Historia Del Estado Argentino Desde 1810

Introducción

Se comienza definiendo al Estado como una relación social histórica surgida con el capitalismo; una institución de dominación política y que actúa en el ámbito ideológico creando valores e identificaciones nacionales. Todo esto alude a relaciones que se producen en una sociedad, en un contexto capitalista con la capacidad de encarnar valores nacionales y territorios delimitados.

El Estado Argentino desde un comienzo

Luego de la revolución de Mayo de 1810, pasaron cinco décadas de varios fracasos en la organización del Estado. Las principales causas, eran los elementos faltantes o no bien acentuados que presentaban. La economía, por ejemplo, no estaba integrada en un autentico mapa de sistemas productivos regionales o provinciales, con una escasa conexión entre sí y además, impuestos internos y diferentes monedas lo cual no permitía hegemonizar el comercio. Sin la integración económica, no era posible desarrollar el capitalismo y sin el desarrollo de éste, no era posible la creación de un Estado moderno.

Otro elemento que hacía falta para conformar un Estado, era el territorio nacional que se encontraba disgregado en territorios provinciales, en los cuales los centros urbanos y las zonas de producción se encontraban separados y con muy poca conexión entre sí. Además, los habitantes de cada región se identificaban con las características culturales, económicas y políticas de su ámbito.

Como consecuencia de la falta de estos dos elementos nombrados anteriormente, predominó el poder local, el caudillismo y la violencia por las guerras civiles, sumándole los enfrentamientos entre unitarios y federales. Luego, con la derrota de Rosas en la batalla de Caseros de 1852, el poder lo obtuvo Urquiza, con el desafío de reunir poder y organizar el Estado verdadero con alcance nacional. Para lograr esto, sancionó la Constitución en 1853 y también se creó la Confederación Argentina, estableciendo las bases del Estado-nación y desplazando el poder político hacia el Litoral.

Buenos Aires se impondría sobre la Confederación y se unificaría al país bajo la hegemonía porteña por la batalla de Pavón de 1861.

Formación del Estado

Gracias al triunfo nombrado, Buenos Aires puso los recursos de la aduana disposición de la construcción de las instituciones del Estado-nación para que la consiguiente organización de la Argentina fuera desarrollada efectivamente. Para llevar a cabo la organización del país, estuvieron presentes políticas determinadas para esto durante las presidencias de Mitre, Sarmiento y Avellaneda.

Para monopolizar la fuerza del Estado nacional, debía constituir un ejército de autentico alcance nacional y terminar con las múltiples milicias locales que no permitían el ejercicio del poder centralizado. Mitre creó para esto un Ejército Nacional utilizando como base la Guardia de la provincia de Buenos Aires. Con el tiempo, éste ganó organización y efectivos en mayor cantidad. En 1876, durante la presidencia de Avellaneda, se decretó el licenciamiento de la Guardia Nacional y el quehacer militar quedó en manos del Ejército Nacional bajo las órdenes del Ministerio de Guerra y Marina.

En pocos años, el Ejército consiguió definir los límites territoriales internos e internacionales que conformarían el nuevo mapa de Argentina para así conseguir implementar las funciones de control y orden.

El mercado nacional

Al estar definido el territorio, permitió crear las condiciones necesarias para articular las economías regionales en un mercado nacional. Éste, tenía su centro en el puerto de Buenos Aires.

A medida que avanzaba la segunda fase de la revolución industrial, las potencias europeas demandaron más productos agropecuarios, y así la economía pampeana se orientó hacia los mercados ultramarinos. Las economías del interior, perdieron su arraigo local y se insertaron, subordinadas por Buenos Aires a la misma dinámica internacional.

Dentro del esquema, era necesario conectar los sectores productivos con el puerto, ya que era la principal boca de salida hacia el mercado internacional. Para esto, el Estado intervino y se orientó a la comunicación, las obras de infraestructura y la administración destinada a conectar el territorio nacional en función de la agroexportación con la instalación de ferrocarriles para terminar con el aislamiento regional y unificar el mercado nacional.

Identidad nacional

Con el desarrollo del mercado y el capitalismo nacional, era necesario disponer de fuerza de trabajo para la producción. El país que presentaba un territorio extenso con poca población, la cual la conformaban los catalogados “salvajes” por las clases dominantes y pensadores influyentes, se creía necesario que la mano de obra debía ser por inmigrantes provenientes de Europa. Para eso, el Estado intervino para fomentar la llegada de extranjeros con la creación de la Comisión Central de Inmigración, la sanción de la Ley de Inmigración y Colonización; y la garantía de alojamiento gratuito durante algunos días, la ausencia de impuestos, ubicación de trabajos de acuerdo con su especialización y en posibles casos la entrega de tierras para formar colonias agrícolas.

Sumado a las diferentes costumbres, tradiciones, idiomas, culturas de los diferentes orígenes de los inmigrantes europeos, también se contaba con una diferencia cultural y falta de conexión entre las distintas regiones del país, lo cual causó una población muy heterogénea para la cual se consideró necesario homogeneizar y así lograr un sentido de nacionalidad.

Para la creación de la identidad nacional, el Estado tuvo que intervenir nuevamente introduciendo sistemas educativos como principal mecanismo de control simbólico creando ideales compartidos que daban la sensación de igualdad. Rituales, actos escolares, uso de escarapelas y demás estaban destinados a crear una consciencia de ser argentino. Al mismo tiempo, la escuela transmitía valores para formar una ciudadanía “previsible” que acatará el orden social de manera pasiva.

Con el tiempo, el estado fue adquiriendo más funciones en materia de educación, algunas de las cuales antes concentraban otras instituciones incluyendo a la Iglesia. La ley de Educación Común 1420 promulgada en 1884 estableció la educación primaria, laica y obligatoria.

El Estado liberal oligárquico

Una vez que se continuó avanzando con la etapa de consolidación del Estado argentino, junto con el desarrollo del capitalismo atado al modelo agroexportador, las redes ferroviarias seguían ampliándose hacia zonas productivas y se expandía la actividad colonizadora, las campañas militares se dirigían hacia el sur patagónico a empujar y despojar a los pueblos originarios de

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