Educacion En El Estado De Mexico
Enviado por ezzanenapadilla • 25 de Septiembre de 2014 • 4.668 Palabras (19 Páginas) • 191 Visitas
En 1826, el residente francés Estevan Guenot propuso al gobernador del Estado de México un
plan de educación elemental, con el fin de abrir varios establecimientos, en el que sostenía que la
educación era la base para formar a “los hijos de la República”, por ello, afirmaba que era
indispensable instruir a los jóvenes. La educación tenía como finalidad promover, en todas las
clases de la sociedad, la igualdad y dar a conocer los derechos de cada ciudadano “porque queréis
que todos participen de las ventajas que esperáis de vuestra regeneración”. Para Guenot, el sostén
de la educación lo constituía la religión porque ésta aseguraba:
la dicha de los hijos y de los padres, y por una precisa consecuencia, la prosperidad
de la nacion. Pero cuando no está dirigida por la religion, ya no puede ser para los
padres y los hijos sino un manantial inagotable de penas y aflicciones, y la ruina mas ó
ménos pronta de la nacion es inevitable resultado.
A esta idea, el francés añadía que era indispensable la instrucción religiosa porque prevenía en los
jóvenes “el olvido de todos los deberes de la moral, inspirándoles indiferencia por todas las
virtudes” (Plan de educación..., 1826: 5, l3-l4).
Otra iniciativa individual, en 1832, era la de un recién llegado a Toluca –J. Dionisio Dans– que, en
las páginas de El Conservador anunciaba su disposición para brindar sus servicios educativos en
un establecimiento particular. Al inicio de su texto, precisaba que “nada hay en la vida, que iguale
en su importancia á la educacion en la primera edad”. Enseguida bosquejaba la importancia social
que la educación tenía:
Es á un mismo tiempo la base del bienestar de los individuos, y el preliminar
indispensable para que las leyes tengan un fruto favorable para las naciones. Cuando
recaen sobre hombres poseidos de los vicios, se pierden sus buenos efectos en el
corazon humano como semilla arrojada en un suelo impregnado de sales contrarias á
la vejetacion.
Inmediatamente, el profesor, simpatizante del método lancasteriano, contrastaba al hombre
educado con el que no lo era, sobre este último dice:
al mismo tiempo que es digno de compasion para los unos, es tambien digno de
desprecio para los otros; y en general es la mas pesada carga que gravita sobre una
sociedad culta, y un ciego y vil instrumento de la ambicion del poderoso, que
desconoce los derechos del hombre, y atropella los mas caros intereses de la pátria.
Mientras que el hombre educado e ilustrado:
conoce sus derechos, y los deberes del ciudadano: entónces se penetra de su
dignidad, y se honra en contribuir al órden social: entónces existe la emulacion entre
los ciudadanos: y entónces los talentos superiores, y los servicios hechos á la pátria,
son los mas relevantes méritos, que le abren la puerta de su felicidad, y le concilian el
aprecio de los hombres sensatos (El Conservador, 1832: 113-116).
Finalmente, destacaba que la educación también tenía el propósito de evitar conductas
antisociales que alteraran el orden que se intentaba edificar y afirmaba que mediante ella los
individuos podían convertirse en hombres cultos, útiles y virtuosos, alejándose de la vida licenciosa
y criminal.
La diferencia entre las dos iniciativas de particulares, radicaba en los medios para alcanzar los
fines educativos; para el primero, era a través del gobierno, que habría que llevar la educación a la
sociedad, mientras que para el segundo eran los particulares quienes debían procurar,
mayormente, el servicio educativo.
La élite política y la educación
Resulta interesante constatar las similitudes existentes entre la concepción que fue elaborando la
élite política acerca de los fines de la educación con la de estos personajes. Así, por ejemplo, llama
la atención la opinión que ofreció el gobernador de la entidad, Melchor Muzquíz, en 1831. Para él,
la educación debía contar con el apoyo y la protección del Estado, en particular la ofrecida en los
establecimientos de primeras letras, porque en ellos:
los niños de ambos secsos reciben las impresiones que mas gravan, y que deben
formar la base de los progresos ulteriores. La nación donde este ramo se abandona, o
no se cultiva cuanto es necesario, no puede llegar a ser verdaderamente libre; pues
que sumidos la mayor parte de los miembros en la mas profunda ignorancia,
desconocen sus propios derechos, y o se acomodan facilmente a la bajeza de la
esclavitud, o se entregan al desenfreno que los pone en un estado de barbarie
(Muzquíz, 1831:30).
Una visión más elaborada de los fines de la educación la proporcionó, en 1849, el funcionario
estatal Pascual González Fuentes, quien sostuvo, entre otras cosas, que era preciso reformar las
costumbres de un sector vasto de la población. La educación era el eje sobre el que giraba esa
reforma. González Fuentes afirmaba que la modificación de las costumbres era:
...la fuente del orden, del respeto á las leyes, y de la prosperidad de los pueblos, y ella
es cuanto mas necesaria en el estado como en toda la República, cuanto que la
estraordinaria corrupción de las masas, cimentada por funestos ejemplos, y por su
constante impunidad, mantiene á los habitantes en la vaguedad, en la embriaguez, en
la ociosidad, con un hábito arraigado de una vida inerte, y de una profunda aversión al
trabajo, que á mas que envilece á los hombres, porque acostumbrados á la miseria y
á la desnudez pierden del todo la vergüenza, los inclina á buscar en los crímenes el
socorro á las mas ingentes necesidades de la vida, y el fomento de los vicios
inveterados y arraigados, que acabándolos de perder para la sociedad, concluyen con
su ecsistencia entre agudos dolores y mas crueles padecimientos (Memoria de las...,
1849: 39-40).
Otros actores necesitan ser educados
Todas estas concepciones si bien establecían fines generales de la educación, válidos para toda la
sociedad, también incluían una preocupación por educar a sectores específicos de la sociedad,
como los indios y las mujeres.
De esta manera, el gobernador Lorenzo de Zavala, en 1828, manifestaba su interés porque tanto
las mujeres como los indios recibieran las beneficios de la educación. Apuntaba que
los que conocen las ventajas del bello secso y de la influencia que tiene sobre las
costumbres la conducta
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