Apología para la historia

Introducción

• El historiador tiene por primera obligación ser sincero, y no ocultar ni negar nunca, el Progreso mismo de nuestros estudios, que se logran gracias a la contradicción necesaria entre las sucesivas generaciones de trabajadores. Es necesario criticar a los anteriores, al igual como nuestros alumnos algún día nos criticarán a  nosotros
• Los historiadores debiesen reflexionar sobre el cuidado y el riesgo que existe en relación a la historia mal entendida, pues ésta puede ocasionar el descrédito de la historia mejor comprendida.
• Hay que cuidar de no quitarle a la historia su parte de poesía, sería una increíble tontería creer que, por ejercer semejante atractivo a nuestra sensibilidad, es menos capaz de satisfacer nuestra inteligencia.
• La imagen que se hace de nuestros estudios no se ha formado en el taller. huele más a oratoria y academia qué a gabinete de trabajo.
• La historia no es sólo una ciencia en movimiento. es también una ciencia en pañales, como todas las que tienen por objeto el espíritu humano, este recién llegado al campo del conocimiento racional. Es por esto que Fustel y Coulanges y, antes que él, Bayle, Probablemente no estaban totalmente equivocados al llamarla “la más difícil  de todas las ciencias”.
• Se debe considerar que cada ciencia, tomada de manera aislada, no representa sino un fragmento del movimiento universal hacia él conocimiento.
• El autor presenta su escrito como un compendio de un artesano, a quién siempre le ha gustado meditar sobre su tarea cotidiana, la libreta de un obrero que por muchos años ha manejado las herramientas, sin por ello creerse matemático.

1. La historia, los hombres y el tiempo

• El autor escucho muchas veces decir que la historia es la ciencia del tiempo lo que al parecer de él, es una forma impropia de hablar, pues la idea misma de que, el pasado, en tanto tal, pueda ser objeto de una ciencia, es absurdo.
• El carácter de la historia como conocimiento de los hombres se desprende su posición particular frente al problema de la expresión ¿es ciencia o arte’
• El historiador no sólo piensa lo “humano”: La atmósfera donde su pensamiento respira naturalmente es la categoría de la duración
• Ahora bien este tiempo verdadero es por naturaleza un continuo, también es cambio Perpetuo. de la antítesis de estos dos atributos provienen los grandes problemas de la investigación histórica.
• En la historia religiosa el estudio de los orígenes adquirido espontáneamente un lugar preponderante,  porque parece a proporcionar un criterio de valor para las religiones.
• El Roble nace de la bellota, pero llega a ser roble y continúa haciendo Roble sí sólo encuentra las condiciones favorables del medio que no dependen de la embriología.
• Para desgracia de los historiadores, los hombres no suelen cambiar de léxico cada vez que cambian de costumbres.
• El proverbio árabe lo dijo antes que nosotros; los hombres se parecen más a su tiempo que a sus padres.
• ¿Qué es en efecto el presente? .  El infinitivo de la duración, un punto minúsculo que sin cesar te esquiva; un instante que muere tan pronto como nace. Acabo de hablar,  acabo de actuar, y mis palabras y mis actos se hunden en el reino de la memoria.
• Quien una vez ante su mesa de trabajo, no tiene la fuerza para sustraer su cerebro del virus del momento, Será muy capaz de dejar que las toxinas se filtren hasta un comentario sobre La Ilíada o el ramayana.
• Para que una sociedad, cualquiera que sea, pudiera estar del todo determinada por el momento inmediatamente anterior al que vive,  no sólo necesitaría una estructura tan adaptable al cambio, qué es la dejaría auténticamente  deshuesada; Además necesitaría que los cambios entre las generaciones ocurriesen en solo, si se me permite decirlo así, a manera de fila India; los hijos sin otro contacto con sus antepasados que por  mediación de sus padres.
• Debido a que las condiciones de trabajo mantienen al padre y a la madre alejados de los hijos pequeños durante casi todo el día, los niños son educados sobre todo por sus abuelos. En cada nueva formación de las  mentes, se da un paso hacia atrás, el cual, por encima de la generación anterior (eminentemente) portadora de cambios, de esta manera se une a los cerebros más maleables con los más cristalizados.
• El historiador que trate de comprender el pasado tendrá como primera tarea  de sumergir al lector de suscrito,  en la atmósfera mental del tiempo.
• la incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado.
• Una ciencia no se define únicamente por su objeto. sus límites también pueden marcarse por la naturaleza propia de sus métodos. falta todavía preguntarnos si, a medida en que nos acercamos o alejamos del momento presente, las técnicas mismas de la encuesta no deberían ser radicalmente distintas. Esto equivale a plantear el problema de la observación histórica.

