EDUCACIÓN PARA EL TRABAJO

EDUCACIÓN PARA EL TRABAJO

Elaborado por José M. Armario O.

Desde los albores de la humanidad, el hombre para garantizar su permanencia como especie humana, ha utilizado instrumentos en la producción y distribución de los bienes. Esta actividad alude al trabajo como condición fundamental para la existencia de la sociedad, como proceso indispensable para alcanzar los fines del individuo y desarrollar su potencial creativo. Esto implica una interacción en el contexto natural y social donde se desenvuelve, generando integración en el colectivo social.

Con el advenimiento de la modernidad, la sociedad sufre una serie de transformaciones en todos los ámbitos y áreas del saber. En este sentido Feo (2010) considera que debido al impulso la revolución industrial y el liberalismo económico, en esta era, trajo consigo el surgimiento de las sociedades capitalistas; donde la el tema del trabajo pasa a ser el tema central. Allí surge el interés sobre este aspecto de la formación del ser humano y cada día fue adquiriendo mayor atención por parte de los grupos sociales y políticos reformistas.

Durante la modernidad se percibe al individuo como un instrumento del progreso, cuyos fines es productor de bienes y consumidor de los mismos. Ante este panorama se genera movimientos progresistas, fundamentado en la crítica a la modernidad, denominado postmodernidad. Dando paso a la pluralidad y diversidad cultural; donde la educación pasa jugar un rol activo y el estudiante construye su presente de acuerdo a la realidad contextual, a sus semejantes y al beneficio individual y colectivo.

Con la finalidad de mejorar el talento humano surgen nuevos enfoques, al respecto Gándara (citado en Armandoz; 2010) considera que el capital intelectual ha cobrado mucha fuerza en la gestión de las organizaciones, en los últimos tiempos. Esta concepción establece el enlace entre educación-trabajo, en virtud que el mercado laboral demanda recursos intangibles. Las empresas para ser competitivas deben pasar por un proceso de modernización y disponer de personal capacitado para lograr sus objetivos.

Todos los países a escala mundial, deben contar con una población calificada, para insertarse en el mercado laboral, con sólidos conocimientos en las áreas técnicas y capacidad de renovarse continuamente. Debido a los avances vertiginosos en la sociedad del conocimiento se requiere de una formación y actualización permanente. Además, es fundamental la interacción entre la calidad de vida, el entorno escolar y laboral. Para ello se requiere la articulación de políticas públicas coherentes en todos los ámbitos de la sociedad.

La vinculación entre trabajo y educación busca implementar estrategias para avanzar en materia educativa y laboral. En virtud que ellos tienen una incidencia en el bienestar de la población, mediante la obtención de conocimientos y desarrollo de capacidades que le permitan al individuo tener acceso al mundo laboral. Por lo tanto, la triada escolarización, aprendizaje y la educación para el trabajo confluye con mucha vigencia en esta era de la globalización, porque contribuye a capacitar personal en diversas áreas del conocimiento.

Los Países de América Latina han hecho gran esfuerzo en adecuar los sistemas educativos a los nuevos paradigmas y avances tecnológicos, para aumentar la escolarización en educación secundaria, especialmente en formación profesional, incrementar la inserción laboral como oportunidad de acceso a ofertas de formación que tienen los trabajadores en general. Sin embargo, el desempleo en la región constituye una limitante la gran mayoría de la juventud. Al respecto Vera (2009) sostiene que de los 106 millones de jóvenes que residen en América Latina y el Caribe, el 54% de los jóvenes de la región enfrentan algún problema para su inserción laboral y social, esto es, 57 millones de jóvenes.

Educación para el Trabajo en el Sistema Educativo Venezolano

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