INVESTIGACION EDUCATIVA
Enviado por camilaesaa • 2 de Marzo de 2015 • 3.833 Palabras (16 Páginas) • 282 Visitas
Resumen
Este artículo tiene como propósito presentar para la discusión y reflexión parte de una investigación mayor referida al papel que juega la investigación educativa en el marco de la crisis de paradigmas en las ciencias sociales y humanas y, ante la exigencia de nuevas perspectivas teóricas donde se postula la urgencia de reivindicar lo humano y cualitativo presente en la búsqueda del conocimiento de lo social y educativo. Se trata de una investigación teórica con carácter interpretativo y crítico de materiales seleccionados, relacionados con tema. De los hallazgos destaca que, en la búsqueda del conocimiento de lo social y educativo, han prevalecido razones epistemológicas, técnicas e instrumentalistas las cuales perfilan el quehacer del investigador educativo y orientan una manera particular de investigación.
Introducción
Cualquier reflexión en torno a la investigación educativa debe comenzar por la revisión de las concepciones que subyacen tanto en lo epistemológico y teórico como en lo metodológico del proceso investigativo, en conjunción con la investigación en ciencias sociales y en el marco de los paradigmas 62 El papel de la investigación educativa en la actualidad vigentes. En tal sentido, se postula que la investigación educativa tradicional está condicionada por la concepción positivista de la educación y de la sociedad, en la que se imponen teorías y metodologías que predeterminan la realidad contextual objeto de investigación y la forma cómo abordarla.
Por estas razones, en las perspectivas emergentes de tendencia humanista, al referirse a la investigación educativa, algunos autores coinciden en afirmar que existe urgencia de un replanteo epistemológico y teórico de la concepción y práctica tradicional de la misma por la poca o ninguna incidencia de los resultados en la toma de conciencia de la necesidad de reivindicar lo humano desde un plano crítico y comprometido a partir de la educación. Tal situación anima la presentación de este artículo con el propósito de propiciar la discusión y reflexión acerca del estado actual de la investigación educativa y las posibilidades de transformación en función de las nuevas propuestas paradigmáticas con base en la comprensión de lo socioeducativo desde lo humano y cualitativo.
El Contexto de la Investigación Educativa
La investigación educativa ha recorrido un camino marcado por el positivismo como paradigma establecido (Delgado, 2006), desde la concepción de ésta en el marco de la pedagogía experimental hasta ser utilizada como un instrumento para la reproducción del conocimiento; razón por la cual, en la actualidad, dicho paradigma se justifica en la investigación como la única posibilidad para la búsqueda, construcción y recreación del conocimiento de todo lo social y humano. Una teoría y práctica de investigación tradicional, en la cual se profundizan nociones positivistas de objetividad, racionalidad y verdad en las que el conocimiento tiene un papel instrumental en la solución de los problemas educacionales y donde persiste la tendencia a explicar desde un punto de vista técnico, social y educativo.
Hoy día, la investigación educativa de carácter positivista está siendo objeto de múltiples cuestionamientos en cuanto a sus prácticas y metodologías, como es, en primer lugar, el reduccionismo de lo humano, cuestión que, muchas veces impide comprender a cabalidad las diversas situaciones del contexto Flor Delgado de Colmenares 63 histórico y cultural, y, en segundo lugar, por lo restrictivo del método, el cual limita el abordaje del complejo escenario social y educativo actual. Entre los postulados críticos de la concepción positivista de la investigación educativa contemporánea, destacan las tendencias humanistas de carácter crítico (Tarrés, 2001; Delgado 2006), las cuales coinciden en la necesidad del retorno del sujeto y la revitalización de lo humano presente en los procesos sociales y educativos, en el marco de una perspectiva histórica, cultural y social, cuyo centro de interés sea la persona; su vida cotidiana; sus creencias; simbolismos, prácticas y el significado que dichas prácticas tienen para el entendimiento de lo socioeducativo. En esta encrucijada y en el marco de la transición paradigmática, se encuentran las ciencias sociales y humanas, con la asunción de nuevos paradigmas que demandan un giro cualitativo en el tratamiento de lo social frente al imperio del objetivismo e instrumentalismo como la única vía para la búsqueda del conocimiento. De allí que, acercarse con una visión crítica al estado de la investigación educativa, implica reconocer en la manera como ésta ha sido asumida y practicada, un particular carácter valorativo estrechamente relacionado con la concepción doctrinaria de la que ella se deriva. En tal sentido, los postulados actuales sobre la investigación educativa denotan la urgencia de un replanteo en las alternativas epistemológicas, teóricas y metodológicas tradicionales, por la poca o ninguna incidencia de los resultados de la investigación en la práctica educativa y por su poca o ninguna repercusión en lo social. En particular, hacen un llamado a la toma de conciencia de la necesidad de reivindicar lo humano desde un plano crítico y comprometido a partir de la educación.
El anterior planteamiento se afirma cuando Esqueda (2004, p.76) expresa: La necesidad de una reconstrucción teórica y el escepticismo ante la significación social de la investigación educativa no implica la ausencia de problemas que deben ser investigados o un debilitamiento de la capacidad investigativa de los científicos de la educación; se trata del 64 El papel de la investigación educativa en la actualidad desajuste y limitado alcance de la teoría existente y de los métodos y metodologías empleadas frente a los nuevos escenarios y actores sociales del presente, todo, como parte del vacío epistemológico actual, eje neural en el fondo de este problema, el cual generalmente se obvia. Se destaca, en el marco de la discusión seguida, que en la actualidad existe un vacío epistemológico y teórico en el deber ser de la investigación social frente al surgimiento de nuevos escenarios sociales y culturales con nuevos actores y problemas que merecen ser estudiados desde otras perspectivas y con nuevas metodologías. Por ello, el positivismo como paradigma dominante, en las últimas décadas está mostrando evidentes síntomas de agotamiento en su capacidad explicativa; y la teoría educativa, en consecuencia, se encuentra sometida a un problema de producción, al dejar de lado o por fuera aspectos significativos y particularmente importantes de la realidad socioeducativa contemporánea. Lo planteado, caracteriza la investigación educativa establecida en los proyectos educativos tradicionales, los cuales contienen directrices
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