Daniel James Cap 1 Resumen

1)La economía argentina durante la SGM y la inmediata post-guerra podemos encuadrarla dentro del modelo de sustitución de importaciones. Esto quiere decir que al tradicional esquema agrario e importador se lo complementó con un perfil más industrialista, lo que implicó de parte del Estado la aplicación de impuestos más elevados a las manufacturas importadas, el control de la relación pesos/dólares y el estimulo financiero al sector industrial (créditos). Así, si se toman los primeros 5 años de la década del 30 respecto de los últimos 5 de la década del 40 observamos:

• La producción industrial crece hasta más que duplicarse.
• Las importaciones caen del 35% del PBI al 6% en 20 años.
• La importación de maquinaria industrial cae del 35% al 10%
• Los establecimientos industriales crecen el 125%
• Los obreros industriales crecen 140% (de 430mil a 1millon)

Los rasgos más notables del periodo son: el sector agrario y las exportaciones de ese sector siguen siendo la principal fuente de divisas (moneda internacional) del Estado (que sirven para pagar deuda o importaciones por ejemplo), sin embargo el perfil industrial del país se ve robustecido (nuevos centros urbanos: Córdoba, Rosario, Bs As) y es posibilitado por las migraciones internas de las provincias, que sustituyen a los extranjeros como contingente laboral atraídos por las oportunidades de esos centros.

2)Sin embargo, la clase trabajadora no había recibido los beneficios de este crecimiento, sino que más bien sufría sus consecuencias. Se deterioraban las condiciones de vida en dos sentidos: por un lado la plata alcanzaba menos por la inflación y cualquier reclamo era contestado por la represión o la aplicación antojadiza de una legislación laboral escaza. Por otro lado, el proceso de urbanización llevaba al hacinamiento de las familias en las ciudades que crecían desordenadamente y sin servicios básicos.

Esa masa laboral, desde el punto de vista organizativo, se encontraba débil y dividido: solo estaba sindicalizado 1 de cada 5 trabajadores y la mayoría en sectores no industriales ni agrícolas (los servicios tenían más del 50% especialmente transportes). A esta debilidad se sumaba la fragmentación: Cuatro centrales obreras de distintas ideologías se repartían los menos de 500mil trabajadores sindicalizados: la FORA anarquista, la USA sindicalistas y las 2 CGT una socialista y la otra comunista.

3) Desde que asumió como Secretario de Trabajo en 1943, Perón fue generando simpatía hacia su persona de parte de los obreros sindicalizados como de los no organizados, al tiempo que recibía críticas de los políticos tradicionales, tanto de derecha como de izquierda. Este último sector había visto socavada su influencia en el movimiento obrero. Ese apoyo de los obreros hacia quien consideraban atendía sus demandas se cristalizó el 17 de Octubre de 1945 y lo encaminó a la victoria electoral de 1946. Mientras, los dirigentes sindicales veían cada vez más su futuro atado al de Perón. El período 1943-1946 vio mejorar las condiciones laborales y la legislación social y dió forma al desarrollo gremial posterior. En Octubre de 1945 se decretó la ley de Asociaciones Profesionales basada en:

• Unidad de actividad económica (ej: todos los que trabajan en la construcción de un edificio son del Sindicato de la Construcción, cuando antes se dividían en albañiles, electricistas, plomeros, etc..)
• Un solo sindicato reconocido por sector económico autorizado a negociar con los patrones.
• Los patrones estaban obligados a negociar y el acuerdo era válido para todos los trabajadores del sector, así como obligatorio era el descuento de la cuota sindical.
• Ese único sindicato por actividad se organizaba centralizadamente en federaciones regionales y nacionales, que integraban la única Confederación Nacional (CGT)

El Estado, por su parte, intervenía por medio del Ministerio de Trabajo en la supervisión y articulación de esta estructura, principalmente en el otorgamiento al sindicato del reconocimiento estatal para negociar.

Así, en el período 1946-1955 (primera y segunda presidencia), la posición de la clase trabajadora en la sociedad argentina cambió drásticamente. Durante el primer mandato (46-52) el numero de afiliados paso de 500mil a casi 2millones y medio y aumento enormemente el numero de obreros sindicalizados en el sector industrial, hasta alcanzar el 70%. Si tomamos en cuenta a toda la población asalariada, la tasa de sindicalización ascendió del 20 al 42%. Este crecimiento era acompañado por el sistema de negociación colectiva: regulaba la escala salarial para todo el sector, la especificación de tareas, las licencias por enfermedades, maternidad y las vacacione pagas (en el ejemplo: no importa para qué edificio en construcción trabajes, ni para qué patrón, ni si era de 2 o de 10 pisos. Si trabajabas en esa actividad te correspondían todos los derechos, estés o no sindicalizado, así como estabas obligado a aportar al sindicato).

4- La relación de ese movimiento obrero con la política se fue modelando como una integración a una coalición política emergente supervisada por el Estado. En la primera presidencia se dio el contorno de esa integración  y fueron confirmados y profundizados en la segunda. Entre 1946 y 1952, entonces, se sientan las bases de un sindicalismo que estaba llamado a funcionar como agente estatal frente a la clase trabajadora. Para ello, fue necesario correr a la “vieja guardia” sindical (aquellos que habían ganado protagonismo en los 30 y organizado el 17 de octubre de 1945  e incluso formado el Partido Laborista para representar políticamente a los trabajadores) ya que sus ideas de autonomía política y organizativa y su apoyo condicional a Perón quedaban alejado de las intensiones de este. Pero también, esa dirigencia cada vez mas quedaba alejada de unas bases obreras en creciente aumento que expresaban una adherencia prácticamente incondicional con el líder.

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