DESCRIPCIÓN DE LA CULTURA DEL AGUA
Tesis1 de Septiembre de 2013
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ATLAS DE CULTURAS DEL AGUA EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
PUEBLOS INDÍGENAS DE MÉXICO Y AGUA: MIXTECOS DE
OAXACA. EL PUEBLO DE LA LLUVIA
Mtro. Eduardo López Ramírez
Instituto Mexicano de Tecnología del Agua
Fuente: Famsi, http://www.famsi.org/spanish/research/graz/
DESCRIPCIÓN DE LA CULTURA DEL AGUA
Introducción
La Mixteca es la segunda cultura más grande e importante del estado de Oaxaca
después de la Zapoteca. Los mixtecos, son los herederos de una rica historia y cultura
que se ve reflejada en diversos códices y monumentos arqueológicos, muchas de las
cuales se reproducen hasta nuestros días.
La cultura Mixteca se asentó a lo largo de un territorio que abarca áreas geográficas
del extremo sur del estado de Puebla, una franja al oriente del estado de Guerrero y
una porción que va desde el noroeste hasta el suroeste del estado de Oaxaca. (Ver
figura Núm. 1)
Figura 1.
La porción más grande de este territorio, se localiza en el estado de Oaxaca, lugar en
el que según todos los códices nació y se desarrolló la cultura Mixteca.
Tradicionalmente la región mixteca del estado de Oaxaca se ha subdividido en tres
regiones: mixteca baja, Nuiñe o “Tierra cálida”; Mixteca alta, Ñudzavuiñuhu “Tierra de
dios o estimada”, y Mixteca de la Costa, Ñunama o Ñundaa “Tierra llana” o Ñundeui
“de horizonte”. (Caso, 1996).
Mitos y leyendas u otros relatos:
Al igual que muchas culturas indígenas mesoamericanas, en el origen mítico de la
cultura mixteca, el agua es un elemento importante, al grado que este elemento esta
implícito en su nombre: Ñu’u Savi o Pueblo de la lluvia. En este sentido aunque existen
diversas versiones sobre el origen del pueblo mixteco que aluden a épocas muy
remotas –todas prácticamente elaboradas en base a los códices precolombinos– la
mayoría de los estudios coinciden en señalar que el punto de origen de los mixtecos
fue en Apoala (Río de los Linajes).
El mito creador de las deidades de la Mixteca es uno de los pocos referentes al agua
en la cultura que, al igual que muchas tradiciones y mitos fundadores parten del caos y
la obscuridad.
La tradición oral recogida del frayle dominico Gregorio García, que da cuenta del mito
de la creación de los mixtecos:
“En el año y en el día de obscuridad y tinieblas (…) que todo era un caos y confusión,
estaba la tierra cubierta de agua: sólo había limo y lama sobre la faz de la tierra. En
aquel tiempo, aparecieron visiblemente un Dios que tuvo por nombre 1 Venado
“Culebra Puma” y una diosa muy linda y hermosa, que su nombre fue 1 venado
“Culebra jaguar”. Luego (…) hicieron y fundaron una grande peña, sobre la cual
edificaron unos muy suntuosos palacios…[que] estaban en un cerro muy alto, junto al
pueblo de Apoala (…) que era lugar de paraíso y gloria, donde había suma felicidad y
abundancia de todo bien.” (Citado en Fundación Armella; 2006).
Apoala es considerado como la cuna de las dinastías reales, donde surgieron los
primeros señores que poblaron la mixteca. Según la tradición oral, al lado del río creció
un gran árbol de donde nacieron los ancestros fundadores. Este lugar es, desde la
mitología mixteca, el origen de los mixtecos, en el Códice Nuttal se presenta una
lámina relativa a Apoala que “…muestra una gran serpiente que sale de una cueva,
rodea al topónimo y cae verticalmente en la página. Así, el río sagrado de Apoala nace
en una cueva vecina, circunda el asentimiento, desciende luego unos veinte metros y
forma una espectacular cascada antes de bajar la cañada rumbo a la costa. (Pastor,
1987: 20).
Deidades y personajes míticos relacionados con el agua:
La deidad de la lluvia en la Mixteca y entre los mixtecos es Ñuu savi, pero no existe
una representación de dicha deidad. En la Mixteca actual, el culto a las deidades
prehispánicas se ha mezclado con la doctrina católica y aunque en muy contados
casos se siguen celebrando culto a las deidades mixtecas, el sincretismo religioso que
se práctica en la región tiene como objetivo asegurar la reproducción agrícola pues, la
sobrevivencia de muchos de los mixtecos que aun permanecen en su territorio
depende de los ciclos estacionales de la naturaleza.
