Derecho Romano II
Enviado por Salinasandra • 26 de Agosto de 2013 • 16.024 Palabras (65 Páginas) • 549 Visitas
DERECHO ROMNO II
INTRODUCCIÓN
Conforme va evolucionando el ser humano, siendo éste un ser pensante, existe la necesidad de llevar un ordenamiento legal para la solución de sus problemas, es así como en Roma, que es la cuna de la creación del Derecho, se dieron a la tarea de crear una de las ramas más importantes para la evolución del hombre, a saber: el Derecho Civil.
Esta materia, Derecho Romano, es de gran importancia para la formación de los estudiosos en Derecho, toda vez que es ahí donde nacieron varias de las instituciones jurídicas, normas jurídicas, procedimientos y demás figuras jurídicas aplicadas para que el ser humano se sienta en armonía al interior de su entorno social.
El presente libro didáctico contiene el segundo curso de Derecho Romano, y tiene como finalidad que el estudiante conozca cómo nacieron las obligaciones, los contratos, el derecho sucesorio y el derecho procesal civil en época romana. Es significativo que el estudiante, una vez que comprenda cada una de estas unidades, analice cómo ha evolucionado el Derecho Romano con el Derecho actual, para que compare la historia de esta materia y posea un conocimiento arduo de historia. Cabe mencionar que cada unidad cuenta con actividades de aprendizaje y evaluaciones, para que el estudiante refuerce los conocimientos adquiridos. Y al final se puede consultar la bibliografía que sirvió
LAS OBLIGACIONES
MAPA CONCEPTUAL
MAPA CONCEPTUA
1.1 CONCEPTO
Las obligaciones en el Derecho Romano nacieron para que los hombres cumplieran determinadas conductas, siendo para éstos un deber jurídico, de lo contrario si no obedecían, eran sancionadas como delitos.
Justiniano1 las definió como “la obligación es un vínculo jurídico por el cual somos constreñidos con la necesidad de pagar alguna cosa según las leyes de nuestra ciudad (obligatio est iurus vinculum, quo necesítate adstringimur alicuius solcendae rei, secundum nostrae civitatis iura)”.2
1.2 DESARROLLO HISTÓRICO
En la teoría de Bonafonte, la obligación romana nació en tiempos arcaicos clasificándose su incumplimiento dentro de los delitos. Cuando algún romano cometía un delito, nacía a favor de la víctima o de su familia, el derecho de venganza, aplicándose la ley del talión (ojo por ojo, diente por diente), consistiendo en el derecho que tenían para obligar al culpable o a su familia, a realizar ciertos trabajos, por lo cual el culpable quedaba obligado o atado a la víctima como una especie de rehén, éste castigo era una atadura como garantía de venganza.
A parte de someterse a cumplir con lo que un romano no realizó en su momento, y si éste no cumplía con lo mandado, podría ser castigado dándole muerte por incumplimiento a lo desobedecido. Estas dos cuestiones fueron evolucionando, por lo cual fueron modificadas en el año 326 a.C. por la Lex Poetelia, misma que consistía en que si el rehén no cumplía con lo ordenado, podría cumplir con sus bienes, siempre y cuando tal condición no proviniera de un delito.
Es a partir de este momento en que la obligación obtuvo su concepto,siendo un lazo o vínculo jurídico entre los sujetos, por el cual el acreedor tiene
derecho a determinada conducta que el deudor debe realizar.
1
Emperador bizantino
2
Morineau Iduarte Marta y otro, Derecho romano, p. 143.12
Así, por ejemplo, el paterfamilias podía adquirir una deuda, y si éste no
cumplía, la responsabilidad podía recaer en un hijo, o en cualquier otro
miembro de la casa, haciéndose rehén para pagar el adeudo que el padre
había adquirido, quedando esta persona como garantía por tal incumplimiento.
1.3. ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN
Para que la obligación nazca es importante que exista el sujeto y el objeto, de
lo contario no podrían existir las obligaciones sin estos dos elementos, como
se verán en esta Unidad.
1.3.1 Sujetos
Para que nazca una obligación, siempre deben existir determinados sujetos, a
saber: el sujeto activo o acreedor (creditor), y el sujeto pasivo o deudor
(debitor).
El acreedor es la persona titular de un derecho personal o de crédito, en
virtud del cual se le faculta la conducta de otra persona, la del deudor, quien a
su vez debe de cumplir con ella. Este derecho personal o de crédito que tiene
el acreedor es un derecho subjetivo, ya que implica un facultamiento de
conducta.3
Entre el acreedor y el deudor siempre existe la relación de la obligación
que los constituye, siendo éste el objeto, siendo también elemento de la
obligación.
1.3.2 Objeto
El objeto de la obligación consistía en la conducta que el deudor debía
observar en provecho del acreedor; siendo un dare, facere o praestare.
Dare se usaba para la transmisión de dominio de alguna cosa, es decir,
hacer al acreedor propietario de algo, un ejemplo sería una permuta, donde los
contratantes se obligan a transmitir la propiedad de algo.
3
Idem., p. 144.13
Facere consiste en un hacer, pero no implica la transmisión de dominio
de algo, un ejemplo sería un contrato de arrendamiento, donde se presta un
bien inmueble, pero no se transmite el dominio del bien.
Praestare cosiste en que una persona alude sus obligaciones, por lo
cual una tercera las absorbe, un ejemplo sería un aval.
Asimismo, las características del objeto no tenían que ser contrarias a la
ley, a la moral, ni a las buenas costumbres, deben ser determinadas o
determinables, valorables en dinero y, por último, estar dentro del comercio.
1.4 CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES
En época romana, las obligaciones se clasificaban de la siguiente manera:
Ambulatorias.
Atendiendo a los sujetos: Parciarias, mancomunadas o a prorrata.
Correales o solidarias.
Divisibles e indivisibles.
Atendiendo al objeto Genéricas y específicas.
Alternativas y facultativas.
Civiles.
Atendiendo al derecho del cuál provienen
Honorarias.
Obligaciones civiles.
Atendiendo a su eficacia procesal
Obligaciones naturales.14
1.4.1 Ambulatorias
Se daban en los siguientes casos:4
a) La obligación de pagar los daños causados por un animal, un esclavo
o un hijo, a cargo de quien sea el dominus, cuando el perjudicado ejerza la
acción correspondiente.
b) La obligación que tiene el propietario, el enfiteuta o el superficiario
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