2. La observación histórica

• Los rasgos más aparentes de la información histórica han sido descritos en muchas ocasiones. Se nos dice que por definición, el historiador se halla en la absoluta imposibilidad de constatar por sí mismo los hechos que estudia.
• En contraste con el conocimiento del presente, el conocimiento El pasado es forzosamente indirecto.
• En el inmenso tejido de acontecimientos, de gestos y palabras que componen el destino de un grupo humano, el individuo no percibe sino un rinconcito, estrechamente limitado por sus sentidos y su facultad atención.
• El semejante caso, no hay duda de que el historiador se siente en una posición un poco humillante respecto del verdadero testigo del  hecho presente.
• “hace tiempo durante un relevo nocturno oí cómo se transmitía a lo largo de la fila El grito ¡cuidado!;  Hoyos de buses a la izquierda. El último hombre recibió el grito bajo la forma; ¡hágase a la izquierda!, dio un paso hacia ese lado y se desplomó.

• Los especialistas del método generalmente han entendido por conocimiento indirecto para que el que no llega a la meta del historiador sino por el canal de diferentes Mentes humanas.
• ¿Qué entendemos, en efecto, por Documento sino una huella, es decir la marca de un fenómeno que nuestros sentidos pueden percibir, pero imposible de captar en sí mismo? Poco importa que el objeto original resulte por naturaleza inaccesible a la sensación
• Parece bastante obvio que todos los hechos humanos algo complejos escapan a la posibilidad de una reproducción o de una orientación voluntaria, sin embargo, Cuando los fenómenos estudiados pertenecen al presente o al pasado más cercano, el observador Aunque no pueda obligarlos a repetirse o a incidir a su voluntad, en su desarrollo, no se encuentra tan desarmado frente a sus huellas. Puede literalmente dar existencia algunas de ellas. se trata de los informes de los Testigos.
• En una palabra, entre la encuesta sobre lo lejano y la encuesta sobre lo inmediatamente próximo, una vez más, la diferencia no es sino una diferencia de grado.
• El pasado es por definición algo dado, que ya no será modificado por nada.  pero el conocimiento del pasado es una cosa en progreso que no deja de transformarse y perfeccionarse.
• Siempre es desagradable decir ¡No sé, no puedo saber!. Sólo se puede decir después de buscar enérgicamente y desesperadamente. Pero hay momentos cuando el deber más imperioso del científico es, después de intentarlo todo, resignarse a la ignorancia y confesarlo honestamente.
• Hasta  en los testimonios más decididamente voluntarios,  lo que los textos nos dicen  explícitamente ha dejado de ser, hoy en día, el objeto preferido de nuestra atención. por lo general, nos apasiona más lo que nos dejan entender sin haberlo querido decir.
• En general se cree que el historiador reúne, los documentos, los lee, se esfuerza por pesar su autenticidad y veracidad, después de ello, y solamente después de ello, los pone a trabajar... Pero por desgracia ningún historiador jamás ha procedido así, aunque acaso haya creído hacerlo.
• Los documentos sólo hablan cuando uno sabe interrogarlos.
• Cualquier investigación histórica supone desde sus primeros pasos que la encuesta tenga ya una dirección.
• Cuanto más se empeña la investigación en llegar a los puntos profundos, menos se le permite esperar la luz, sino por rayos convergentes de testimonios de naturaleza diversa.
• pocas ciencias tienen que usar simultáneamente tantas herramientas diferentes como la historia. la lista de disciplinas auxiliares que nos proponemos a enseñar a nuestros principiantes es demasiado corta.
• Una de las tareas más difíciles del historiador consiste en juntar los documentos que piensa  necesitar. No lo lograría sin la ayuda de guías diversas: inventarios de archivos y bibliotecas, catálogos de museos, repertorios bibliográficos de todo tipo

