Un vistazo a la inteligencia emocional
Enviado por dsjxjkhsdcxj • 23 de Enero de 2013 • Trabajo • 4.605 Palabras (19 Páginas) • 319 Visitas
Resumen
Educar la inteligencia emocional de los estudiantes se ha convertido en una tarea necesaria en el ámbito educativo y la mayoría de los docentes consideran primordial el dominio de estas habilidades para el desarrollo evolutivo y socioemocional de sus alumnos. Es por eso que resulta fundamental dar estimulación afectiva a los alumnos, los docentes son modelos para los alumnos, quienes con el ejemplo marcan la forma ideal de ver, razonar y reaccionar ante la vida. Esta investigación es acerca de la importancia de trabajar las emociones con los niños, a través de esta experiencia los conocí, converse con ellos, interactué, pero sobre todo observé el gran cambio que puede tener un individuo cuando se conoce a sí mismo, porque forma parte esencial de su desarrollo emocional. Cuando un niño no se conoce, no tiene su propia personalidad aparecen grandes problemas cuando llega a la edad adulta. También generé alternativas pedagógicas de cómo favorecer la autoestima a lo largo de diversas actividades intencionadas, de cómo con las emociones los niños aprendieron, las conocieron y lograron tener autocontrol a través de los valores. Con la inteligencia emocional los niños lograron controlar sus impulsos en las pequeñas riñas que se les presentan dentro y fuera del aula.
Introducción
En nuestra cultura, la expresión de manera verbal o no verbal de las emociones no es muy habitual, y es lo que se ve reflejado en los niños desde el preescolar y aun en adultos que no se han dado cuenta que expresarlo es mejor que guárdalo; es por esto que habrá de darle un giro a esa cultura y educar de una mejor manera a los niños que serán los adultos del mañana.
El propósito del articulo fue mostrar los resultados obtenidos del trabajo sobre inteligencia emocional con los alumnos del tercer grado de preescolar.
En la educación preescolar el aprendizaje y el desarrollo de las capacidades en los primeros años de vida son la base del desenvolvimiento personal y social de los niños, ya que en este periodo desarrollan su identidad personal y adquieren herramientas para las interacciones sociales.
Este trabajo es parte de mi documento recepcional elaborado durante el ciclo escolar 2009-2010 como estudiante de la Licenciatura de Educación Preescolar de la Escuela Normal para Educadoras de Arandas (ENEA). Como parte de ello, durante los dos últimos semestres (séptimo y octavo) se realizan las prácticas intensivas cuya duración es de 25 semanas del ciclo escolar, el cual también es conocido como Servicio Social.
Dichas prácticas las realicé en el Jardín de niños Sor Juana Inés de la Cruz, es del sistema estatal, turno matutino y se encuentra ubicado en la calle Hernández núm. 399, colonia San Pedro al suroeste del municipio de Arandas, Jalisco.
Un vistazo a la inteligencia emocional
A menudo se habla de las emociones como si se tratara de algo tan simple que podemos ocultar, como una máscara que a veces nos ponemos con personas de nuestra confianza, como amigos o familiares para mostrarnos como realmente somos o que bien podemos decidir dejarla guardada en el closet porque la sociedad y el medio en el que nos desenvolvemos no ve bien el hecho de que expresemos a los demás lo que sentimos o pensamos.
Las competencias las puedes observar a través de diferentes manifestaciones en el juego libre o dirigido, y en las diferentes actividades abordadas dentro de un salón de clases por la educadora, pero aun así, no son tratadas con la importancia que deben tener.
Al recordar lo abordado en la materia de Socialización y afectividad I y II (que son parte de la currícula de la licenciatura de educación preescolar), me dí cuenta que es muy importante para el correcto desarrollo de los demás campos, estar bien con uno mismo y tener control de lo que sentimos y en las observaciones y registros, me di cuenta de que a los niños les cuesta trabajo expresar o no saben cómo hacerlo.
Me interesó conocer más, ya que nunca es tarde para seguir aprendiendo a controlarnos y conocer maneras de reaccionar y controlar impulsos ante diferentes situaciones que se nos pueden presentar en la vida y al observar en los niños algunas reacciones.
“Yo: ¿estas enojada?
Nicolle: solo se quedaba seria y agachaba la cabeza
Yo: ¿estas triste? Y la niña no contestaba nada.
Al ratito se integró sola a las actividades cuando veía que sus compañeros estaban realizando la actividad y estaban emocionados…” (2010, marzo1:1)
Esto demuestra cómo les cuesta trabajo expresar lo que sienten por temor al rechazo o simplemente por falta de información, no saben que es correcto expresarlo y que eso ayuda a mejorar su estado de ánimo.
Cuando hablo de inteligencia emocional me refiero a la capacidad del ser humano para comprender sus propias sensaciones, ponerle un nombre a eso que está sintiendo en determinados momentos de su vida, saber detectar las emociones básicas nombrándolas, además poder reconocerlas en las personas que conviven a diario con él, facilitándole las herramientas para tener una actuación adecuada, sobre todo a esas que pueden desencadenar reacciones negativas.
La inteligencia emocional como menciona González (2006) se divide en dos grandes grupos de habilidades:
• el primero está compuesto por el autoconcepto, la autorregulación de las emociones y la motivación.
• el segundo lo componen la empatía, asertividad, la construcción de vínculos funcionales, el liderazgo, el manejo de conflictos y la toma de decisiones; para poder comprenderlo y trabajarlo es importante primero saber a qué nos estamos refiriendo y que contenidos implica desarrollar.
Por medio de diversos autores formé mi propia definición de algunos conceptos, por ejemplo, el autoconcepto va ligado a la autoestima y se refiere a la confianza en nuestra capacidad de ser, pensar y actuar, así como la seguridad al enfrentar ciertos desafíos ya que este es necesario para que el niño se conozca bien, sus debilidades y fortalezas para que de esta manera se valore y adquiera confianza en sí mismo.
El hecho de sabernos aptos o no para realizar diversas actividades, conocer quiénes somos, qué queremos y hacia dónde vamos, nos dará más confianza ya que siempre seremos conscientes de nuestros límites y de las cosas que nos ayudarán a mejorar.
De esta manera, al mantener relaciones sociales, sabremos con que costumbres, maneras de pensar y de ser somos afines, como ejemplo, en las personas que mantienen una amistad es porque tienen cosas en común, o bien, porque se conocen tan bien que nada nos hará cambiar nuestra esencia.
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