La vida del Delito
Enviado por chikaveneno • 8 de Agosto de 2011 • Informe • 541 Palabras (3 Páginas) • 1.404 Visitas
Nombre: Mariel Estefania Zamorano Martinez
Capitulo: XXVIII
La vida del Delito
El delito se
desplaza a lo largo del tiempo, desde que apunta como idea o
tentación en la mente, hasta su terminación; recorre un sendero o
ruta desde su iniciación hasta su total agotamiento. A este proceso se
le llama iter criminis, es decir, camino del crimen. Los delitos
culposos no pasan por estas etapas; se caracterizan porque en ellos
la voluntad no se dirige a lu producción del hecho típico penal, sino
solamente a la realización de la con¬ducta inicial. La vida del delito
culposo surge cuando el sujeto descuida, en su actuación, las
cautelas o precauciones que debe poner en juego para evitar la
alteración o la lesión del orden jurídico. En consecuencia, el delito
culposo comienza a vivir con la ejecución misma, pero no puede
quedar en grado de tentativa, por requerir ésta de la realización de
actos volunta¬riamente encaminados al delito.
El delito nace como idea en la
mente del hombre, pero aparece externamente después de un
proceso interior, más o menos prolongado. A la trayectoria
des¬plazada por el delito desde su iniciación hasta que está a punto
de exteriorizarse se le llama fase interna. Con la manifestación
principia la fase externa, la cual termina con la consumación.
Fase interna
| Ejecución (tentativa o consurnacion
Manifestación, reparación.
La fase interna abarca tres etapas o pe¬ríodos:
idea criminosa o ideación, deliberación y resolución.
Idea criminosa o ideación. En la mente humana aparece la tentación
de delinquir, que puede ser acogida o desairada por el sujeto. Si el
agente le da albergue, permanece como idea fi¬ja en su mente y de
ahí puede surgir la deliberación.
Deliberación. Consiste en la meditación sobre la idea crimi¬nosa, en
una ponderación entre el pro y el contra. Si la idea resulta rechazada,
es anulada en la mente misma, pero puede ocurrir que salga
triunfante. En la liberación hay una lucha en¬tre la idea criminosa y
las fuerzas morales, religiosas y socia¬les inhibitorias.
Resolución. A esta etapa corresponde la intención y voluntad de
delinquir. El sujeto, después de pensar lo que va a hacer, decide
llevar a la práctica su deseo de cometer el delito; pero su voluntad,
aunque firme, no ha salido al exterior, sólo existe como propósito en
la mente.
El problema de la incriminación de las ideas. En frase que se ha
hecho célebre decía Ulpiano: "Cogitationis poenam nemo pautar"
(nadie puede ser penado por sus pensamientos) y Rossi, el ilustre
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