahora estoy me percibo así misma al momento de recordarme cuando era niña. Aunque pasemos parte de nuestra historia de infancia a través de lo que otras personas nos cuentan no significa que eso sea nuestra verdadera infancia.
Los niños con los que me juntaba, eran vecinos de mi colonia donde jugábamos en casas de campaña con cobijas, bicicletas, patines, saltar la cuerda, mis codos y rodillas negros, encantados, la comidita, la casita, globos con agua, carreritas, comidas con lodo y mi mamá me gritaba que ya me meteria pero no le hacía caso. Mis tiempos de cuando sabía hacer magia. Una rama de árbol bien podía ser una espada o la varita de un hada, una guitarra o el micrófono perfecto (todo cobraba vida con un poco de imaginación) cualquier marca en el piso significa un punto al cual correr y permanecer a salvo con las manos detenías todo al instante huy qué tiempos aquellos.
Que yo fuera niña implicaba ser lo que yo realmente quería hacer. Es la etapa de ser libre, no entender de formas porque qué son las formas sino círculos y cuadrados y tal vez ese algo que llaman triángulo. La libertad de reír, llorar, correr, dormir, gritar, subir y bajar.
Cuando entre a la primaria me dijeron que ya no era una niña de kínder que me debía de comportar bien y pues sufrí un poco en la primaria ya que la maestra que me daba clases me pegaba pero al pasar a secundaria fue una etapa muy hermosa que jamás la voy a olvidar porque viví experiencias muy hermosas con mis amigas, en preparatoria todo cambio ya eran más responsabilidades y más problemas porque solo me dejaban salir cuando me dejaban tarea en equipo y pues mentía para poder salir de casa, sin embargo mi mamá siempre se daba cuanta cuando mentía y después llegaba la regañiza y el castigo de no tener permisos por un mes, eso sí que era triste para mí.
Abecés me pregunto ¿En qué momento perdí la chispa de ser niña?¿Qué hacer si se tienen ganas de gritar o de tirarse al piso y llorar porque las cosas no salen bien? Hay que aceptarlo, lo sigo haciendo realmente. La diferencia es que ahora se lo que es la vergüenza y me puede preocupa el “qué dirán”, sintiendo pena por mostrar los sentimientos al desnudo pues son demasiado libres como para mostrarlos a cualquiera.
El asunto es que, no importa la edad que se tenga y mucho menos importa cuánto sepamos entender al mundo y su realidad, porque todos somos capaces de vivir y sentir las cosas como lo hicimos alguna vez como niños.
Conocemos
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