• Es cierto que la herramienta no hace a la ciencia, pero una sociedad que pretende respetar las ciencias no debería menospreciar sus herramientas.
• pese a lo que a veces parecen imaginarse los principiantes, los documentos no surgen aquí y allá, por el solo efecto de quién sabe qué misterioso decreto de los dioses. Su presencia o ausencia en tales o cuales archivos, en tal o cual biblioteca, de tal o cual suelo, dependen de causas humanas que no escapan de manera alguna al análisis, y los problemas que plantea su transmisión, lejos de tener únicamente el alcance de un ejercicio técnico, atañen a lo más íntimo de la vida del pasado, por lo que se encuentra en juego, es nada menos que el paso del recuerdo a través de las generaciones
• Cualquier libro de historia digno de este nombre debería incluir un capítulo o insertar en los puntos cardinales de la exposición, una sucesión de párrafos que se podrían llamar más o menos así ¿ cómo puedo saber lo que voy a decir’? estoy convencido que al conocer estas confesiones hasta los lectores que no son historiadores sentirán un verdadero placer intelectual.
• las sociedades deben luchar contra  los responsables del olvido y la ignorancia, la negligencia que extravié los documentos y la pasión por el secreto.

3. la crítica

• Las falsas reliquias se persiguieron casi desde el momento en que hubo religión.
• El verdadero Progreso llegó el día que la duda se volvió examinadora
• Si los hombres son nuestro objeto de estudio y éstos no nos entienden, ¿Cómo dejar de sentir que no cumplimos sino a medias con nuestra misión?
• El historiador sabe que sus testigos pueden equivocarse o mentir. pero ante todo, se esfuerza por hacerlos hablar, por entenderlos.
• Excepcionalmente, Un documento falso puede decir la verdad
• Por naturaleza el fraude engendra fraude.
• También es cierto que muchos testigos se equivocan de buena fe.
• La verdad es que la mayoría de los cerebros, en el mundo circundante no encuentra más que mediocres aparatos registradores. Si se agrega que los testimonios no son propiamente sino la expresión de los recuerdos, los errores iniciales corren siempre el riesgo de complicarse con errores de memoria.
• Pero si bien existen testigos más o menos dudosos o seguros,  la experiencia prueba que no existen testigos cuyo decir sea fidedigno acerca de todos los temas y en todas las circunstancias.
• Las imágenes cerebrales del hombre se deben a distintas circunstancias, unas se deben al estado momentáneo del observador; el cansancio por ejemplo la emoción y  otras dependen del grado de su atención.
• si un médico va a ver a su enfermo, creeré más lo que diga acerca del aspecto de su paciente, cuyo comportamiento examinado minuciosamente, qué es lo que diga acerca de los muebles del cuarto a los que probablemente no les hecho más que un vistazo.  los objetos familiares son habitualmente los más difíciles de describir; la familiaridad lleva casi forzosamente a la  indiferencia.
• Pero más allá de esos pequeños accidentes cerebrales de naturaleza bastante común muchos errores se remontan a causas que son mucho más significativas de una atmósfera social particular. por eso adquieren un valor documental.
• Las nubes no ha cambiado desde la Edad Media, Sin embargo ya no vemos en ellas ni cruces ni espadas milagrosas.
• Para que el error de un testigo venga a ser el de muchos hombres, para que una mala observación se  transforme en un falso rumor, se necesita también que la sociedad te favorezca esa difusión.  En las trincheras prevalecía la opinión de que todo podía ser cierto, excepto lo que se imprimía
• La crítica se mueve entre dos extremos la similitud que justifica y la que desacredita
• Por más grande que fuese ningún hombre hubiese Podido, con la sola fuerza de su genio, sustituir el trabajo de las generaciones.
• Cuando se descubrieron los primeros descubrimientos de pinturas paleoliticas vimos algunos investigadores cuestionar su autenticidad o su fecha,  Con el pretexto de que semejante arte no podía florecer para luego desvanecerse, estos escépticos razonaban mal; las cadenas se rompen y las civilizaciones son mortales.
• La coincidencia es una de las extravagancias que no se deja eliminar de la historia
• La probabilidad pertenece al futuro, pero a un futuro del pasado, armado con un pedazo de lo que para nosotros es actualmente el pasado, Puesto que nuestra imaginación ha desplazado hacia atrás la línea del presente
• Así como ya lo había visto  Volney, en la filosofía del siglo 18,  la mayoría de los problemas de la crítica histórica son efectivamente problemas de probabilidad, pero de tal magnitud que  el más útil de los cálculos debe confesarse incapaz de resolverlos.
• El método crítico  Dejó de ser únicamente El humilde auxiliar de algunos trabajos artesanales. De ahora en adelante se abren ante nosotros horizontes mucho más amplios; y la historia, al elaborar su técnica, tiene el derecho de contar entre sus glorias más certeras la de abrir para los hombres un camino nuevo hacia lo verdadero y por ende hacia lo justo.

