El patrimonio espiritual de la colonia. Zanatta
Enviado por daniel.cx • 19 de Marzo de 2023 • Resumen • 3.305 Palabras (14 Páginas) • 169 Visitas
El patrimonio espiritual de la colonia. Zanatta
Durante la era colonia, España y Portugal implantaron en iberoamérica las hondas raíces de su civilización tanto las estructuras materiales cómo las espirituales lo que condiciono posteriormente el tránsito a la independencia de América y género una densa herencia, Destacándose la naturaleza conciliadora del vínculo entre los reinos americanos y los soberanos europeos, la tensión entre la unidad política y la segmentación social, la organización y concepción corporativa Del orden social, la superposición entre orden político y la homogeneidad espiritual y el nacimiento de una economía periférica dirigida hacia los mercados tras Atlántico. La consolidación de las sociedades coloniales resquebrajó durante el siglo XVIII el tradicional vínculo pero dicha unión no llegó a romperse.
Herencia política durante casi tres siglos América fue Europa.Cambiaron ideas y tecnologías,las mercancías y su modo de circulación, las sociedades y las formas de organización social. También se modificó el equilibrio entre las potencias europeas las potencias ibéricas entraron en un progresivo declinar mientras que otras como Gran Bretaña y Francia emergieron.
En esos siglos nació en América una nueva cultura y compartió desde entonces rasgos y destinos de la civilización hispánica cuyo elemento unitario y principio inspirador residía en la catolicidad en la cual encontraba además su misión política.
Por civilización se entiende un complejo conjunto de instrumentos materiales y valores espirituales de instituciones y costumbres capaces de plasmar tanto la organización social y política como el universo espiritual y moral de los pueblos que pertenecen a ella. La civilización hispánica en América no fue una excepción.
En términos políticos los imperios ibéricos en especial en de los Habsburgo quienes ocuparon el trono de España desde 1535 hasta 1707 fueron organizados y concebidos para dejar en herencia tanto un principio de unidad como uno de fragmentación. Sobre ambos principios se basó de hecho el régimen pactista que gobernó las relaciones entre el soberano y sus reinos.Un pacto basado en la unidad Imperial. un imperio universal regido por la misión universal de expandir la cristiandad que ponía de manifiesto el ordenamiento divino, Un orden de cuya unidad política y espiritual el rey era el garante titular de la ley y protector de la iglesia. A cambio del reconocimiento de su propia soberanía, el rey realizaba importantes concesiones a estos súbditos.La ley del rey era reconocida en signo de sumisión a su legítimo poder, el gobierno era otra cosa, fundado sobre usos, costumbres y poderes de las elites locales. Estas eran parte integrante de un imperio unitario unido por la obediencia a un solo rey y a un solo Dios pero gozaban de amplia autonomia asi los reyes se resguardaban del peligro que en caso que se sintieran oprimidas por el poder central, desearan seguir sus propios caminos.
Pero Los Monarcas admitían también el principio de fragmentación el cual prevaleció una vez caído el Imperio. Para mantener unidos con eficacia aquellos miembros extraños o extranjeros unos de otros, solo existía la obediencia al rey a lo que se añadía la pertenencia a una misma civilización, concepción fuerte en lo espiritual aunque débil en términos políticos.
la sociedad orgánica: Las relaciones entre las partes de estas sociedades, tan distintas de una zona a la otra, fueron compleja, articuladas y ricas en variante. No existe un único modelo social válido para cada uno de los tantos territorios gobernados Pero hay ciertas consideraciones de carácter amplio. El espíritu y los instrumentos de las sociedades ibéricas forjaron un orden corporativo. Una sociedad donde los derechos y los deberes de cada individuo no eran iguales a los de cualquier otra sino que dependían de los derechos y deberes del cuerpo social al cual se pertenecía. Esto ocurria tanto en los vertices de la sociedad, donde funcionarios, clero, fuerzas armadas poseian sus propios fueros, sus privilegios y obligaciones, como en la base, donde las masas populares tenian tambien derechos y obligaciones. La sociedad era orgánica y tenía dos rasgos fundamentales, era una sociedad sin individuos en el sentido de que los individuos se veían sometidos al organismo social en su conjunto y
era jerárquica porque como en todo cuerpo orgánico tampoco en este todos sus miembros tenía la misma relevancia ya que se consideraba que cada uno debía desempeñar el papel que Dios y la naturaleza le habían asignado.
Estás sociedades se veían sujeta a revueltas recurrentes y a una sorda hostilidad contra el orden establecido. Había ambivalencia porque la sociedad orgánica dejaba a los más oprimidos amplias posibilidades de autogobierno una vez satisfechas las obligaciones preestablecidas ya fuera prestando pesados tributos con su fuerza de trabajo o pagando impuestos. Aunque había fuertes tensiones internas, aquellas sociedades presentaban también en sus rígidos estratos algunos aspectos que luego serían idealizados (sentido comunitario, autonomía, protección).
Una orden corporativo que asumió rasgos inéditos cuya característica más evidente es su naturaleza segmentaria. Las frecuentes barreras entre un estado y otro, no eran solo el fruto de la riqueza o del linaje pero eran acumulativas, también eran barreras étnicas y culturales que donde más numerosa era la población India o esclava, equivalían a compartimientos que separaban mundos extraños entre sí, aunque constreñidos a vivir en estrecha relación.
Españoles indios y esclavos africanos: La población blanca de origen europeo ocupaba los vértices superiores de la jerarquía social y controlaba la política y la economía la justicia las armas y la religión vivía concentrada en los centros urbanos pero en su interior resultaba heterogénea algo que se acentúa con las nuevas olas migratorias.
Al núcleo originario de encomenderos (los conquistadores o sus descendientes que en un primer momento habían recibido en dotación del soberano un territorio definido que también incluyen a la población autóctona que lo habitaba y con el tiempo se transformaron en grandes terratenientes, propietarios de numerosos esclavos o indios) se añadieron poco a poco nuevas figuras , cómo los artesanos los funcionarios y los profesionales organizados en corporaciones que definían la naturaleza de oficios profesiones y funciones públicas al tiempo que sancionaba sus derechos y deberes. Muchos blancos se dedicaban al comercio y a la actividad mercantil en general o se hallaban empleados en otras ocupaciones menores, esto hacía de la sociedad blanca el compartimiento más alto de aquellas sociedades aunque muy heterogéneo y diferenciado. En su interior y con el tiempo se volvió cada vez más nítida la distinción entre Criollos nacidos en América y pertenecientes a la sociedad local y peninsulares llegados con el uniforme de funcionarios de la corona, En especial desde el siglo 18 cuando las reformas introducidas por los borbones implicaron un estricto control sobre todos cargos civiles militares y eclesiásticos más importantes.
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