Colegio De Notarios

Historia del colegio de notarios

Los antecedentes del Notariado en el Estado de México se remontan al periodo virreinal, cuando en el año de 1548, el territorio recibió el nombre de Provincia de México, quedando integrada por 5 de las 23 provincias mayores en las que se dividía el Virreinato, tras la consumación de la Independencia, el paso de un sistema virreinal por el que hasta entonces estaban regidos a un régimen de libertad definido por la Independencia trajo consigo grandes perspectivas pero con ellas grandes dificultades, como el desconocimiento de una división territorial precisa, siendo el 20 de diciembre de 1823 fecha en que se aprobó que la provincia de México se elevara al rango de Estado libre, independiente y soberano, el 31 de enero de 1824 es aprobado el proyecto redactado por Don Miguel Ramos Arizpe, bajo el titulo de Acta Constitutiva de la Federación y publicado el 2 de febrero de ese mismo año determinando esta la extensión territorial y estableciendo en su artículo 7º …“Los Estados de la federación son por ahora las siguientes: ... el de México... serán por ahora territorios de la federación, sujetos inmediatamente a los supremos poderes de ella.”… llevándose acabo la primera sesión el día 2 de Marzo del mismo año, reconociéndose esta fecha como el día de la Erección del Estado de México.

La figura de Notario a través del tiempo es sólida, la certeza y seguridad jurídica en los actos en los que interviene han dejado huella en la historia, sus orígenes se remontan a los tratados renacentistas y medievales, luego a la compilación justinianea y aun a los tabeliones romanos, los gnomon, griegos y los escribas egipcios. Poco se ha dicho, de la institución notarial en tradiciones ajenas a nuestra civilización occidental.

En la cultura occidental, en un principio al notario se le denominaba ESCRIBANO, que eran especialistas en la redacción de contratos y actos jurídicos, su oficio se amplio al conocimiento del derecho y adquirieron fe pública, inicialmente de manera frágil hasta ser legislativamente aceptada. Su desenvolvimiento fue tal, que Justiniano se vio en la necesidad de regular la actividad en 528 cuando expide la denominada Reglamentación Justinianea del documento tabeliónico.

En Tenochtitlán, antes del descubrimiento de América, existía un artesano, el tlacuilo, quien era el que dejaba constancia de los acontecimientos por medio de signos ideográficos y pinturas, con lo que guardaba memoria de los acontecimientos de una manera creíble, de ahí su parecido el escribano egipcio, siendo tal vez por la actividad que desempeñaba, es el antepasado por la parte indígena del notario, pues su ocupación se asemeja a la de los escribas, tabullarii, chartularii, cancelarii y tabellios de otras épocas.

Sin embargo en México se habla del origen del escribano a partir de la época del virreinato, en 1573, en la Nueva España la designación del escribano era concedida por el rey, función que estaba establecida por Alfonso X el Sabio en las Siete Partidas.

En este periodo se creó el Derecho Indiano por medio de las cedulas, provisiones, ordenanzas e instrucciones reales, que resolverían los casos concretos de las provincias americanas. Se compilaron, ordenaron y editaron en lo que se denomina Recopilación de las Leyes de las Indias.

Durante la época del virreinato, los escribanos de la Ciudad de México en el año de 1573, determinaron formar una cofradía1 en el Convento de San Agustín de la ciudad de México bajo la advocación de los cuatro evangelistas2, el 2 de septiembre de 1573.

Ubicación geográfica

JOSÉ VASCONCELOS No. 109 ESQ. VENUSTIANO CARRANZA, COLIMA AMÉRICAS 50130 TOLUCA, ESTADO DE MEXICO.

Deontología notarial

Frente a los nuevos desafíos y retos por los que atraviesa la sociedad moderna, el notario, como es de suponer hace eco de las profundas manifestaciones e intervenciones en las que por su actuar se ve inmerso. Es conocido que el mismo es un funcionario público que ejerce un importante papel en el tráfico jurídico dado su función de Juez de Paz al servicio de los ciudadanos y la sociedad, atemperados a los criterios de igualdad, equidad e imparcialidad, suponiendo siempre en todas sus actuaciones la ética y el sentido de justeza que bordan cada una de sus actuaciones.

Constituye el objeto de este trabajo estudiar y destacar al notario, como funcionario público, que debe actuar con plena independencia, su obediencia debe supeditarse solo a la Ley, preservando siempre el interés del particular sin que ello obstaculice u obstruya el interés social o estatal, así como caracterizar la labor del personal Auxiliar, que tiene gran importancia al ser el brazo derecho del notario y que en algunas ocasiones se demerita su papel.

Este tema que la presente ponencia aborda ofrece una gran utilidad para el mejor funcionamiento del notariado cubano, de ahí que tratemos estos particulares como la premisa fundamental sobre las que el notario edifica sus propias manifestaciones. El sentido y la razón que el notario le imprima a su propio trabajo es en sí la vía de acceder a un servicio más completo y garantista permeado de la calidad y eficiencia que se necesita porque como es conocido el trabajo del notario no es momentáneo sino que su actividad está direccionada a pervivir durante un lapso de tiempo indefinido , de ahí que el ejercicio de sus funciones esté regido por los más nobles

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