Yo Explico Pero Ellos Aprenden

NOMBRE DEL ALUMNO: LIMBERG RODRIGO DÍAZ TRUJILLO. N/L: 9

ESPECIALIDAD Y SEMESTRE: ESPAÑOL III.

MATERIA: LA EXPRESIÓN ORAL Y ESCRITA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA Y DE APRENDIZAJE.

TRABAJO: LAS CARACTERISTICAS DE UNA ENSEÑANZA QUE FAVORECE LA ENTREGA DE LOS ALUMNOS.

Muchas ocasiones los estudiantes pensamos que el éxito en nuestros estudios o en lo que hacemos depende de el trabajo que hacemos más que de la suerte, inteligencia o simpatía de los maestros, pero realmente ¿cuál es la realidad de las cosas? esto depende del tipo de persona que sea junto con la percepción que se tenga de la enseñanza que estemos recibiendo entre otros factores.

Se sabe que si el aprendizaje es muy fácil o, por el contrario, imposible, el esfuerzo es inútil. Por eso conveniente que el profesor determine exactamente lo que es necesario aprender (contenidos) y tener una buena planeación para conseguirlo. Lo que hay que aprender se fija conociendo lo que media entre las capacidades actuales y las que se desean adquirir, para que los alumnos se dediquen a aprender, tienen también que percibir que hay algo que aprender, es necesario que haya una cantidad de materia que tratar.

Como menciona la lectura que es de mucha importancia que los retos del aprendizaje en un curso estén a la altura de los alumnos; los programas deben hacerse para ellos. Ahora bien, este no es el caso: La evolución de los últimos 20 años está marcada mucho menos por un esfuerzo de la adaptación de los contenidos a los a alumnos, como algunos pretenden hacérnoslo creer, que por un movimiento incontenible de formalismo y de atracción.

“El conocimiento comienza con la admiración” dice Konrad Lorenz, es por eso, que un contenido (clase) debe ser a partir de la curiosidad, hacer cuestionamientos yéndome a su nivel del estudiante, y que ellos formulen sus propios cuestionamientos, para que ellos mismos puedan responder a estas dudas que les surgen conforme avanza el tema, o responderlos inmediatamente según sea el caso. La curiosidad, para llevar al conocimiento, tiene que ampliarse con la problemática. El introducir su propia problemática en sus exposiciones es un primer factor para despertar la curiosidad.

El alumno cobra conciencia de que debe reaccionar, debe tomar en serio el trabajo, tiene que rendir cuentas, cuando su trabajo es controlado, cundo se le exige retomar un deber no cumplido, cuando se dan calificaciones, cuando hay inspección del libro de notas por un adulto para él importante (padres, profesor, etc.), también es importante que las calificaciones que se den sirvan de seguimiento objetivo del avance respecto de los aprendizajes concretos.

La relación con el grupo de aprendizaje depende de buena manera del actor (docente) que es el que dirige como el moderador de un debate a sus alumnos. Para que un alumno se interese en una clase es necesario hacerlo participe de esta, que sienta que su participación, esfuerzo, o actuación es relevante y aporta algo bueno al grupo, cuando el docente le dice ¡muy bien¡ es claro que estas palabras de aliento lo ayudaran a seguir participando nuevamente, por el contrario si dice un rotundo NO, ESO no, lo estará programando psicológicamente para que ya no vuelva a participar, no lo intente de nuevo, además de que eso no se debería hacer.

Por último, ¿cómo se desarrolla la autonomía en ellos? los alumnos dudan a veces si plantear dificultades, porque temen no saber expresarse con claridad. La capacidad para plantearlas con nitidez y precisión sirve para darles seguridad. Pero esa capacidad no se desarrolla sola. Los profesores no sólo pueden dar oportunidad para que las expongan, también pueden enseñar las normas para hacerlo bien. Simplemente ayudar a que se sigan desarrollando y se exploten lo mejor posible, siendo necesaria una estrategia de enseñanza que lleve a los alumnos a cuestionarse y a pensar por el mismo en varias situaciones de la vida que finalmente será a lo que habremos todos a enfrentarnos desde que nacemos.

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