Agua Y La Cultura Andina
Enviado por sonjableeker • 24 de Enero de 2013 • 1.675 Palabras (7 Páginas) • 943 Visitas
«Debido a su rol fundamental en la vida de la sociedad, el agua posee una fuerte dimensión cultural. Sin entender ni considerar los aspectos culturales de nuestros problemas relacionados con el agua no podrá encontrarse ninguna solución sostenible.»
Agua y Cultura, por Sonja Bleeker
El agua es probablemente el único recurso natural que se halla presente en todos los aspectos de la civilización humana, del desarrollo agrícola e industrial hasta los valores culturales y religiosos inscritos en la sociedad. Desde la historia de la humanidad, la necesidad y demanda de agua han sido una de las fuerzas motrices en los planos de la salud, la organización social, la prosperidad económica, la trascendencia cultural y el desarrollo. Las diferencias culturales determinan en gran medida cómo se percibe, valora y gestiona el agua en las distintas sociedades.
La cultura de agua (o cultura hídrica, indistintamente) se puede ver como el conjunto de creencias, conductas y estrategias comunitarias para el uso del agua que puede ‘ser leída’ en las normas, formas organizativas, conocimientos, prácticas y objetos materiales que la comunidad se da o acepta tener; en el tipo de relación entre las organizaciones sociales que tienen el poder y en los procesos políticos que se concretan en relación con el aprovechamiento, uso y protección del agua . Destacamos que la cultura de agua es siempre un concepto de grupo, resultado de las percepciones socioculturales y los valores que circulan entre y atraviesan a las personas.
Dado que el agua es vida (podemos decir, "no hay vida sin agua") la existencia de todo grupo humano o sociedad significa la existencia de una cultura de agua determinada. Al ser un elemento vital, involucra a todos los miembros de la sociedad, y su uso es el resultado de experiencias seleccionadas social e históricamente, lo que implica, además, la transmisión de conocimientos. No hay sociedad ni grupo social, sin un nivel o grado de cultura de agua. Las prácticas en la gestión de los recursos hídricos deberían adaptarse a las distintas culturas, pues cada una de ellas constituye un sistema particular de conocimientos y funcionamiento.
Si se desea cambiar una cultura de agua por otra, es necesario reestructurar los modos de percibir, de creer, de conocer, de organizarse, de vivir y de proyectar un futuro común. Esta idea implica un impacto que va mucho más allá del manejo del agua en una comunidad: impacta en toda la cultura, implica transformar los modos de pensar, sentir, actuar y desarrollarse.
La cultura de agua en las zonas andinas de Lima
En América Latina, la cultura de agua de nuestros pueblos antiguos y la cultura de agua de las comunidades campesinas de la actualidad se mezclan con otras formas de usos del agua, mostrando grandes diferencias entre zonas urbanas y zonas rurales. Todas tienen idéntica capacidad para aportar al conjunto, algún conocimiento sobre su manejo.
Las milenarias civilizaciones andinas se desarrollaron gracias al conocimiento adquirido sobre el uso y conservación del agua de sus montañas, indispensable para la agricultura como base de la alimentación. Ejemplo son las antiguas obras de ingeniería hidráulica que aún se mantienen, sobre todo en el actual territorio peruano, como las qochas para almacenar la lluvia, los andenes, las amunas y los canales de riego.
Este modo tradicional de gestión del agua se inserta, en efecto, en un mundo social caracterizado principalmente por la reciprocidad y la complementariedad. El agua es, ciertamente, un elemento que activa la reproducción de los principios comunitarios que rigen la vida social. Las actividades en torno al agua generan vínculos sociales, no sólo a través del trabajo, también en relación a las fiestas y ceremonias: refuerzan la cohesión del grupo social. Muestra de ello son también las labores relacionadas a la limpieza de los canales de riego, que es una celebración que une ritual, fiesta y trabajo en la cual participan todas las familias.
A pesar de procesos que causan la aculturación, como es el colonialismo, la globalización, políticas y educación ajenas, migración y otros, la cultura andina ha sido erosionada pero no cancelada. Y tampoco será extinta si todos contribuimos a rescatar y valorar en ella las lecciones que tiene para darnos de cara a la crisis global del agua.
La cultura de agua en el metropolitano de Lima
Según un estudio implementado por Grupo Agua y Grupo RPP, la cultura de agua en las grandes ciudades del país muestra un gran contraste con la forma de percibir el agua en las zonas rurales. De todas las grandes ciudades de Perú, los limeños aparecen como los menos conscientes de los problemas de escasez de agua que se está afrontando, lo cual no coincide con la realidad de una ciudad ubicada en medio del desierto. El problema del agua es percibido como algo que podría empeorar en el mediano plazo, pero que a la larga será resuelto gracias a las innovaciones tecnológicas. La manera como se percibe la gravedad del problema de la contaminación
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