Educacion

8. UN NUEVO CONCEPTO DE LA ESCUELA PRIMARIA.

Justo Sierra acumulo una amplia experiencia de política educativa, desde la gestión de Joaquín Baranda, y en la de Justino Fernández: y su capacidad propia, y la extraordinaria información, lo llevaron a convertirse en la figura más sobresaliente en la historia de la educación nacional. Una de sus grandes realizaciones, fue para aprovechar las facultades que el Congreso de la Unión confirió al Ejecutivo Federal, para legislar una materia de Instrucción Pública, según se requiriera. De esta facultad se desprende el Decreto que creó la Ley de la Educación Primaria para el Distrito y territorios Federales, expedida el 15 de agosto de 1908. Dicha Ley, más que un campo jurídico, constituye la explicitación de su doctrina sobre tal asunto, en la que se recoge prácticamente todo su pensamiento, critico y constructivo, acerca de tal institución, a la que reconoce como el punto de partida de toda la vida cultural de la nación.

La Ley de Educación Primaria para el Distrito y los Territorios Federales consta de 23 artículos.

9. LA EDUCACION DE LA ESCUELA NACIONAL DE ALTOS ESTUDIOS.

El estilo de politica educativa de Justo Sierra, ya se ha visto, consiste en la planeación consciente de alguna actividad que beneficie a la obra educativa nacional.

Reconocedor, como era, de la importancia de los maestros y de su necesaria preparación, tuvo especial empeño en el buen funcionamiento de las escuelas normales, para que produjeran buenos maestros. Pero estos, salían preparados para ejercer la enseñanza en las escuelas primarias. Y la escuela secundaria, como la preparatoria, ya habían sido objeto de reformas sustantivas, promovidas por el mismo. De ahí nació el convencimiento de crear una institución que preparara maestros para estos niveles superiores a la escuela primaria. Y tal institución seria la Escuela Normal Superior. La exigencia de cultivar y practicar la pedagogía para niveles superiores, también afectaba a los profesionistas que se habían graduado en las distintas escuelas profesionales, necesitadas de una enseñanza superior a la recibida, y de métodos de investigación en los campos respectivos. Sierra concibió la idea de una Escuela de Altos Estudios.

La iniciativa de ley para crear esa institución, fue aprobada por el Congreso el 26 de mayo de 1910. El 18 de septiembre de ese mismo año, tuvo lugar la inauguración de la Escuela Nacional de Altos Estudios, en una ceremonia presidida por el Ministro Justo Sierra, en la que el Subsecretario Ezequiel A. Chávez pronuncio el discurso oficial, y tomo posesión de su cargo como Director, el Dr. Porfirio Parra.

La ley de la escuela nacional de altos estudios consta de 12 artículos.

Desde su nacimiento, la vida de esta institución fue azarosa. Conto con más enemigos que apoyadores; los positivistas, con su credo ya en agonía, y los ya abundantes enemigos del régimen. Pese a ello, logro sobrevivir, sobre todo en lo referente a los estudios pedagógicos, que finalmente se integraron en una Escuela Normal Superior, dentro de la Facultad de Filosofía, que se tuvo que clausurar en 1925, con la separación de los tres primeros años de la Escuela Nacional Preparatoria, para integrar con ellos las Escuelas Secundarias, bajo una Dirección de la Secretaria de Educación Pública.

Al desintegrarse la Escuela Nacional de Altos Estudios, se han creado, con lo que quedaba de ello, las Facultades de Filosofía y Letras, de Ciencias, y de Psicología.

10. EL RESTABLECIMIENTO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE MEXICO.

El último hecho de gran relevancia educativa del porfiriano, promovido por el Ministro Sierra, es el restablecimiento de la Universidad Nacional de México. Siempre tuvo una prevalecía en su convicción pedagógica, un ideal patriótica, que debía animar todas las obras pedagógicas que promovió, desde el jardín de niños, hasta la universidad.

Entusiasmado por estas ideas, promovió y logro el restablecimiento de la Universidad Nacional de 1910, con ocasión de celebrarse en México el centenario de la proclamación de la independencia y empleando, esta vez toda la fuerza que provenía del apoyo y simpatía que le profesaba el Presidente Díaz.

Don Justo Sierra pensó siempre en una universidad de tipo moderno, esto es, en una agrupación orgánica de instituciones docentes y de investigación.

La inauguración de la Universidad Nacional de México, tuvo efecto el 22 de septiembre de 1910, con la presencia del Presidente de la República, y de varios enviados especiales de muchas universidades importantes del mundo.

Ese mismo día fue nombrado Rector de la naciente Universidad, por el propio Presidente, el licenciado Joaquín Eguía Lis.

En el siglo XVI, el modelo de nuestra Real y Pontificia Universidad de México, fue la Universidad de Salamanca; ahora se tomaba de la universidad de Paris la moderna estructura, cuya Ley del 10 de julio de 1906, inspiro buena parte de la estructura de nuestra naciente Universidad.

Capitulo octavo

1- Alberto Correa y la enseñanza Normal en la primera década del Siglo XX

Las escuelas normales eran dirigidas, organizadas y controladas, por la dirección General de Enseñanza Normal que en 1901 fue confiada al profesor Enrique C. Rébsamen; y en 1904, a la muerte de éste, ocupó ese distinguido sitial, el eminente y reconocido profesor Alberto Correa (1853-1909).

La ley Constitutivita de las Escuelas Normales, del 12 de noviembre de 1908, prescribía la organización, la amplitud de la escolaridad, el plan de estudios, y la inclusión, la amplitud de la escolaridad, el plan de estudios, y la inclusión de la carrera de Educadoras de párvulos, en la Escuela Normal de Maestras. Las Escuelas Normales refiriéndose estos estudios, a las metodologías especiales, a la filosofía de la educación, y a la historia de la educación.

JOSÉ MANUEL VILLALPANDO NAVA

En la citada Ley de 1908, ya no se hablaba de maestros de primaria elemental y de escuela primaria superior; tampoco se mantuvo el programa de siete años, pues se redujo a cinco.

El nuevo plan de estudios ofrecía dos series de materiales pedagógicas, las teóricas y las practicas. Las asignaturas de cultura general, consistían un elenco bastante completo.

Se dispuso la celebración periódica de conferencias pedagógicas, con asistencia obligatoria del director y los maestros de la escuela primaria anexa.

Entregado de lleno a su tarea, Alberto Correa hizo de la enseñanza normal un centro de atracción pedagógica, y de las Normales de la ciudad de México, la de Profesores y Profesoras, en la que también se formaban Educadoras de Párvulos, llegaron a construir el auténtico modelo para todas las de la República. Pero la labor, era exigible la participación

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