De tal suerte que las celebraciones se trasladan al ámbito religioso que se realizan
generalmente el 3 de mayo días de la Santa Cruz y el 15 de mayo día de la bendición
de los animales, de San Isidro Labrador.
Ceremonias, ritos, fiestas y danzas:
En una zona como la mixteca y en un estado pluriétnico como Oaxaca, resulta muy
difícil dar cuenta de las similitudes entre los ritos, ceremonias o festividades que
celebran las múltiples comunidades mixtecas, pero en los lugares en los cuales aún se
celebran “… el culto a la deidad de la Lluvia, Ñu’u Savi, no se realiza en espacio
abiertos, sino en cavernas de las cuales brota el agua nueva el agua original, que
mana de las profundidades a través de las filtraciones y manantiales subterráneos. Es
decir, para los mixtecos la lluvia surge inicialmente de la tierra, a la cual está
íntimamente vinculada, ya que ambas constituyen en conjunto la fuerza germinal por
excelencia. Por otra parte ese mismo poder germinal presente en las cuevas es el
elemento que la historia sagrada mixteca registra como el que otorgo fuerza vital a los
fundadores de sus más importantes linajes. De ahí que tanto la vida vegetal como la
humanidad ejemplar de los linajes tengan su origen en las cavernas sagradas que
existen en el extremo territorial del Pueblo Ñu’u Savi.” (Bartolomé, 204: 52).
Estas ceremonias a la deidad de la lluvia, también se han mezclado con las
celebraciones religiosas del calendario católico, de tal suerte que en algunas
comunidades cada 3 de mayo (día de la Santa Cruz) acuden a las ciénegas o a
cuevas para pedir la lluvia, pues aún sigue latente la creencia de que ahí habitan la
deidad de la lluvia cuya presencia invisible, escucha sus oraciones. Ahí le ofrendan
chocolate, velas, incienso, dulce y sangre de algún animal, y en donde el orador
expone una petición como la siguiente:
“Me dirijo primeramente usted dio lluvia cresta en los 13 mares que mis palabras de
oración se han escuchadas, de la misma manera me dijo al dueño de la tierra y a todo
los antiguos dioses principales de la lluvia que están en diferentes lugares. El dios
principal de la lluvia recorre toda la tierra, las Lomas y los cerros, abre la tierra y hace
brotar el agua. En algunas partes de estos lugares los dioses de la lluvia se
establecieron y beneficien a los que vivimos en esta tierra. Ahora suplico a usted dios
principal que está en las 13 Ciénegas, que todos los demás dioses de la lluvia se
reúnan contigo para que reciban las ofrendas que traemos para ustedes, aquí les
traemos velas para que se alumbre, agua dulce, un plato lleno de sangre del animal
que ha sido destinado para ustedes. Te suplico que en este año a la buen tiempo, que
no caiga tempestades de granizadas, para que la tierra produzca alimentos para
nosotros que vivimos en ella, porque de muy buen corazón venimos con nuestro
presente a visitarlos.” (Alavez, 1988).
Canciones, música y refranes:
La música es un elemento fundamental en la cultura mixteca, y en prácticamente todo
el pueblo de Oaxaca. La música –junto con la danza– constituye una parte
fundamental de los festejos mixtecos. La música es un elemento importante en las
celebraciones, sociales, religiosas y hasta políticas de las comunidades mixtecas. No
obstante, en la actualidad no existe registro alguno de celebraciones vinculadas al
agua o a la lluvia en las cuales se, ejecute alguna música en especial o se utilice algún
instrumento en particular.
Lugares sagrados:
En muchas localidades mixtecas existen lugares sagrados o que son considerados por
los mixtecos como lugares míticos o históricos. Pese a ello, actualmente no existe
ningún lugar que pueda ser considerado el centro religioso o de culto para toda la
región, por lo que existen diversos puntos en toda la mixteca en los cuales se realizan
aún celebraciones en lugares considerados como sagrados.
Bartolomé refiere que en la costa, en los poblados de de Ixtayutla y Santa María
Zapatepec, se localiza el Cerro de la Campana a donde acuden varios pueblos a pedir
lluvias al Ñu´un davi (deidad lluvia) o salud al Ñu´un tajna (deidad curación). Otro
ejemplo es el cerro de San Vicente cercano a Tututpec y llamado Yucu cha'yu ka'nu
(Piedra Grande), también se acuden para realizar petición de lluvia. (Bartolomé, 1999).
Algo similar ocurre en el distrito de Nochixtlan, en la mixteca alta, en donde los cultos
en cuevas son frecuentes, pues se siguen considerando cuevas de lluvia. “Así, en San
Miguel Chicagua, ÑChii Kawa (Peña abierta o Lugar de Peñas) existe una caberna
donde se hacían ceremonias propiciatorias de las lluvias
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