Derecho Canónico

En primer lugar, el Derecho Canónico es, pues, un medio que, basado en el derecho divino natural y positivo, organiza racionalmente todos los elementos eclesiales, según justicia, para que la Iglesia pueda cumplir más eficazmente los fines que su divino Fundador le señaló y que en definitiva están ordenados a la salvación de los hombres, «que en la Iglesia debe ser siempre la ley suprema». En el siguiente trabajo nos dedicaremos a resaltar los aspectos más importantes a cerca del derecho canónico. Dicho de otra manera, Se denomina Derecho canónico al conjunto de normas jurídicas promulgadas o reconocidas por la iglesia católica, sobre puntos de fe y disciplina, que determinan la organización y actuación de la misma iglesia y regula la actividad de sus ministros y fieles en relación a los fines propios de la iglesia. La naturaleza de este derecho está en que la iglesia tiene una personalidad jurídica, propia y necesaria, que no deriva del estado. En tal carácter, la iglesia crea sus propias normas jurídicas, que regulan las relaciones entre sus miembros y demás entes de derecho en su significación universal y particular. La iglesia como comunidad universal y particular, sus preceptos se extienden a los ministros y fieles sin limitación territorial. Sin embargo, el Derecho canónico que nos ocupa, es de la iglesia latina o de occidente. Algunos autores entre Derecho canónico y Derecho eclesiástico. El primero sería el dictado por la iglesia para su propio gobierno. En cambio, el segundo seria el dado por el estado para ordenar la vida de la iglesia. También ha negado el carácter jurídico de las normas canónicas, como consecuencia de la defunción de doctrinas formalistas del Derecho, basándose en la confusión de Derecho y Estado. Según este criterio, solo el Estado sería el único creador de las normas jurídicas. Los canonistas refutan tal principio sosteniendo que la iglesia es como el estado, una sociedad jurídicamente perfecta, con medios adecuados para la formación de su derecho y órganos para imponerlo, sostienen que Cristo mismo fundó la iglesia como sociedad organizada, con sus autoridades y subsidios y con las leyes y sanciones. Por otra parte, El objeto del Derecho canónico reviste variantes considerado desde el punto de vista espiritual y social. Desde la constitución de la iglesia, y la realización de sus fines peculiares, en lo espiritual el fin supremo del Derecho canónico está en la salvación de las almas, lo que no lo priva de su carácter jurídico de lograr la justicia como fin próximo. En general, el objeto del Derecho canónico es el bien espiritual y terrenal de la sociedad eclesiástica. En este sentido, el Derecho canónico tiene un fin específico que es el establecimiento de la justicia y el orden. Es decir, disponer lo que cada uno debe realizar en el orden social eclesiástico, con el objeto de que todos alcances su propia satisfacción espiritual. Este fin supremo de la iglesia, es para el Derecho canónico un fin mediato y genérico, ultra-jurídico, como algunos lo han considerado; toda vez que el fin supremo que se ordena una sociedad no puede ser extraño a los medios que esa misma sociedad pone en práctica para conseguirlos. Para otros el objeto de esta disciplina, es el estudio del Derecho canónico público y privado. El primero determina los derechos de la iglesia como institución (Derecho público interno), y en sus relaciones con instituciones de igual carácter (Derecho público externo). El segundo se refiere a la protección de los demás miembros de la iglesia. Asimismo, La iglesia católica está fundamentada en un riguroso orden jerárquico o escalafón, el cual se divide en: Jerarquía de orden y jerarquía de jurisdicción. De orden: es un escalafón dentro de la organización de la iglesia asignando específicas e importantes atribuciones a cada uno de sus familiares: Es decir que, mediante el sacramento del orden, por institución divina, constituidos en ministros sagrados, según el grado de cada uno, son destinados a apacentar el pueblo de Dios y desempeñar en la persona de Cristo, las funciones de enseñar, santificar y regir (canon 1008). La jerarquía de orden comprende: El Diaconado, el Presbiterado y el Episcopado (Diacono, Presbítero, obispo). De jurisdicción: Generada directamente por el rango y cargo que se ostenta dentro de la iglesia, escalonada en la forma siguiente: Papa, Obispo, Párroco. Hay también personas jurídicas que tienen una jerarquía definida dentro de la organización de la iglesia, entre ellas: El colegio Episcopal, Reunión

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