Tres Modelos De Enseñanza

TRES MODELOS DE ENSEÑANZA

LA TRANSMISIÓN

Éste primer modelo nos dice que el conocimiento es un contenido de enseñanza que vendría a imprimirse en la cabeza del alumno como en una cera blanda, el alumno actúa en este modelo de forma pasiva.

Se espera que adopte algunas actitudes con relación al trabajo como por ejemplo poner atención, que regule el trabajo y el esfuerzo, que dé pruebas de voluntad, etc. Y si hace esto evitará “quedarse atrás”.

En ésta pedagogía las ideas deben ser claras, se espera que el maestro explique claramente, que comience por el principio, exponga progresivamente, dé buenos ejemplos, etc,. Todo esto para que el conocimiento se transmita y se inscriba en la memoria. El fracaso y el error deben ser evitados, si se produjera resultaría una sanción, su aparición sería responsabilidad del alumno quien no adoptó la actitud esperada.

• Existen límites dentro de los cuales el modelo puede ser eficaz:

• Frente a un público motivado e informado

• Que realiza positivamente la acción de venir a informarse

• Que posee estructuras intelectuales comparables a las del maestro

• Que dispone de conocimientos en el campo del aprendizaje en cuestión

• Que aproveche la exposición para organizar y reestructurar la información previa

Actualmente este modelo tiene poca eficacia ya que el público escolar no cumple con estas condiciones.

EL CONDICIONAMIENTO

A esta pedagogía también se le llama behaviorista, la idea central de el modelo es considerar las estructuras mentales como una caja negra a la que no tenemos acceso y que resulta eficaz poner atención en entradas y salidas más que en los mismos procesos.

El maestro se dedica a definir conocimientos no se manera mentalista sino en términos del comportamiento observable esperado al final del aprendizaje.

El aprendizaje resulta de una seria de condicionamientos y el maestro divide la tarea que hay que cumplir en utilidades suficientemente pequeñas como para que los alumnos tengan éxito. Se encadenan las utilidades entre si y se recompensan las primeras respuestas buenas y al mismo tiempo esto permite su reforzamiento positivo.

Esta pedagogía del éxito trata de evitar errores como sea necesario. Pero si se presenta ya no es responsabilidad del alumno, se atribuirá al maestro. La sanción son ractificaciones, a repasos del aprendizaje y a reelaboraciones del programa

Ha tenido efectos positivos y sigue siendo un paso útil en la formación de maestros porque se opone a dogmatismo verbal, obligándolo a centrarse en el alumno y en la tarea que deberá efectuar con éxito, más que en la organización de su propio discurso y su progreso.

Con este modelo es como si el alumno subiera

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