1. El análisis histórico

• Al juzgar todo el mundo hace de Dios; ¿eso es bueno o es malo?. se olvida que un juicio de valor no tiene razón de ser sino como la preparación de un acto y sólo tiene sentido en relación con un sistema de referencia en Morales, deliberadamente aceptado.
• El acto fallido es uno de los elementos esenciales de la evolución humana
• La historia recibe Su vocabulario de la materia misma de su estudio lo acepta ya gastado y deformado por un uso dilatado.
• Lo peor es que estos préstamos es que carecen de unidad. Los documentos tienden a imponer su nomenclatura; el historiador que los escucha, escribe bajo el dictado de su época cada vez diferente.
• Los hombres no sienten la necesidad de cambiar la etiqueta porque el cambio del contenido se les escapa, de esta manera siempre existen problemas con la nomenclatura
• La oposición entre dos lenguas forzosamente diferentes no es en verdad, sino el caso límite de las diferencias comunes a todas las sociedades.
• Es verdad que por fin completo que sea el signo de adición, a pesar de todo, los nombres dependen a tal grado de la realidad es que no se puede describir una sociedad sin un amplio uso de las palabras debidamente explicadas e interpretadas.
• Creer que la nomenclatura de los documentos es insuficiente para fijar nuestras explicaciones. Finalmente debemos admitir que estos no nos entregan el análisis ya elaborado. La historia en tal caso no tendría mucho que hacer. Felizmente y para nuestra satisfacción no es así. Es por ello que nos vemos obligados a buscar en otra parte nuestras grandes líneas de clasificación.
• Si la variedad de orígenes, ni las desviaciones de significados son un estorbo. una palabra vale mucho menos por su etimología que por el uso que se hace de ella.
• El medievalista es el hombre que sabe leer antiguas escrituras criticar una carta y entender francés antiguo. probablemente sea algo, pero sin duda no lo suficiente para satisfacer,  en la búsqueda de las divisiones exactas, una ciencia de lo real.
• Nuestro lenguaje se ha Tornado severamente más matemático; ya no nombramos  los siglos según sus héroes. Los enumeramos uno tras otro, con mucha sensatez, de 100 en 100 años, desde un Punto de partida fijado de una vez por todas.
• La historia no lo olvidemos es todavía una ciencia que se está haciendo.
• Los individuos no reaccionan siempre de la misma manera a las mismas influencias.
• La sensibilidad a los acontecimientos del presente varían mucho, con respecto a los temperamentos personales.
• Las generaciones representan una fase relativamente corta, las fases más larga se llaman civilizaciones

El tiempo humano es una palabra que siempre permanecerá Rebelde a la implacable uniformidad así como a la rígida división del tiempo del reloj. La historia  necesita compases acordes con la variabilidad de su ritmo y a menudo acepten por límites no conocer sino zonas marginales porque la realidad Así lo requiere.

• V. sin titulo
• En la historia la Superstición de la causa única muy a menudo no es sino la forma insidiosa de La Búsqueda del responsable Por consiguiente del juicio de valor
• Ni la historia ni en ninguna otra ciencia de las causas se presupone se buscan.

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