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Le Educacion


Enviado por   •  27 de Octubre de 2013  •  1.936 Palabras (8 Páginas)  •  219 Visitas

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Educación De Los Franciscanos

El Papel de los Franciscanos durante la Colonización y su Influencia Después de la conquista de México, Cortés no paró se solicitar frailes para la evangelización de los indios, 2 años después de la conquista, el 13 de agosto de 1523 llegaron tres religiosos franciscanos: Fray Juan de Tecto, Fray Juan de Aora y Fray Pedro de Gante. Los dos primeros estuvieron poco tiempo en la Nueva España, intentaron aprender la lengua indígena y se dedicaron a recoger niños hijos de nobles antes de partir con Cortés y morir de hambre.

El tercero, Fray Pedro de Gante fue el que realmente inició la evangelización en la Nueva España. Llego primero a Texcoco, ya que Tenochtitlan permanecía aún en ruinas. Ahí enseñó a leer y a escribir, entre otras cosas sin descuidar la predicación de su doctrina. Parece que fue el primer fraile en darse cuenta que enseñar a niños debía ser con más dedicación, paciencia y cuidados. Más tarde les enseñó a pintar imágenes y a tallar retablos para los templos.

A otros les enseñó oficios como el de cantero, carpintero, sastre, zapatero o herrero y otros trabajos mecánicos a los que se aficionaron los indios. Sabía hablar muy bien el náhuatl tanto como los indígenas. Fundó una escuela en el convento de San Francisco que llegó a tener más de mil alumnos que posteriormente difundieron por diversidad de pueblos lo que habían aprendido. También enseñó a los indios a hablar latín. Principalmente se le recuerda porque mostró siempre un gran amor por los indígenas y un claro celo por su evangelización. A instancias de Cortés llegaron otros doce frailes a la Ciudad de México el 18 de Junio de 1524. Con ellos se inicia la evangelización y con métodos y normas establecidas que no fueron para nada fácil.

Éstos primeros frailes tenían que viajar a pie por tierras sin caminos en zonas geográficas muy accidentadas con climas muy variados, y a veces de indígenas no muy amistosos, por lo que debieron haber tenido un gran amor a su tarea, entusiasmo de ganar almas para Dios y un poco de gusto por la aventura para no irse de México. Enfrentaban la diversidad de lenguas indígenas que había en el territorio por lo que muchos se volvieron políglotas, estos eran problemas pero que gracias a su entusiasmo de ganar almas y a su gran amor no se vencían.

Después se reunieron con los otros franciscanos para dividir las zonas a evangelizar en territorios de 20 leguas que estaban muy poco poblados. Poco tiempo después se juntaron también con los clérigos en la llamada Junta Apostólica y luego cada uno partió a cumplir su apostolado. La etapa en la que se introdujo la evangelización fue de 1525 a 1531 y probablemente la más difícil, porque era necesario ganar la confianza del pueblo y darle a conocer bondad que la religión cristiana ofrecía, así como los cimientos de la Iglesia americana. Uno de los elementos que les permitió ganar rápido a los indios fue la honradez, la sinceridad y el ejemplo que el fraile daba de todo aquello que predicaba, así como el amor que rápidamente les daba a los indios.

Ellos veían que los frailes mortificaban sus cuerpos, andaban descalzos y vestidos con hábitos de grueso sayal, y dormían sobre un petate, teniendo por cabecera un tronco o montón de hierbas secas, no siempre tendidos con la finalidad de que su cuerpo padeciera y no se entregara al cansancio. El alimento de los frailes era el mismo que el de los indios: tortillas de maíz, capulines y tunas. Su honestidad fue inquebrantable: tanto en lo material como en lo espiritual; era enorme la sinceridad con que llevaban su religión, dando a cada paso muestras de su devoción; rezando cuando iban de camino, humillándose e frente a las numerosas cruces con las que se pobló la Nueva España y cumpliendo con todos los deberes su oficio les imponía. Toda ésta actitud, que contrastaba con la de los conquistadores en busca de fortuna, hizo que los indios experimentaran hacia aquellos apóstoles un amor y admiración muy grandes

Franciscanos y cultura indígena Al iniciar los frailes su tarea de evangelización y de reprimirse, a la fuerza la antigua religión indígena, comenzaron éstos a esconder a sus dioses y salvarlos de la sistemática destrucción a que eran sometidos. En un principio esto no era difícil, ya que los frailes eran pocos y los soldados y pobladores no se preocupaban de eso, y los indios escondían sus deidades en los montes y lugares apartados de caminos y poblaciones, así como volver a sus antiguas ceremonias y sacrificios, incluso humanos, como antes de la conquista. Al enterarse de lo que los indios hacían, los frailes se indignaron y empezaron la destrucción de ídolos, así como de templos, códices, vestimenta y ornamentos de la cultura indígena.

El hecho de que los frailes destruyeran casi todo lo relacionado con el culto indígena no quiere decir tampoco que no tuvieran interés alguno por aquella cultura. Existen datos para poder asegurar que se informaron y conocieron con cierta profundidad todo lo relativo a la cultura, porque de todo ello podían obtener los datos y los conocimientos necesarios para la campaña evangelizadora. Pero no sólo se preocuparon por conocer todo el aparato religioso para combatirlo, sino también para conservar memoras de ello. Casi todos los cronistas dan inicio a sus obras con un breve resumen de la cultura indígena, pero de entre ellas destaca la de fray Bernardino de Sahagún, que destaca por su paciencia, rigor científico y fuentes de información.

Para poder escribir éstas obras, los frailes tuvieron que aprender las lenguas del lugar y la información necesaria para las recopilaciones no la podían obtener de los jóvenes y niños, por lo cual era

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